—¿No les importa?

—Hijo, lo que importa es que tú estés bien, y que estés bien acompañado. Si ese chico, Yoongi, es una buena persona, entonces vale la pena.

—Gracias por comprenderlo.

—No tienes por qué agradecer.

—Por cierto, ¿No has hablado de esto con la familia de Eun Ji?

—No, aún no. Es lo que más me preocupa.

—¿Vas a hacerlo?

—Tengo que hacerlo. Son... mi familia, también, después de todo. Son mis suegros, los abuelos de mi hija.

—Lo tomarán bien, ya verás.



Y eso esperaba él. Conocía a la familia de su difunta esposa, y sabía que eran todas personas excelentes y con corazones enormes. Tras haber recordado aquello, intentó tranquilizarse para poder llegar a decirlo sin miedo.

**************

Seokjin sonrió dulcemente al ver a su amigo. Este jugaba con sus palillos, revolviendo la comida que tenía frente a él. Sabía exactamente en qué estaba pensando.

En quién, mejor dicho.



—Sólo ha pasado un día, ¿Por qué estás tan deprimido?

—Lo extraño.

—¿Y por qué no lo llamas?

—No quiero asfixiarlo.

—No lo harás.



Yoongi suspiró.



—Ey, vamos, no te preparé esta cena para que estés así toda la noche.

—Es comida encargada por teléfono.

—¿Y quién lo hizo? No fuiste tú.

—Eres un idiota —rió.



De pronto, antes de que pudieran seguir bromeando, el teléfono de Yoongi comenzó a sonar. Un precioso brillo apareció en sus ojos al haber visto el nombre de su pareja en la pantalla. Pidió disculpas a su amigo, salió al patio y atendió.



—¿Hola?

—Hola.



Yoongi se sorprendió. Un sentimiento desagradable se instaló en su pecho tras haber oído aquella voz tan triste.



—¿Sun Hee? ¿Qué pasa, corazón?

Quiero volver a casa.



La voz de la niña tembló, y también el alma de Yoongi, al haberla escuchado de esa manera. El joven tomó asiento en una silla que había junto a una mesita sobre el césped.

With all of my heart [Yoonmin] ©Where stories live. Discover now