〈Siete〉

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Jungkook, que comía tranquilamente mientras se reía de un programa de variedades, soltó su tazón con cereales sobre sus pies al escuchar el estruendo que provocó Jimin al cerrar con mucha fuerza la puerta de entrada. El rostro del mayor expresaba la más pura furia, no parecía ser el muchachito adorable y tímido que todos estaban acostumbrados a ver. El alfa ni siquiera se atrevió a preguntar a su amigo qué ocurría, solo se dispuso a limpiar el desastre que había quedado. Por el rabillo del ojo, el menor observó al pequeño omega sacar algunas cosas de su mochila, entrar y salir de su habitación, sacar una cajita de jugo del refrigerador y volver a encerrarse en la habitación dando un nuevo portazo, todo lo anterior mientras murmuraba algunas maldiciones y frases como "maldito alfa imbécil" u oraciones similares a "ya verás, hijo de tu puta madre", dejando aún más estupefacto al menor, ya que Jimin no solía decir malas palabras.
Los pequeños dedos, un tanto temblorosos se movieron con habilidad sobre el teclado del computador portátil, realmente eso de la memoria siempre sería un misterio para él, ya que tecleó sin darse cuenta y accedió a su usuario ¿0903yg? — susurró extrañado — Ignoró aquello y se dispuso a ver sus archivos. En sus documentos había varias carpetas; universidad, familia, libros, fotos, música, danza, NONONO (la cual estaba dentro de otras carpetas). Frunció el ceño al ver aquella carpeta con contraseña y con un título extraño. Probó entrar y lo que vió lo hizo sonrojar y cerrar la pantalla del ordenador rápidamente. En ese mismo momento, la nariz de su amigo y algunos de sus desordenados cabellos se asomaron por la puerta.

—Me preguntaba si estás bien, Jiminnie... — su rostro mostraba cierto temor — digo... Por como actuaste al llegar.

—S-Sí, estoy bien... Después conversamos... Yo, hmm... Quiero estar solo ¿Sí? — preguntó intentando calmarse del shock.

—Claro, estaré dando un paseo—Jungkook rascó con un dedo su mejilla mostrándose un tanto incómodo.

En cuando el omega sintió el sonido de la puerta principal siendo cerrada, volvió a abrir su computador. Con un profundo suspiro se armó de valor e ingresó nuevamente la clave... Enfrentándos, con un nuevo sonrojo a miniaturas de fotografías de alguien desnudo. Abrió una de ellas y le pareció lo más sensual que jamás había visto, su omega se estremeció, expresándose con un tirón en su entrepierna. Pasó a la siguiente foto encontrando al mismo hombre, de piel absolutamente blanca sentado al borde de la cama, tenía un tatuaje de lo que parecía ser un pez koi en el omóplato derecho. En las siguientes fotos se podía apreciar una secuencia del mismo sujeto volteando, sin aparecer su rostro en las tomas, una mano de dedos muy largos alcanzando la cámara y finalmente una foto de él mismo. En aquella imagen tiene el cabello rubio, los labios hinchados y entreabiertos, marcas de besos por el cuello y clavículas, ojos llenos de deseo y lujuria, además de unas blancas y bonitas piernas rodeando su cadera.
Jimin no podía salir del shock, él realmente tenía imágenes de su  alfa y él después de tener relaciones o antes de... O ambas, no tenía idea. Al chico en cuestión no se le veía el rostro, sin embargo en una de las fotos se veía parte de una linda y coqueta sonrisa un tanto difuminada por el movimiento. El cuerpo de aquel extraño le pareció de lo más atractivo; no era musculoso, sino que delgado, pero se notaba firme, era muy muy pálido y se podía nortar a pesar de la tenue iluminación. Sin embargo, lo que más le gustó, además de avergonzarlo, fue su rostro deseoso y contento.
Siguió explorando entre sus archivos, vio rápidamente imágenes de su universidad, algunas de niños en una escuela, otras de adolescentes estudiando, algunas de sus padres, a quienes poco a poco comenzaba a recordar, pero no le venían buenas sensaciones al corazón cuando pensaba en ellos. Dentro de la carpeta amigos vio fotos con Jungkook, viéndose ambos mucho menores. En un rincón olvidado dentro de varias otras carpetas, encontró una, también con clave que no pudo descifrar, la cual se titulaba "hyung 💜".
Un tanto frustrado, se paseó por el departamento, cuando sintió una gran necesidad de tocarsez ver aquellas fotografías y un terrible calor lo invadió. Casi corrió de vuelta a la cama, encendió el portátil y buscó las malditas fotos. Con rapidez comenzó a quitar su ropa, quedando completamente desnudo, tomó la almohada y hundió su nariz en ella buscando aquel aroma a bosque. Llevó una de sus manos a su entrepierna, comenzando a acariciar su miembro, arriba y abajo, primero lento y luego rápido. La foto donde se veía el tatuaje era su favorita, la cintura delgada pero firme de aquel chico le parecía hermosa y excitante. Un gruñido huyó de sus labios y sintió que el lubricante comenzaba a bajar por su entrada, haciéndole gemir con necesidad. Como pudo se posicionó en la cama y utilizó sus propios dedos para estimularse. Al ingresar el segundo dedo ya no pudo aguantar sus gemidos, por lo que los dejó salir y expresar todo lo que sentía
El celo del omega había llegado fuertemente, dándole diversas sensaciones. De repente un recuerdo apareció de golpe; un rostro sudado, ensombrecido por un cabello rubio y unos roncos gemidos. Pudo recordar el rostro de aquel alfa, de su alfa... Entonces, en el mismo momento en que llegaba al climax, liberando su excitación en las sábanas, entraba Jungkook en la habitación, siendo atraído por el fuerte aroma de Jimin, quien gemía un excitado "Yoongi".

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*Corregido

❝Infinite tie❞  [OmegaVerse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora