#17

181 21 5
                                    

Un gemido se escuchó por toda la planta baja, seguidamente hubo un extraño golpe y Fon subió furioso las escaleras para dirigirse a su habitación.

Alaude acarició la zona afectada de su cabeza antes de seguirle bastante confundido.

Todo había sido tan perfecto y entonces...

Tropezó con el último escalón al no haber terminado de habituarse a la oscuridad y siguió el sonido de un portazo hacia la habitación de Fon, quien había echado el pestillo y se mantenía sentado junto a la puerta.

Esperando...

—¿Por qué estás...?

—Te odio.

Bufó.

—Si lo hicieras habrías aprovechado para deshacerte de mí, sin embargo fuiste a buscarme —señaló pegando la frente en la puerta—. Fon, ¿por qué estás molesto?

Hubo una pausa prolongada ante la pregunta, el rubio se separó de la puerta, sentándose contra ella a sabiendas de que su tutor necesitaba espacio para pensar coherentemente.

Porque Fon era ese tipo de persona.

Finalmente, después de apoyar la cabeza contra la madera y cerrar los ojos, le escuchó.

Un pequeño gimoteo.

—¿Fo...?

—Estaba asustado —murmuró—. Alaude, estoy muy viejo ya. Todo este tiempo he creído que amabas a Giotto —y la posibilidad horrorizó al rubio—. Enterarme de que era yo a quien deseabas...

—¿Eso te molesta?

Hubo un golpe en la parte detrás de su cabeza, el Hibari gimió sorprendido y adolorido.

—Estoy molesto porque jamás me lo dijiste y tuve que enterarme pensando que te irías —se quejó—. Maldita sea, Alaude. Eso fue una mierda de situación, sentí que te perdía, sin contar lo que llevo sufriendo al pensar en verte algún día con Gio...

—Ugh, no lo digas —rogó asqueado—. Fon, he estado enamorado de ti desde los diez. ¿Eres tonto?

—Bueno, alguien me embriagaba, mis recuerdos siempre han sido difusos —se excusó a la defensiva—. Ya me dirás tú qué tan acertado podría estar mi razona... ¿Dices que desde los diez?

—Yep. Casi una década dedicado a ti, no puedo creer que jamás lo notases.

—Siempre estabas con Giotto.

—Porque es mi consejero —rodó los ojos—. Ha pasado media vida aconsejándome qué hacer, es esa clase de amigo. Jamás le vería como objeto romántico. Te amo a ti únicamente.

No hubo respuesta inmediata, pero Alaude sonrió con los ojos cerrados y la cabeza contra la puerta, esperando.

Poco después escuchó murmuraciones, risas nerviosas y un extraño golpe,  rió en voz baja.

Fon se parecía a Tsunayoshi, siempre lo había considerado así aunque... Tomando en cuenta que el castaño era el más joven... Bueno, el punto se entiende.

Finalmente la puerta se abrió, sólo un poco y un sonrojado asiático le miró desconfiado.

—¿De verdad?

—Jamás te he mentido —ante la nada complacida mirada del otro, suspiró poniéndose de pie—. Fon, te he amado toda mi vida, he deseado decirlo siempre y si no lo hice es porque sé que me rechazarías, si lo hago ahora no es porque tenga más confianza. Sólo creo que mereces saberlo.

Poco comúnWhere stories live. Discover now