¿Es que ya no me quieres? [3 temporada de Angel's Friends]

Capítulo 27

Fuimos a la habitación de Sulfus, tuvimos que ir desde fuera ya que no queríamos que nadie nos viera y menos después de que la seguridad de la escuela fuera reforzada. Antes de entrar, vimos desde la ventana que solo Sulfus se encontraba dentro de la habitación. Cuando entramos, el se sorprendió bastante, incluso diría que se molesto un poco.

— ¿Qué hacéis vosotras aquí?— pregunto serio, demasiado para ser él— Está prohibido que los ángeles estéis en esta área de la escuela— no había burlas ni criticas, este no se parecía en nada a mi Sulfus.

—Encima que venimos a ayudarte— Miki estaba enfadada.

— ¿Ayudarme?— cuestionó Sulfus— Yo no necesito ayuda, y mucho menos vuestra.

—Claro que la necesitas, ya sabemos lo de Reina y Blue— Dulce como siempre iba directa sin medir las consecuencias, habíamos quedado en no decírselo de golpe, sino de poco en poco.

—No sé de qué me habláis y tampoco me importa, así que dejar de molestarme— se dirigió a la salida— Más vale que cuando vuelva no estéis.

—Vamos Sulfus no hace falta que lo ocultes, ya lo sabemos todo— Urie corto a Miki.

—Déjalo, está claro que gracias a la hipnosis de Blue Sulfus no puede decir nada— Urie expreso lo que yo ya suponía— Raf, cuando quieras.

—De acuerdo, me acerque a Sulfus y comencé a borrarle la memoria— ¡Alas de pensamiento!

— ¿Pero qué?— comenzó Sulfus, pero yo le borre la orden de Blue— ¿Qué ha pasado? ¿Qué hacéis aquí chicas?— Sulfus parecía un poco perdido.

—Ayudarte— le sonreí.

Con Sulfus sentado en su cama, entre las cuatro le explicamos todo lo que ya sabíamos y lo que le habíamos hecho para evitar que se metiera en líos a causa de la hipnosis de Blue.

—No recuerdo que Blue me hipnotizara, definitivamente me has borrado la memoria— me sonrió Sulfus— Debo decir por primera vez que agradezco que hayas metido vuestras brillantes aureolas en mis problemas— este, este era mi Sulfus.

—Bueno, lo mejor será avisar al profesor Arkan y a la profesora Tempel— sugirió Miki.

—No— dijo un implacable Sulfus— Aun no.

—Bueno, mejor avisemos a los demás demonios y luego ya veremos que hacemos— sugerí yo.

—Además, los profesores no están en la escuela— nos recordó Dulce.

—No quiero que os metáis— hablo Sulfus— Es un problema mío y de nadie más— estaba loco si de verdad pensaba que le dejaríamos a él con todo el problema.

—Lo siento mucho Sulfus, pero estamos juntos en esto así que más vale que te acostumbres de nuevo a nuestra presencia— dije muy segura de mi misma, no le dejaría solo.

—Ha sido gracias a nosotras que te has librado de una buena, está más que claro que nos necesitas— me ayudo Dulce.

—Está bien— accedió— Vayamos a decírselo a los demás, será mejor cuanto antes, es mejor no perder el tiempo— salió volando por la ventana, seguramente para que no nos viera a nosotras, mis amigas y yo le seguimos— Debo avisaros de que Gas ya sabe mayormente todo.

—Tranquilo, nosotras ya lo sabemos— dije volando a su lado, el se sorprendió.

— ¿Pero cómo es que sabéis tantas cosas?— preguntó deteniéndose y quedando volando en el sitio.

—Entramos en tus recuerdo— admitió Dulce, otra vez siendo muy directa.

—Usamos mi digi-sueños— siguió Urie.

—Era por una buena causa— concluyó Miki.

—Eso de que entréis en mis recuerdos no mola nada y más vale que sea la última vez— nos aviso con un todo autoritario, a pesar de estar molesto, en el fondo entendía que lo hicimos con buenas intenciones.

Al final, llegamos donde estaban los demás demonios.