C A P I T U L O 56

707 60 68
                                    

L U N E S

-Buenos Aires, Argentina-

Ámbar POV

Todo seguía doliendo tal cómo el primer día, no sólo físicamente, pero emocionalmente, esa sensación de estar rota parecía haber llegado para quedarse, hacía todo lo posible por olvidar mi sufrimiento pero era imposible, no sólo porque las marcas de aquel día estaban por todo mi cuerpo y no las pocas que Matteo observó; pero además, cada respiración se hacía más pesada, mi cuerpo no tenía energía suficiente para continuar con mi vida, sentía que había perdido todo el sentido, me desconocía a mí misma, y no era que alguna vez lo había logrado hacer, pero por un momento pensé que esta sería la Ámbar Smith de siempre.
Quizá estaba muy equivocada, todo fue sólo un error, todo fue mi culpa, por confiar en él a pesar de todas las claras señales, era obvio que lo único que quise al estar con él fue olvidarme de todo, pero él, cómo todo en mi vida, sólo me destrozó más. Al parecer mi destino era ser lastimada, para este punto de mi vida ya debería haberlo aprendido.
Ni siquiera sé que hacía en el Roller, no tenía ganas de soportar miradas y murmullos, porque si, cuando estás tan rota cómo yo te comienzas a percatar de cómo sos señalada a tu alrededor, al parecer no perdí mi popularidad en todo este tiempo, pero claramente está popularidad era sólo mala.
Estaba decidida a ir a la mansión, tampoco es que deseara pisar el mismo suelo que mi madrina, pero al menos ahí no tendría que soportar nada de esto, cuando de repente, mi celular comenzó a sonar, al ver el nombre de la persona que llamaba, respiré hondo armándome de valor para lo que se venía, ya que sólo podría tratarse de dos cosas, buenas o malas noticias.

Ámbar: ...No, yo entiendo... ¿Pero puedo ir yo sola por los resultados? -apreté los ojos al pronunciar esta última palabra-
???: Si podés Ámbar... Pero la doctora fue muy clara al decirme que si querés que ella los siga atendiendo tendrás que venir con él la próxima -bufé sabiendo a quién se refería- O venir con uno de tus padres -tragué saliva con dificultad- De cualquier forma no te podemos atender sin un mayor porque sos menor de edad.
Ámbar: De acuerdo... Veré que hago... Y ya mismo voy por los resultados.

Corté el llamado agregando un problema más a mi lista de tan sólo pensar que dependía de lo que dijeran esos resultados, y que si salía... Positivo... Estaría obligada a cruzarme con él una vez más y era lo que menos quería, el simple pensamiento de compartir la misma habitación que él me causaba un terrible escalofrío.
Sea cómo sea, debía apresurarme por los resultados, no pretendía aplazar más esa duda, por lo que caminé decidida a salir del Roller, cuando sentí el cuerpo de una chica chocar con el mío provocando que ambas nos detuviéramos.

???: ¡Perdón!.. ¡Perdona no te vi!

Rodé los ojos, lo que menos necesitaba en este momento era cosas cómo estás, pero al alejarme suficiente para observar a la chica noté que algo de ella me resultaba bastante familiar, cómo si ya la conociera de algún lado.

???: ¿Ámbar? -preguntó sonriente-
Ámbar: ¿Te conozco?
???: No, no me extrañaría igual... Soy Ariana.. La amiga de Matteo.

Entonces de ahí la conocía, ya decía yo que su rostro me resultaba bastante familiar, igual no tenía tiempo para pavadas, tenía muchos problemas serios que atender.

Ariana: ¿Tenés un minuto?
Ámbar: No, y la verdad no tengo nada que hablar con vos porque no te conozco... Así que si me discul...
Ariana: Es sólo un minuto... Enserio -rodé los ojos-
Ámbar: ¿Sobre qué?
Ariana: Sobre Matteo.

Matteo, por todo lo que ocurría en mi vida Matteo se había vuelto un segundo plano, apenas hoy descubrió lo que tanto intenté ocultar de Rafa luego de tiernamente pedirme mi amistad, no era exactamente lo que quería en estos momentos, pero estaba tan lastimada que no pensaba claro las cosas.

Crecimos Juntos | Terminada | Editando |Where stories live. Discover now