Capítulo 30- Películas Malas y Pendientes Elegantes

179 8 1
                                    


El habitual olor del desayuno recién hecho se coló en mi habitación sobre las siete de la mañana y me despertó antes de que Jace tuviera la oportunidad de hacerlo. Me enfundé un par de mayas y deambulé por el pasillo hasta la cocina, donde encontré a Jace y Louis horneando unas galletas.

-Dios mio, se ha levantado pronto. -Dijo Jace fingiendo sorpresa.

-¡Es el milagro de los milagros! -Rio Louis. Al ver que mi mirada inspiraba de todo menos diversión pararon de reírse y Louis me ofreció un vaso de zumo de naranja con pinta de recién exprimido. -Para ti, princesa.

Puse los ojos en blanco y me senté en la encimera, dando pequeños tragos al zumo y esperando a que se terminaran las galletas. Louis estaba todo el rato encima de Jace, peinándole y sirviéndole más café y quitando pelusas de su jersey. Tuve una punzada de celos al pensar que Harry nunca sería así.

Desayunamos rápidamente y nos vestimos antes de salir por la puerta con nuestras tazas de café para llevar. Louis nos acompañó la mitad del camino al trabajo, ya que su apartamento estaba de paso, en ese punto giró una esquina mandándonos besos y prometiéndonos que nos veríamos luego.

-Te adora. -Le dije a Jace en cuanto Louis ya no nos podía escuchar. Jace sonrió ampliamente mientras miraba su figura alejarse y asintió, medio atontado.

-Sí

-¿Van a verse esta noche?

-Probablemente. ¿Y tú a Harry? -Me reí irónicamente mientras entrábamos al edificio de oficinas.

-¿Quién sabe?

-Norah. -Dijo en voz baja. Noté la duda en su voz y me giré para mirarle. -¿Estás bien?

-¿Sí?

-Es que... pareces estar como cansada. No sé. Pareces muy estresada.

-Estoy bien. -Refunfuñé.

Preferí ignorar su mirada insegura y pulsé el botón del ascensor que nos llevaría a la tercera planta donde nuestro nuevo y mejorado despacho nos esperaban. Los dos estábamos emocionados por nuestro primer día de trabajo como empleados reales, no becarios. Sophia ya estaba archivando cosas cuando llegamos a la flamante habitación. Se giró al vernos entrar y elevó una carpeta ligeramente.

-Victoria quiere que leáis esto, lo editéis y lo hagáis más creativo. Encuentren algunas fotos buenas que peguen con el artículo. -Hizo una pequeña pausa. -Otra cosa, ese tío espeluznante de ayer ha llamado.

-¿Harry? -Pregunté, comenzando a palidecer.

-Sí, ha dicho que llamaría en un par de minutos.

-Genial. -Murmuré, tirándome en una de las sillas y cogiendo la carpeta de las pálidas manos de Sophia. Era algo que Alice había escrito que seguramente ya estaba perfecto. Jace sentó a mi lado con su propia copia y comenzamos a leer mientras Sophia merodeaba por el despacho haciendo varias cosas.

Las ideas ya estaban tomando forma en mi cabeza mientras leía el artículo, que ya de por si estaba bien escrito. Con café en una mano y un boli en la otra tomaba apuntes en los bordes y rodeaba las cosas que no sonaban del todo bien. La atenta Sophia nos rellenó los cafés en cuanto los acabamos.

En ese momento el teléfono sonó. Me dio un vuelco el corazón al ver a nuestra ayudante acercarse a él, con sus ojos azules fijos en mí mientras levantaba el auricular. Tomé aire profundamente antes de que contestara.

-Despacho de Jace y Norah. Sí, está aquí. Espere un momento, por favor, señor Styles. -Dijo con una dulce voz antes de presionar el botón de llamada en espera y mirarme. -¿Quieres hablar con él?

SUIT AND TIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora