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Domingo por la mañana. Yoongi dio un par de vueltas en la vereda. Estaba frente a la puerta de una tienda, y se sentía indeciso acerca de si debía entrar o no. Sabía que, si se quedaba fuera, podía arrepentirse más tarde. Y si entraba, existía la misma posibilidad. De todas formas, miró de vuelta el cartel del local, presionó sus labios juntos y entró, haciendo que la campanilla de la puerta sonara.

Seokjin, amigo del muchacho y único empleado del lugar, lo recibió con una sonrisa. Más bien, con una risa. Negó con la cabeza y se apoyó con sus codos en el mostrador. Yoongi se acercó a él, y sus mejillas se sonrojaron, pues sabía que el otro joven sabía con exactitud a qué había ido allí.



—Así que vas a llevarlo, ¿Eh?

—Sí... no... ¡No sé! —tironeó de sus cabellos.

—Iba a decirte que tienes que estar locamente enamorado para tomar esta decisión, pero luego me acordé de que eras tú.

—No te burles.

—No lo hago. Creo que es tierno. Sin embargo, es una situación bastante delicada, amigo.

—¡No es para ahora, Seokjin!

—Pero se lo darías.

—Demonios, sí.



Seokjin, el mayor, se sentó sobre el mostrador y pasó sus piernas hacia el otro lado, asustando a su amigo, quien pensaba que el otro imprudente chico podía romper los cristales del mueble debajo de él con su peso o con sus pies. Después de que se haya bajado, colocó una mano sobre su hombro.



—Necesito conocerlo, Yoongi.

—¿Lo necesitas?

—Sí, es que... tuviste otras parejas antes, y también tuviste la misma loca idea anteriormente, pero nunca te había visto tan loco como ahora.

—Es que te juro que él es... perfecto.

—Y tiene una hija —alzó una ceja— ¿Has pensado en eso antes de seguir adelante?

—¡Claro que sí! Adoro a esa pequeña, y ella no se cansa de demostrarme lo mismo... el otro día me dijo "papá".

—Debió ser... fuerte.

—Sí, es decir, como maestro de niños pequeños, me pasa todo el tiempo. Sin embargo, el que lo haya dicho ella fue tan distinto...

—¿Te gustaría poder llegar a ser su padre?



Yoongi no dijo nada, pero el brillo en sus ojos le dio a Seokjin la respuesta que necesitaba. Este último, emocionado, sonrió y lo abrazó, balanceándose de un lado a otro.



—Hyung, ¿Qué te pasa?

—¡Es que es hermoso verte así! De verdad quiero conocerlos.

—Lo charlaré con él y te diré. No es de hablar con... con nadie, de hecho.

—Pero sí contigo. Es un avance.

—El otro día dijo que empecé a gustarle.

—¿¡QUÉ!? ¡AMIGO, ESO ES GENIAL!


With all of my heart [Yoonmin] ©Where stories live. Discover now