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Hacía casi tres meses ya desde que Taehyung había puesto distancia entre su pálido dongsaeng. El primer mes, sin duda, había sido el más duro de todos. Todos los días, sin falta, recibía al menos cinco llamadas por parte del menor. Eso se dio hasta que cambió su número; se negaba a seguir recordando lo que había pasado.

- ¡Oppa! Otra vez te perdiste en tus pensamientos - dijo Sana mientras inflaba sus mejillas.

- Es sólo que nunca creí que fuera a estar tan bien después de eso.

- Te entiendo, Taetae. Nosotros no estamos hechos para el amor.

- ¡Ah! Tienes tanta razón.

Ambos hermanos habían salido ese día a comer en algún restaurante de comida rápido. Sólo ellos dos, como tanto hacían en el pasado.

Sin embargo, no estaban tan solos como creían. Una pareja los observaba desde el otro lado del restaurante. Un chico alto con un gorro que tapaba completamente su cabello y una chica con el pelo recogido en una coleta.

- ¿Crees que podré enamorarlo de nuevo? - preguntó mientras jugaba con las patatas fritas.

- Se ve tan diferente...

- Lo sé. ¿No crees que hay algo en él? Es una especie de brillo que no tenía antes.

La chica asintió mientras tomaba de su pajita. Sus ojos fijos en aquellos jóvenes que se reían libremente.

- Ambos parecen felices ahora - comentó finalmente -. Taehyung está haciendo un gran esfuerzo por olvidarse de Jungkook.

- Y Sana no parece sentir nada por Tzuyu.

Pero claro, eso era lo que la gente podría pensar viéndolos desde fuera. Por las noches, Taehyung siempre tenía el mismo sueño. Jungkook se encontraba entre sus brazos, pero de repente se alejaba, él trataba de seguir el ritmo pero, para cuando lo alcanzaba, él estaba ya con Lisa. Él no había sido lo suficientemente rápido para detenerlo antes de que eso pasase.

En el caso de Sana, la chica revivía la misma escena siempre que se miraba en un espejo. ¿Realmente era tan poca cosa que su novia había decidido engañarla? ¿Por qué no era suficiente? El recuerdo de encontrar a la joven chica con otra enredadas en el sofá de la casa de la contrario cuando fue a visitar a Lisa. Ni siquiera trató de negarle la aventura, ni siquiera trató de evitar que la otra se culpase a sí misma.

- Taetae, superemos esto ¿de acuerdo?

El moreno miró a su hermana con su típica sonrisa cuadrada y asintió.

- Dentro de dos semanas y media vuelve - dijo cambiando de tema completamente.

- ¡Sí! Nuestro hermanito por fin estará con nosotros. Espero que lo hayan cuidado muy bien en Estados Unidos.

- Oh vamos, él ya es mayor. Siendo la más pequeña no deberías preocuparte tanto por nosotros?

La chica hizo un mohín. Sus hermanos eran todos hombres, ¿cómo se iba a fiar de ellos? La única vez que los padres dejaron la casa sola para los cuatro, casi acabaron en la calle o peor, en prisión. Y todo por las ideas de sus hermanos.

- No puedo confiar en vosotros - afirmó mientras se encogía de hombros.

- De todas maneras, al parecer se echó novio. Seguro que es más responsable y lo ha cuidado mucho.

- Tienes razón - coincidió -. Ha tenido tantos novios a lo largo de su vida que tengo miedo de ver a este.

Su hermano alzó una ceja para luego comenzar a reír. Los gustos de su mayor eran muy cambiantes y, en cierta manera, tenía la misma curiosidad que su hermana.

Kookie... I need you! [KOOKV]Where stories live. Discover now