60. ❛Búsqueda 1.0❜

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—No tengo idea, Yoongi. De seguro a ver a su madre, ¿sabías que está viviendo con la madre de Jin?

—Eso no importa —parpadeó irritado, rascando sus ojeras y relamiendo sus secos labios. Su pelo estaba despeinado como lo usual. Había crecido un poco y el desorden lo hacía lucir más atractivo de lo esperado. El problema es que Suga no quería verse nada. Ni siquiera se preocupaba por su estilo ahora. Sólo se mataba pensando en qué estaría haciendo su estúpido omega. ¿Y si estaba con otro? La idea lo hacía sacar de quicio. Siempre se mordía las uñas después de asimilarlo. Los celos le ganaban y todo acababa con rasguños, griteríos o pesadillas a las cinco de la mañana. Porque él sabía que estaba vivo. Lo sentía en su cuello y en su corazón. Es mas, ¡hasta podría asegurar que el mayor lo estaba pasando de lo mejor! Porque su cuerpo no se había deteriorado más de lo que él mismo se había provocado. Es decir..., su otra mitad estaba en perfectas condiciones—. ¿Su pasaporte anuncia que es allá? Dios, viejo, pudiste haberme avisado. ¿Qué tal si no es así?

—No puedes desconfiar de tu propio primo, Jesús.

G-dragon lucía incrédulo. El menor cada vez estaba más demente, desconfiando hasta de su propia sombra y siendo mucho más detallista con sus cosas. Había entrado al club de Artes sólo para frenar su actitud insana respecto a sus dedos. A menudo los lastimaba sin ser consciente de eso y se rasguñaba..., o los masticaba hasta que terminaban ensangrentados. Había ido al dentista por el dolor de mandíbula y el sufrimiento que sus colmillos clamaban. El doctor le había dicho que era alguna clase de ansiedad física que debía moderar o reprimir antes de que realmente interfiriera en su vida. Pero Yoongi ya no podía comer. Apenas procesaba la comida y el apetito era nulo. Era como volver a caer en depresión..., en esa terrible etapa de su vida. Pero esta vez era una depresión maniaca. Su desesperación aumentaba..., su deseo colosal por encontrar al omega. Si lo hallaba. Dios, él estaba seguro que de hacerlo perdería la puta cabeza.

Lo mordería. Sería lo primero que haría. Porque su dentadura ya no soportaba y la picazón continua en su cuerpo era una mierda. Y Jin tenía la culpa de eso. Así que le haría una bonita mordida en su cuello y luego proseguiría con todo su cuerpo a modo de castigo. Dios, lo jodería tanto que esperaba que el otro se desmayase en sus brazos. Porque no aguantaba sentirse así, tan ansioso, tan angustiado, con tanta incertidumbre. Y si lo veía..., ¡si lo veía caería de espaldas! En rabia furiosa, en fervor que sólo da al amor.

—¡Puedo! Mírame —bramó más que ido, mareándose levemente.

Otro punto a la lista. Había empezado a marearse continuamente.

Estúpido Kim Seok Jin.

—Hey, Yoongi. Mira, sé que estás desesperado pero, si no aparece debe ser haber una razón. ¿Realmente crees que está jugando al gato y al ratón? Deberías asumir que lo que le hiciste fue muy doloroso también —musitó seriamente, cruzándose de brazos.

—Lo sé, soy consciente de ello y por eso mismo no debo permitirme pasar más tiempo lejos de él. Es mi omega, maldición. Mío, tiene que estar conmigo ahora. Debería tenerlo en mi regazo cada que estudio y para cuando me voy a dormir, ¿por qué entonces tengo que soportar esto...

—Porque te equivocaste. He ahí el precio —y su celular empezó a sonar con un tono bastante meloso para Yoongi, que no dudó en enarcar una ceja inquisitivo. Sin embargo, no se detuvo y lo retó de vuelta.

—¡No puedo creer que me des leyes de vida cuando me apoyaste en esto! —gruñó— Lo encontraré, juro por Dios que lo haré.

—¡Agh, cállate y sal de mis aposentos! Tengo que hablar con Seungri —fingió echarlo con la mano. Yoongi le ladró antes de abandonar sitio.

❛White Night❜ 🠔 {YoonJin}ܟWhere stories live. Discover now