Irritante [YoonMin] • Omegaverse •

• 20 •

Yoongi no se encontraba nada bien, tenía un muy mal presentimiento desde la mañana. Jimin no hizo caso a sus advertencias y había ido a la escuela de igual manera. Esperaba en serio haberse equivocado y que al menor no le pasara nada malo. Jimin solo tenía que soportar el celo ese día y uno mas. Después de eso el martirio para ambos terminaría.

Llegó a casa un poco mas tarde de lo que acostumbraba, pero era mucho mejor, asi no se crusaría con el menor y no tendría que calmar a su lobo. Bostezo agotado, caminó hacia la cocina en busca de un refrigerio y encontró una nota pegada en el que decía:

NOTA

Salimos temprano por una
urgencia en la empresa.
Dejé la cena en el refrigerador
solo ponganlo en el microondas,
hazlo tú Yoongi, Jimin no sabe usarlo.

Los queremos Mamá y Papá.

Al parecer no se librería tan fácilmente de Jimin como creía hasta hace unos instantes. Dejó la nota de lado y sacó la cena que su madre habia preparado. Ahora solo debía subir arriba para llamar al menor y pedirle que bajara a comer. Sin embargo el alfa no recibió respuesta alguna cuando tocó la puerta de la habitación de Jimin.

Con dudas abrió la puerta alarmado y confirmó que el omega no se encontraba en casa.

- ¿Aún no llego? - se preguntó asi mismo. El alfa estaba muy preocupado por el omega, ya era mas de las siete de la noche y como era otoño, etaba oscureciendo. Por dios, Jimin estaba en su celo no podía andar en la calle a esas horas de la noche.

Bajó rápido las escaleras de la casa y fue en busca de su teléfono celular, debía llamar al menor y saber donde se había metido. Pero antes de siquiera marcar un número, la puerta principal de la casa se abrió y la mirada del alfa recayó sobre la anatomía de Jimin. Yoongi respiró con mucha mas tranquilad de ver al omega sin ningun daño.

Jimin lo veia desde el umbral de la puerta algo sorprendido. Por su parte Yoongi estaba parado cerca a uno de los sillones con el celular en la mano, Jimin parecía nervioso, él lo notó, el omega trazó su camino hacia las escaleras un poco inseguro, pero rápido.

- Buenas noches Hyung - saludó al pasar junto a él.

Yoongi iba a responder sino fuera por el fuerte aroma a coco y galletas que se filtró por sus fosas nasales cuando Jimin pasó serca suyo. Giró su cuerpo rápidamente y llegó a tomar la mano menor antes de que se fuera. Vio el cuello de Jimin con verdadero pánico.

- J-Jimin...- apenas pudo decir el nombre del menor sin sentirse tan mal. Un gruñido salió de sus labios y su rostro estaba ceñudo. No podía despegar sus ojos de aquella marca en el cuello del omega y sentir ese aroma molesto impregnado en su cuerpo.

No

No

No

Y mil veces no, no podía ser real. Jimin, su pequeño, no podía estar marcado por otro alfa.

La mano de Yoongi soltó la del omega. Su cuerpo estaba rígido, sentía una gran maraña de sensaciones en ese momento. Quería romper, quemar o gritar de furia, pero a la vez también deseaba tirarse y llorar como un tonto... su mente comenzó a nublarse, no estaba nada bien. Nunca iba a estarlo.

- ¡Hyung! - Gritó alarmado Jimin y tomó ambos brazos del alfa, antes de que este impactara contra el mueble detras suyo - ¿Está bien? - Jimin se preocupó mas al no oir respuesta alguna del mayor.

Guió al alfa al sillón y ambos se sentaron en el. Él omega siguió observando preocupado al mayor pero él no decía nada. Parecía perdido. Jimin quiso levantarse para traer un vaso con agua, porque talves Yoongi lo necesitaba ya que estaba bastante pálido. Pero el alfa repetidamente lo jaló del brazo e hizo que se sentará sobre sus piernas.

El omega estaba anonadado, sus ojos se abrieron de par en par y la mirada que le daba Yoongi estremeció a cada célula de su cuerpo. Las manos del mayor se posaron a los costados de su cadera, lo aprisiono con fuerza y una fuerte corriente eléctrica recorrió su columna vertebral. Yoongi lo estaba intimidado con su rostro ceñudo, pero tampoco pudo evitar sentirse atraido por el alfa y por consecuencia su mejillas ardían como fuego.

- ¿Quién fue? - gruño, su expresión de molestia solo se marco aun mas con las palabras - ¿Quién fue el idiota?

Jimin tembló un poco en los brazos del alfa, jamás lo había visto tan temeroso, nisiquiera en la playa. 

- Nose de que habla... hyung...

- Tu cuerpo está impregnado con el aroma de otro alfa.

- Eso es...

- Y te marcaron.

Jimin se atascó con las palabras, sin creer lo que escuchaba. Llevó rápidamente su mano a su cuello y la froto entendiendo a que se refería el mayor.

Vio nuevamente la expresión ceñida del alfa y no pudo evitar echarse a reír.

El rostro del alfa se deformó, no entendía el repentino arrebato del menor para comenzar a reír de esa manera.

- ¿Qué es tan gracioso?

- Esque... vera... yo, Ha, ha, Ha... solo es maquillaje - confesó a carcajadas.

- ¿Cómo? - las manos del alfa se aflojaron, estaba estupefacto.

- Hoy ensayamos hasta tarde, no tenía tiempo para bañarme asi que solo me quite un poco del maquillaje, pero parece que olvidé el del cuello... - se sonrojo - Y Tae dijo que mi aroma estaba demasiado fuerte asi que me dio la campera de Kook, es por eso que tengo su aroma en mi cuerpo.

En parte habia dicho todo, aunque omitió que por las dudas Taehyung había obligado a Jungkook a marcar a Jimin con su aroma. Unos cuantos abrazos que no debía decirse.

Yoongi ya no queria decir nada mas, se había quedado sin palabras. Pero se sintió mas aliviado al saber que Jimin aun no habia sido marcado. Aunque aún le molestaba ese aroma extraño de otro alfa en el cuerpo del menor. El alfa siempre imaginó que el día que Jimin se uniera a un alfa, él sería capaz de soportalo por el bien de todos, sabía que doleria, pero lo aguantaría.

Sin embargo hoy se dio cuenta que no podía hacerlo, no podía entregar a Jimin a nadie, era egoísta de su parte, pero ya nada le importaba. Se habia contenido tantos años, aguantando cada acercamiento del omega, soportando sus celos muy lejos de casa para no llegar a marcar al menor. Demasiado, había hecho demasiado.

Olvidó todo lo que alguna vez se repitió para alejarse de Jimin, ya no, ya no alejaría al menor. Y si el omega no sentía lo mismo por él, haría todo para que eso cambiara.

Sus manos trabajaron rápido y quitaron la chaqueta del menor en un santiamén, su mano derecha rodeo su cintura y la otra tomó el cuello de su remera jalandolo hacia él.

Y lo besó.