#17 Eres muy caprichosa.

199K 11.1K 499
                                    

Estamos de camino a la universidad para hablar acerca de hoy, dentro de unas tres horas sale nuestro vuelo a Brasil. Me emociona visitar otro país, sobretodo Brasil que es tan alegre.

—Veo que eres de las que cuida su figura con ensaladas y cosas light.

—No, sólo que allí no venden hamburguesas o comida chatarra así que como lo que hay, me gusta esta comida pero no soy una adicta a ellas.

—Obvio que allí no hay de esas cosas mujer, es asqueroso.

—No claro que no, amo embarrar mi cara con mayonesa y el jugo de la carne. Su olor de recién hechas es sensacional, no sabes lo que te pierdes, pero nada le gana al amor que le tengo a las pizzas, amo esa comida.

—Eso no es comida, ésto es comida.

—Algún día te haré comer tanta chatarra que terminarás adorándola.

—Por supuesto, si quieres luego abrimos un local para vender comida chatarra. —ruedo los ojos ante su sarcasmo.

—¿Vendremos hoy mismo de Brasil?

—¿Estás loca?

—Un poco. —levanto mis cejas y sonrío. 

—Claro que nos quedaremos más dias, nos vendremos  el jueves.

—Tengo universidad, no puedo.

—Iremos a hablar a tu universidad tranquila. Es más si quieres llego a un acuerdo con el director.

—¿Esos donde pagas para obtener algo? —asiente. —No, no me gusta eso, hablaremos con él, seguro me atrasen todo como un año, pediré los apuntes por si acaso.

—Está bien, ve lo bueno de esto. Además quiero descansar, el trabajo me tiene atocigado.

—Sí, hablando de trabajo buscaré un reemplazo.

—¿Cubres muchas  horas?

—Soy la dueña de los gimnasios. Me gustaría tener más gimnasios, pero  tengo que contratar a un contador o estudiar administración de empresa. Porque es un desastre sólo con cuatro imagina con seis o siete.

—Si quieres puedo ayudarte, puedo enseñarte a manejarlos ¿qué te parece?

—Tengo que pensarlo.

—¿No confías en mi? —coloca su mano en el pecho poniendole drama a la situación.

—Puedes enseñarme y ayudarme te lo agradecería mucho, mis padres aprecian mucho a tu família es más nuestros padres son grandes amigos.

—Nosotros muy pocas veces nos hemos visto.

—Bueno, hace no sé cuatro años que se conocen. Nosotros estabamos en nuestras cosas.

Llegamos a la universidad, bajamos y me toma de la mano para entrar. Él habla con el director y me dan el permiso, pero mis exámenes se retrasaron.

—Es impresionante que me dieran permiso.

—Serán como unas minivacaciones y nos serviran para conocernos.

—Es verdad, días para hacerte bromas o mejor dicho para vengarme de tus bromas. —sonrío con malicia.

—Todavía no me vengo de lo de la muñeca así que prepárate.

—Tú no puedes vengarte, ya es suficiente venganza ¿recuerdas lo que hiciste hoy?

—Eso es lo mínimo que tengo pensado para ti. —me guiña un ojo y yo ruedo los mios.

Llegamos a casa y después de bajarnos me subo a su espalda.

El acuerdo ©                               |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora