Capítulo 27 MARATÓN 1/3

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-Mira, te pongo en situación. A la noche voy a salir con unas amigas a un bar, tengo este pantalon y me gustaria combinarlo con algo arriba, ¿Que me podes recomendar?

-Seguime

La señorita rubia me lleva hasta unos estantes llenos de tops y remeras.

-Viendo que no tenes mucho de....bueno...de esto- dice señalando su busto, haciendome sentir mucho mejor.

Sarcasmo, obviamente...

-Podrías ponerte...no se...esto...- dice pasandome una remera manga larga sin hombros.

-No me gusta el rosa, no me queda bien ese color...

-Tengo en blanco!- dice en seguida y me cambia la prenda.

-Si...puede ser...¿Tiene provador?

-No

Ah bueno, genial, mejor.

-¿Un espejo?

-Si,por alla- dice  señalandome  un enorme espejo en la otra punta de la tienda.

Me acerco a el y pongo la prenda por encima de la ropa como para ver como me queda. Mentalmente imagino como quedaría con el short y me enamoro.

-Me lo llevo

*************

No tengo mucho pecho ni un culo perfecto... Aun así ....No es por presumir ni por ser agrandada... pero tengo unas hermosas piernas.

La cintura tambien..

Lo único que pude sacar de mama, ademas del carácter.

Me miro al espejo mientras arreglo mi remera blanca sin hombros y el short negro.

Son las 9:27pm, Sebastian debe de estar por llegar. Por lo que recuerdo, el es puntual.

Decidí agregarle a mi atuendo unas medias negras que, debo admitir, me quedan muy bien, junto con unos zapatos cerrados del mismo color.

El peinado que elegí para hoy es una media colita simple que deja colgando algunas de mis mechas con ondas.

-Dyret- lo llamo mientras dejo comida en su plato. El dormilón se para del sillon y se acerca a mi - Mami se va por algunas horas, quedate tranquilo en el silloncito

Mi celular empieza a sonar y corro hacia la cocina para contestar.

-Soy yo, ya estoy afuera-

-Ya bajo- le respondo y corto. Corro rápido hacia mi cuarto para ponerme mi perfume favorito y, por enésima vez, me miro al espejo.

Estas bien, estas linda.

Respiro hondo.

No des tantas vueltas Ailen, por favor, dale

Agarro mi cartera, mi celular, las llaves y salgo del lugar.

Bajo las escaleras con sumo cuidado de no caer por los tacos y, cuando por fin llego a la entrada, abro la puerta y lo veo a el apoyado en su auto gris.

-Hola- me saluda acercandose a mi.

Y entonces, sin poder evirtarlo, sin algun tipo de razon, de manera innesperada, me empiezo a reir.

-¿Qué pasa? ¿Tengo algo? Jajaja- pregunta Adams mirandose la camisa gris cuadrille.

-No, es que vos...yo...

Ailen,calmate por favor.

-Nada, hola- digo dandole un beso en la mejilla- ¿Vamos?

-¿Pasa algo?-pregunta de nuevo riendo

-No, nada, de verdad, todo esta bien.

Cuando me pongo nerviosa suelo reirme Adams, y ahora lo estoy, pero no pienso decirtelo.

**************

Despues de veinte minutos llegamos al lugar. Por mensaje las chicas me informan donde estan sentados.

-No tenes frío? Levantó un poco de viento- dice Adams mientras caminamos hacia la entrada.

-No, estoy bien, gracias-respondo.

-Ay morocha, que linda que sos...- dice un pibe de unos 23 años, apoyado en las persianas de una tienda de ropa, mirandome el culo.

Suspiro.

Ignora al pelotudo.

Sebastian me agarra la mano y me la aprieta suavemente.

Sebastian me agarra la mano y me la aprieta suavemente

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-Sabes lo que le haria a ese orto?- sigue gritando.

-¿Podes dejar de romper las pelotas?-le digo, cansada,  al tipo, dandome vuelta para mirarlo, pero todo pasa demasiado rápido. Sebastian suelta mi mano y entonces ya no se encuentra a mi lado, sino que está sujetando contra una pared al pibe, agarrandolo por la remera.

Me acerco rápidamente .

-¿Tenes algo más para decirle?- pregunta Sebastian enojado.

-Si, que me imagino sus piernas en mi..-

Adams le da una sacudida fuerte contra los ladrillos del muro, golpeandole un poco la cabeza,  y lo mira fijamente.

-¿Qué pensas? ¿Que faltandole el respeto de esa manera sos mas machito? Porque no, en realidad demostras cuantas neuronas te faltan, ya que una persona que tiene dos dedos de frente no va molestanto a chicas como haces vos, salame. A ver si empezas a razonar un poco y dejas de joder a los demas. Pedile perdón.

La cara de boba que debo tener en este momento debe de ser digno de fotografiar.

-Pedile perdón-repite.

No puedo enamorarme más de este hombre.

Casate

El chico me mira con asco y hace lo que Sebastian le pide.

-Vamos- le digo a Adams apoyando mi mano sobre su brazo para calmarlo. El mira mi mano y luego clava los ojos en mi. Le da un ultimo empujon al chico para despues soltarlo, agarra mi mano y caminamos hacia la entrada, otra vez.

-Perdon- dice  despues de algunos minutos de silencio.

-¿Por qué?- pregunto confundida- Reaccionaste de una manera que...de verdad me hiciste sentir muy segura y te agradezco por eso, gracias- digo y lo abrazo suavemente. El suspira y me pasa el brazo por la cintura.

Dos idiotas enamoradosWhere stories live. Discover now