#27 ¿Estás enamorado de ella?

191K 10.5K 776
                                    

Es sorprendente como todo ha cambiado de un momento a otro, la actitud que he tomado hacia ella parece sorprenderla en ciertas ocasiones. Cualquier persona tomaría mi actitud como bipolaridad pero hablando a ciensas ciertas, me di cuenta que ella no merece que la trate mal a causa de mi pasado. No quiero decir que le estoy dando un paso al amor pero no puedo convivir con alguien y discutir todo el tiempo.

Volviendo a lo que está pasando puedo decir que la cena transcurre a un paso lento, reímos todo el tiempo, hasta se ríe de mis chistes malos y eso solo lo hacen mis amigos y por pena.

Cuando llegamos al bar su bailar es tan sensual, tiene todas las miradas de los hombres y siento ganas de golpearlos. No son celos, más bien no puedo creer que a pesar de que ella venga conmigo todos la miran y no de buena manera.

Ella toma cerveza y yo la acompaño, bailamos, reímos y sin decir nada respecto a ello nos besamos. Ella solo corresponde o los devuelve, no menciona nada al respecto y lo agradezco porque no podría darle alguna explicación de lo que hago. Lo único que sé es que ha sido una noche estupenda. Olvidé por completo lo que era sentirse triste.

Vamos camino a casa y ella se ha quedado dormida, y la entiendo ha sido un día agotador. Llegamos y luego la cargo en mis brazos porque su sueño es profundo, a decir verdad, no quise despertarla. La acuesto en su cama, le saco sus zapatos, yo me cambio y me acuesto junto a ella. Al verla dormir sonrío como estúpido. 

¡Por Dios ¿qué me pasa?! Éstos pensamientos debo sacarlos de mi cabeza. No puedo permitir que jueguen con mis sentimientos una vez más, no lo soportaría y no lo digo pensando que ella jugará a seducir e por dinero y luego votarme. Se trata de entregar un sentimiento que luego se vuelve intenso, tanto que llegas a depender de su existencia. Suena raro pero siento que es así y no puedo dejar que exista tal oportunidad.

De regreso a  casa en Uruguay nos quedamos dormidos, pero solo en el vuelo. En el recorrido en auto ella se dispone a sintonizar la radio y cantar.

Cuando llegamos a casa la primera en recibirnos es Rosa.

—Hola mis niños ¿cómo están?

—Bien Rosa y ¿tú? —le respondo con una sonrisa.

—Estupenda ¿cómo les fue?

—Super bien, fue muy divertido —habla con una gran sonrisa que me contagia

—Me alegro mucho ¿Qué hicieron? —pregunta entusiasmada. Julieta se deja caer en el sofá y Rosa se sienta a su lado.

—Que ella te cuente, tengo que hablar con Fernando para ver como va todo en la empresa.

—Está bién —me alejo de ellas para poder hablar con Fer.

—Hola idiota ¿qué tal tu viaje? —sí,  digamos que Fernando y David son siempre así conmigo y me encantaría algun día darles una patada en la cabeza y poder acomodar sus neuronas.

—Estupendo, la empresa ¿todo bien?

—Sí jefe todo bien, tenemos unos compradores muy importantes y muy interesados en nuestros productos, pero quieren negociar contigo lo más  antes posible. Ya tengo el informe que me pediste.

—Bien, mañana vuelvo a la empresa, y arreglo eso.

—Bueno, nos vemos mañana idiota, saludos a mi cuñada.

—Okey gracias.

Corta la llamada, voy a mi habitación y me doy una ducha. Bajo para cenar,  pero para mi sorpresa no hay nadie en la sala entonces voy a la cocina y ahí las encuentro muy cómodas riéndose a carcajadas.

El acuerdo ©                               |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora