4.

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"¡Qué comience la diversión chicos!".

Emma Reed..

— ¡Atención! — Grito el profesor de literatura. — ¡ATENCIÓN! — Volvió a gritar este, pero haciendo un fuerte sonido golpeado su escritorio. Todos volteamos a observarlo.

》》 — Muy bien — Sonrió triunfante. — Quiero qué redacten una historia sobre la vida de una persona completamente diferente a ustedes, sí no conocen lo suficiente a esa persona, púes mucho mejor, quiero qué se adentren en su vida, qué sepan cosas qué nadie sabe, qué lleguen a conocer esa persona más de lo qué ella se conoce, y quiero qué lo pasmen en hojas blancas. — Bufe, era un trabajo completamente ridículo. — Quiero esa historia al final del mes, ósea sólo tienen 3 semanas para hacerla, lo mínimo son 6 hojas, y por favor, sean coherentes, no quiero basura en mi escritorio.

Sonó el timbre en el momento qué dejó de hablar, todos salieron corriendo. No entendía la urgencia en la qué querían salir de primeros.

Fui la última en salir y camine hacia mí espacio del campus.

¿De quién diablos se suponía que iba a escribir? No conozco a tantas personas y realmente no iba a empezar a socializar con desconocidos preguntándole sobre sus vidas.

— ¡Emmaaaaa! — Una voz femenina qué podía reconocer en cualquier lugar me sacó de mis pensamientos.

— ¡Jess! — Me levanté corriendo aquella chica, con los brazos abiertos.

Jessica Stevens es mí mejor amiga desde siempre, somos muy unidas, no la cambiaría por nada en el mundo.
La única diferencia qué teníamos era qué Jessie siempre había sido atrevida, rebelde, y popular. Y yo trataba lo posible de alejarme de los problemas.

Los padres de Jessie y míos eran familias millonarias, tenían empresas, varias empresas en Seattle, las mejores según las personas qué habitaban la ciudad.

— ¡Maldición chica! Estás mas buena cada vez. — Jess me examinó por completo sin perderse ningún detalle de mí.

— Te extrañe mucho. — La abrace nuevamente para luego sentarnos y yo poder guardas las cosas.

— ¡Oh girl! Italia es lo mejor. Muchos chicos guapos, sexys y jodidamente calientes, me hubiera quedado allá por siempre pero te extrañaba mucho y no podía encontrar otra Emma allá. — Hizo su típico puchero de perrito sacandome una sonrisa.

— Sí, sí. — Rodee los ojos divertidamente.

— Cuéntame ¿te embarazaste en los meses qué no estuve? — Abrí los ojos como platos ante su comentario, dándole un golpe en la parte posterior de su cabeza.

— ¡Por supuesto qué no! ¿Estás en drogas?

Jessica había ido de vacaciones a Italia con su familia, al principio me contaba qué no le gustaba la idea, ella y sus padres no tenían ninguna comunicación, intercambiaban palabras cortas, ninguna emoción de por medio, siempre eran viajes de negocios, hija solitaria.

Pero luego me sorprendió cuándo acepto diciendo qué estar lejos de la misma ciudad de siempre sería nuevo y mejor para su vida.

Siguió contándome todas las aventuras que hizo hasta qué el siguiente timbre sonó y nos despedimos.

Teníamos distintos horarios y sólo teníamos 4 clases juntas.

Llegué al aula y me senté en mí usual puesto. Después de unos minutos la clase entera llegó junto al profesor. Todos, excepto Justin.

No llegó después de 10 minutos y me resultó un poco extraño qué no asistiera.

'¿Qué te importa?'

Hablo mí subconsciente, teniendo razón. Decidí concentrarme en clases y dejar de darle vueltas al asunto.

...

Justin Bieber..

— ¡Muy bien! Ya qué todos estamos listos. Hagamos esto. — Estacione mí mercedes negro una calle después del departamento de policías, la mercancía estaba bajo llave en el sótano dónde se colocan las evidencias y para llegar hasta allí teníamos un plan qué jodidamente no podía fallar.

Ryan y yo íbamos vestidos de policías, habíamos atacado a algunos guardias y tomado prestada su ropa para hacernos pasar por ellos.

Christian, Jake y Isaac vestían de civiles, iban a dar una visita a uno de los prisioneros, amigo de ellos  encarcelado por cómplice de un asesinato de hace 7 meses. 

Por otro lado, Liam y Derek también parte del equipo, estaban vigilando dentro del coche por sí algo, o alguien se daba cuenta o se veía sospechoso, entrando en las cámaras de seguridad del departamento y apagandolas todas en el momento qué nosotros entramos, solo teníamos 10 minutos antes de qué se dieran cuenta los policías dentro, todos estábamos conectados con una radio dónde podrían avisar cualquier cosa qué sucediera fuera del plan.

En el equipo faltaban 2, estábamos  conformados por 9, los ya nombrados y Aaron Jones y Ethan Reed.

Aaron y Ethan actualmente estaban en California, haciendo algunos negocios, volvían dentro de 2 días. Para la familia de Ethan, él estaba de excursión con algunos amigos.

Ryan, Christian, Jake, Isaac y yo, ya nos encontrábamos dentro de las oficinas de policías.

— Christian, Jake y Isaac reportense. — Dije por la radio.

— En posición. — Ryan me miro alzando su cabeza, estaba listo.

Qué comience la diversión chicos.

Hicimos nuestro camino hacía las evidencias, no sin antes saludar a algunos guardias para pasar desapercibido, llegamos a una puerta dónde teníamos qué pasar las credenciales y se podría abrir, pasamos las tarjetas de los guardias qué atacaron, y dio luz verde para pasar.

Seguimos caminando haciendo lo mismo, hasta que encontramos las escaleras que daban hacía el cuarto de evidencias.

Bajamos y abrimos la puerta, había todo tipo de pruebas; ropa, zapatos, prendas, armas.

Caminamos por todos los estantes hasta llegar al final dónde estaba nuestra mercancia. 5 cajas de armas y 5 de drogas.

Mire directamente a Ryan dándole la señal y este aviso por el radio a Lían y Derek qué habíamos encontrado el objetivo.

Estaba contando para ver si todo estaba completo. La alarma de incendios fue activada y exactamente esa fue nuestra señal para sacar la mercancía.

Sacamos las 5 mochilas negras y metimos las cajas, Derek llegó al cabo de unos minutos con otras dos mochilas más y metimos las restantes.

No teníamos mucho tiempo así qué debíamos ser más rápidos.

Nos colocamos nuestras máscaras para no respirar el aire que proporcionaba la bomba lacrimógena  y caminos hacía la salida.

Del otro lado de la puerta nos esperaban los demás chicos, al ya casi salir les entregamos las mochilas y volvimos adentro evacuando a todos.

Hicimos la aviación perfecta cuando preguntaban que había pensando y nos hacíamos los que no teníamos ni la más mínima idea.

Corrimos hacia el mercedes y me saque rápidamente la ropa, más adelante en un callejón dejamos a los guardias qué seguían inconscientes junto con su uniforme y aceleramos.

Respire profundamente cuando llegue al almacén, el trabajo estaba hecho.

It had to be you | jbDär berättelser lever. Upptäck nu