Él me estaba sonriendo en cada momento, y ya estaba ansiosa por empezar con la verdadera acción de una vez por todas.

Apoyo su peso sobre sus antebrazos, y me miro encantadoramente. Solté una pequeña risita, y tome el impulso para voltearme, dejándome a mi encima de él. Por su sonrisa torcida supe qué no iba a estar allí durante mucho tiempo, pero lo aproveche, y me agache para besarlo apasionadamente.

El respondió tirando de mi cuerpo de manera qué me apretaba contra el suyo, sentía su erección en mi muslo. Sus manos le dieron un fuerte apretón a mi trasero, y aprovecho el gemido qué solté para invadir mi boca con su lengua.

Cómo yo había pensando, mi posición dominante no duró mucho, y Justin nos había volteado otra vez. Una de sus manos estaban haciendo esfuerzo en el suelo, y la otra estaba acariciando mi vientre, sentía qué me ponía aún más húmeda bajo su toque.

— Justin.. — Gemí cuándo el presionó su dedo contra la tela de mis bragas.

Llevo sus manos de vuelta a mi espalda, desabrochando mi sujetador. — Eres tan hermosa, nena. — Mi sujetador estaba en el suelo en un segundo, y Justin empezó a besar por debajo de mis senos, bajando por mi estomago hasta llegar a mi cintura.

Bajo mis bragas por mis piernas, y las tiro a otro lado, junto con sus boxers. Me mordí el labio mirando a cualquier otro lado qué no sea allá abajo. — Mírame. — Con su mano, alzó mi barbilla obligándome a verlo, y sonrío al ver mis mejillas rojas.

Lo noté colocándose en mi entrada, y luego empujo para entrar completamente, de mi boca salió un grito ahogado, y cerré mis ojos por el mínimo dolor qué sentía. — Te adoro, Emma. — Las palabras de Justin eran todo lo qué necesitaba escuchar para calmarme, y luego de hacerlo, arquee mi espalda hacía arriba sintiendo el placer golpearme.

Él lo tomó como su señal para obtener finalmente lo que quería cuando empezó a deslizarse dentro y fuera con cuidado, pero asegurándose de que ambos sentíamos lo increíble que era.

Todo el tiempo me estaba besando y acariciando mis curvas mientras yo me agarraba de su espalda y cuello, tratando de seguir el ritmo de su paso.

— Joder, estás tan apretada nena. — Gruñó, empezando a seguir su ritmo necesitando más.

— Justin.. — Gemí. Sentía qué ya estaba llegando a mi punto máximo, y sabía qué Justin también lo estaba.

Cuándo ambos llegamos, el se desplomó encima de mí. Nuestros cuerpos estaban temblando, y oía sus respiraciones pesadas en mi oído.

No fue sólo placer físico, si no también la sensación de ser uno, de estar tan cerca, de mostrarnos lo mucho que nos queríamos y protegeríamos el uno del otro. Probablemente es la mejor cosa que he vivido.

Recogimos todas las cosas, y nos dirigimos al coche. — ¿Ahora a dónde? — Sonreí, esperaba más de está noche, aunque estaba ya muy cansada.

— Llevaré a la pequeña niña, a dormir plácidamente. — Sonó justo por el momento, pero ya en mi mente me imaginaba miles de planes para mañana.

— ¿Podemos ir mañana al cine? Están pasando 'me before you'. — Su cuerpo se tenso, pero luego me dirigió una sonrisa y asintió, deje el tema caer allí. Y entonces me dormí.

...

Justin entraba silenciosamente a su departamento, con Emma dormida entre sus brazos, y la acostó rápidamente en su cama, arropándola con una cobija.

— Gracias por estar conmigo Justin, te adoro demasiado. — Las palabras salieron de la nada, y Emma se levanto para plantear un beso en los labios de Justin. — Jamás voy a dejarte, lo eres todo para mí. — Volvió a acostarse, cayendo rendida en cuestión de segundos, y Justin sintió su corazón romperse.

Suspiro, luego de unos minutos se levanto de aquella cama, agarro una hoja con un bolígrafo y escribió una nota en ella.

La dejo en la mesita de noche, sacó una cajita de terciopelo de su bolsillo trasero, metió otra nota dentro de la cajita y la dejo arriba de aquella hoja. Sacó una cajita igual de los cajones, y se colocó el collar en su cuello, con la inicial 'E' imprenta en oro.

Dándole una última mirada a la pequeña Emma, beso su frente dulcemente. — Volveré por ti, es una promesa.

Fueron sus ultimas palabras antes de marcharse de aquel departamento, y salir. El coche de Ryan ya estaba aparcado afuera, y Justin se subió al de él, y siguió detrás del coche.

Lágrimas recorrían su cara, había dejado su alma en aquella habitación..

...

Emma Reed..

Me desperté de la nada, al no sentir un peso a mi lado. El reloj marcaba las 4:53am, y lo último qué recuerdo antes de quedarme dormida, era decirle a Justin lo mucho qué lo adoraba. Sin embargo, él no se encontraba a mi lado, y eso me puso alerta.

Aleje las cobijas de mi cuerpo, y me levante encendiendo la luz de la habitación, no había nadie, así qué camine al baño, dónde tampoco estaba nadie, ni mucho menos en la cocina, ni en el living, y su coche no estaba afuera. ¿A dónde diablos había ido Justin?

Agarre mi móvil desesperadamente marcando su número, pero sólo caía la contestadora dándome a entender qué estaba apagado.

Suspiré, tal vez fue para el almacén, o por Ryan. Decidí revisar los cajones para tomar un abrigo, y buscarlo.

La garganta se me secó al no ver ropa de Justin ni allí ni en el armario. Por un momento sentí, qué la tensión estaba bajando.

Entonces vi una rara hoja blanca en la mesita de noche alado de la lámpara.

Me senté en la orilla, y la agarré junto con una cajita extraña qué estaba encima de ella. La hoja decía una dirección, y sonreí al imaginarme a Justin con sus grandes sorpresas.

No abrí la cajita, la deje en el mismo lugar dónde estaba, y tome las llaves de mi coche, conduciendo a la dirección. Me imagine miles de escenarios con Justin en ese lugar, estaba ansiosa, nerviosa, y emocionada por lo qué pudiera pasar.

Al cabo de algunos minutos largos, llegué. Estaba en medio de una carretera vacía, con un puente, y postes de luces iluminándolas. Baje del coche, y mire a todas partes. — ¿Justin? — Grité, esperando qué saliera de cualquier lugar, pero sólo mi voz, y mis pasos se escuchaban. — ¿Justin? — Está vez grité mucho más fuerte, pero el resultado fue el mismo. Me acerqué más a dónde iluminaba la luz en el puente, y en medio de la carretera había otra nota.

'Te hice el amor de una manera qué pudieras recordarme siempre. Te amo cómo si todo esto fuera perfecto, cómo sí tú fueras perfecta, y cómo si yo puedo ser perfecto también. Voy a recordarte todos los días de mi vida, y lucharé por ti hasta mi último aliento. Eres el ángel qué enviaron para salvarme de toda mi oscuridad. Mira directamente al puente. Te amo Emma Reed'

Levante mi mirada hacía dónde Justin había escrito en aquella nota, y lleve mi mano tapando mi boca, lágrimas empezaron a salir, tapaba mis sollozos, ya qué era lo único qué se podía escuchar.

Mire hacía la carretera, y allí estaba un coche con una figura masculina fuera de él mirándome fijamente, pero al darse cuenta, simplemente se subió y se fue a toda la velocidad posible. Era Justin, podía sentirlo..

El puente estaba pintado con un grafitti.

"Tenías qué ser tú".

Justin se había ido, dejándome en claro qué me recordaría por siempre, y yo haría lo mismo..

...

THE END.

It had to be you | jbWhere stories live. Discover now