Al final él lo cogió y ambos nos pusimos de pie, al subir la mirada y verlo detalladamente, se me hizo bastante familiar.

-Deberías ver por dónde vas... -se quedó callado mientras ahora él me veía detalladamente.- ...guapa. -me tendió el móvil y yo lo cogí.- Más en un día como hoy. -ahora que me daba cuenta, llevaba una camisa del Madrid.

-Gracias. -lo guardé y lo volví a ver.- Y lo siento, ando muy distraída. -llevé la mano a mi frente negando con la cabeza.

-Y, ¿este niño tan guapo? -se agachó a la altura de Isco Jr.

-Mi sobrino. -acaricié el cabello de Jr y chocó el puño con él.- No sé porqué pero te me haces muy conocido, me duele la cabeza el no recordarte. -él se puso a mi altura y sonrió de lado.

-Estoy seguro que luego lo recordarás. -dijo seguro de sí mismo.- Hasta luego, preciosa. -me guiñó un ojo y revolvió el cabello de Isco.- Adiós, campeón. -se despidió y se marchó dejándome con la intriga de saber quién era él.

-Vamos, peque. -meneé mi cabeza alejando todos los pensamientos y me concentré en llevarnos al hotel sin más interrupciones ya que se hacía tarde.

Al llegar al hotel, dejamos las bolsas encima de la cama y mientras él veía la televisión, yo me fui a duchar. Me coloqué la camisa morada que se usaría hoy en el juego, unos jeans, mis zapatos blancos y dejé mi cabello suelto. Después me maquillé un poco y mientras estaba recogiendo el desastre que había dejado en el baño, recibí una llamada.

-Hija, ya estamos en el estadio, ¿cuando os venís? -mi madre habló en lo que contesté.

-Ya vamos para allá, ma. -me dijo unas cuantas cosas y después me despedí.

Menos mal que el estadio estaba cerca del hotel, así podíamos ir caminando

A medio caminó, casi grito cuando recordé quien era el misterioso chico con el que había chocado, era uno de los youtubers más famosos de España, el Rubius. Reí internamente por no haberlo recordado en ese momento y seguí caminando junto a Jr.

Después de todo el proceso para poder ingresar al estadio, lo logramos. Mientras buscábamos nuestros asientos, vi a Joana, la esposa de Dani Alves.

-Joana, hola. -deje a Isco con mis padres y me acerqué a ella.

-¿Giselle? ¡Tanto tiempo sin verte! Se te extraña por allá en Italia. -me abrazó. Hablamos un poco y fui a sentarme en mi respectivo asiento.

Los jugadores estaban calentando en el campo y casualmente la Juventus era la que estaba más cerca de nosotros.

Inevitablemente busqué con la mirada al argentino que jamás iba a dejar de querer, y lo encontré, pero él lo había hecho antes. Como la primera vez que lo conocí en el aeropuerto, sus ojos me hipnotizaron y mi corazón iba al mil, y en vez de tener mariposas revoloteando en mi estómago, era un zoológico completo. Me sonrió y continuó con su calentamiento. Quité la mirada, ¿será que ya lo había perdido? Me había dado todo el tiempo del mundo y yo todavía no le había dado una respuesta.

-Mi querida amiga, Giselle Alarcón. -giré mi rostro hacia la voz y sonreí ampliamente al ver a Alice.- ¿Cómo estás, bella? -Alice tenía una sonrisa peculiar, como si estuviera tramando algo.

-Hola, Alice. -fruncí el ceño con una sonrisa.- ¿No deberías estar con la familia de Álvaro? -cuestioné confundida.

-Si no me quieres aquí, solo dime. -fingió limpiarse una lágrima. Reí.

-Sabes que te amo, pero sé que quieres estar con la familia de tu futuro esposo, amiga.

-Como me conoces, vale, solo venía a saludarte. -me abrazó y luego se marchó.

Rivals // Paulo Dybala Where stories live. Discover now