Amnesia || l.h (Temporada 1)

Capítulo 23

Viernes 22 de Mayo de 2011

"¿Rosa o verde?" Dije, sosteniendo dos paquetes de globos en cada mano, uno de color rosa y otro de color verde. Paula arrugó la nariz y echó las dos bolsas a el carro. Estábamos en una tienda de artículos para fiestas comprando lo necesario para su fiesta de cumpleaños.

"¿Cuánta gente va a ir?" Le pregunté.

"He mandado una invitación a casi todo el mundo del instituto y de fuera. Tranquila, no he invitado a nadie del EDRM."

EDRM: Equipo De Retrasados Mentales, formado por Nessa, Sarah, Carmen y todos los chavales que les habían estado arruinando la existencia a Calum, Luke y Michael.

"Menos mal." Pasamos por delante de un montón de máscaras, nos miramos como si acabásemos de pensar lo mismo. "¿Crees que te llegará el presupuesto?" Se echó a reír y se encogió de hombros, así que echamos un puñado de máscaras a el carro.

"¿Cuántas cogemos?" Me preguntó, yo imité el gesto que acababa de hacer de encogerse de hombros y eché unas cuantas más. "Eres consciente de que va a ser la primera vez que bebamos, ¿no?" Abrí los ojos de par en par.

"¿Cómo? No, no. No pienso beber aún." Negué con la cabeza y Paula asentía.

"Claro que sí, vas a necesitar un empujón para contarle a Luke la verdad de todo." Mierda, casi lo había olvidado. Habían pasado casi dos meses desde que sabía que tendria que ir a España y aún no había hablado con él.

"No voy a contárselo en tu fiesta."

"Siempre dices lo mismo, siempre tienes una excusa para no hablar con él. ¿De verdad te consideras madura? Pues cuéntaselo de una vez, sin rodeos, sin despistes." Se dio la vuelta y continuó andando por el pasillo. Recordé que la carta me iba a llegar a finales de mayo, pero todavía no había recibido nada. Suspiré y fui tras ella.

"Llevamos treinta y siete máscaras." Dije, contándolas una a una.

"Espera aquí, voy a por unas cuantas mas."

En el camino a su casa fuimos en autobús, estábamos sentadas cuando recibió una llamada.

"¿Diga? Oh, hola... No, bobo, es mañana... ¿En serio? Aw. Un cuarenta... ¿Qué? Claro que no soy alérgica a los frutos secos... Sí... Vale... Yo también, hasta luego." Paula suspiró y me miró. "El amor..." Puse los ojos en blanco. "No me digas que no sientes eso cuando estas con Luke. Un cosquilleo en el estómago, y te sientes como protegida ¿no? Como si supieses que nadie te puede hacer daño mientras él esté a tu lado." Volvió a suspirar, giré mi cabeza para mirar por la ventana. Paula tenía razón, me sentía segura y a salvo siempre que estaba al lado de Luke. Me resultaba raro que ella sintiese lo mismo, yo no quería hablar de qué sentimientos tenía respecto a él porque parecía que se podían esfumar si se lo contaba a alguien. Era mi pequeño secreto, mi pequeño mundo en el que solo estábamos Luke y yo. Abrí los ojos y dejé caer mi cabeza atrás al recordar que no había pensado en qué me iba a poner.

"No sé qué ponerme." Dijimos Paula y yo a la vez y después empezamos a reír. "Te conozco como si te hubiese parido. Y no te preocupes, ahora vamos un momento a tu casa y lo arreglamos." Asentí.

-

"Mamá, estoy con Paula. ¿Mamá?" El silencio fue mi respuesta, dejé que Paula entrase a mi casa y cerré la puerta detrás de mí.

"Oh, vamos, no necesitas a tu madre ahora. Es tu momento, vamos a convertirte en una super estrella del rock." Levanté las cejas y negué con la cabeza, nos dirigimos a mi habitación y ella se sentó en mi cama mientras yo abría el armario y sacaba montones de ropa para colocarlos encima del escritorio. "Aquí fue donde te conté que me gustaba Michael, y donde Nessa dijo lo mismo, y luego con Rose y lo de tu padre... Muchas cosas para ser una sola habitación, yo no podría dormir con tantos recuerdos rondándome por la mente."

"No creas que yo duermo como en el séptimo cielo." Resoplé. Cogí varias camisetas, probándomelas por encima. "¿Tú qué vas a llevar?"

"Una camiseta de manga corta a rayas y vaqueros, no me pienso arreglar." Lo pensé durante un momento, al final opté por una camiseta negra y unos pitillos.

Salimos de mi casa y fuimos andando hasta el lugar donde iba a ser la fiesta, la casa de Paula. En cuanto llegamos, nos pusimos a preparar todo.

Guardamos los objetos delicados y las macetas en el sótano, el cual cerramos con llave para que nadie entrase. Apartamos las mesas, guardamos los cuadros y escondimos los mandos de televisión. Cuando todo estuvo despejado, comenzamos a hinchar los globos y a dejar sueltos los de helio, para que subiesen al techo. Paula sacó los altavoces de su padre y preparó los cables para introducir el iPhone y que la música comenzase a reproducirse.

"Vale, de momento ya está. Mañana haremos lo que falta, Calum traerá la bebida y Michael la tarta. Luke creo que dijo que compraría pizza." Se encogió de hombros. Me pasé una mano por la frente para secarme el sudor. Las dos subimos a su habitación y yo me tiré en la cama, Paula se puso el pijama y me dio un empujón haciéndome caer al suelo.

"¿Has oído ese crujido? Creo que han sido mis costillas." Paula se rió y me tiró una almohada.

"Si no te pones el pijama rápido, apago las luces y duermes ahí." De un salto me quité la camiseta y me puse una de Nirvana. Me acosté a su lado y suspiré.

"Ya puedes apagar." Dije.

"¿Es cosa mía o... huele a Luke?" Me miró y yo me sonrojé, negando con la cabeza rápidamente.

"Son alucinaciones de pre-cumpleaños. Apaga ya las luces, buenas noches." Me giré dándole la espalda y noté cómo el colchón se hundía a mi lado, Paula se había sentado como un indio y daba palmaditas mientras reía.

"¡Le has robado una camiseta!" Me volvió a empujar, pero esta vez sin tirarme de la cama.

"Es mi novio, así que prácticamente no es robar, sino tomar prestado. Y ahora a dormir."