It had to be you | jb

30.

"Me encantas porqué eres más de lo qué pensé tener".

¡Atención! Este capítulo contiene escenas sexuales.

...

Todas las palabras de Justin quedaron grabadas en mi mente. ¿Estaba lista? No lo sabía, mis nervios estaban al límite, ya no sentía mis piernas, simplemente me sentía caliente, con ganas de hacer miles de cosas y qué fuera Justin quién me las hiciera.

Estaba en mis cinco sentidos, pero no tenía tiempo para pensar si era lo correcto ó no. No sabía cómo responderle, así qué sólo me lancé a él besándolo con la misma intensidad qué hace algunos segundos.

— Se qué crees qué no es correcto, nena, voy a hacerte el amor cómo jamás nadie te lo va a hacer. — En un abrir y cerrar de ojos, Justin estaba arriba de mí, su boca me hace perder la cordura, su beso transmitía todo el deseo qué ha acumulado por mí, puedo sentirlo.

Me siento excitada, inclusive mojada al sentir sus manos vagar por mis senos, volteó los ojos mordiéndome el labio inferior al sentir la lengua de Justin lamer mí seno, su lengua era ágil. Nunca nada se había sentido tan bien, tan perfecto, tan ideal, pero es él, es la persona qué quiero.

Justin quita mis jeans, y seguido de ellas mis bragas rápidamente, sus ojos brillaron con excitación y dolor, por encima se veía qué alguien quería ser liberado.

Bajo por mi estomago dando besos mojados hasta llegar a mi clítoris. Abre mis piernas, y me mira cómo la primera vez, esperando mi aceptación.

Asentí a duras penas, sonrío maliciosamente. Sentí su respiración contra mis labios, y en el momento en el qué su lengua hace contacto, un fuerte gemido salió de mis labios.

Tome fuertemente las cobijas y me sonroje fuertemente, me estaba ahogando en placer, un hermoso placer. Justin se vuelve más salvaje, su lengua estaba en movimientos frenéticos de arriba a abajo y siento qué ya no puedo más, siento qué en cualquier momento voy a explotar.

Muerdo mi labio para callar mis gemidos. — No lo hagas nena, quiero escucharte todo el tiempo. — Al terminar abajo, se quita la camisa, y sentir mis senos contra su pecho era una sensación increíble, me miro de arriba a abajo analizándome y supe por instinto qué el verme desnuda era todo para él.

Me pego contra la pared de espaldas, mi trasero sentía su amigo a pesar de estar dentro de los jeans, gemí al sentir qué Justin se movió y este rozó con mis nalgas. — ¿Serás mía? — No respondí, estaba sumergida en completa excitación, al borde de la locura.

Justin desabrochó sus jeans, y ahora sentía aún más su amigo, ya qué el bóxer sólo era una tela, y podía sentir lo grande qué es. Justin me tomo de la cintura haciendo un movimiento brusco pegándome a su amigo, y gemí en respuesta. — ¿Serás mía? — Repitió susurrando en mi oído, y su respiración hizo escapar otro gemido más.

— Sí. — Respondí en un largo suspiro, no quería esperar, estaba ansiosa y tenía miedo, sobre lo qué podría pasar ahora e inclusive después.

Justin se quita el bóxer y me voltea dejando ver su atributo tan grande qué mis ojos brillaron y abrieron cómo platos del espanto.

Estaba desnudo y era perfecto, siempre ha sido perfecto. Me cargo besándome tiernamente hasta estar de nuevo en la cama.

— Quiero sentirte completa, sin ninguna barrera qué lo impida. Quiero sentir cuándo te cierres, quiero sentir cuándo te vengas en mí, quiero qué me sientas dentro de ti. ¿Sí? — Asentí ya loca con sus palabras, Justin abrió mis piernas, y poco a poco se acercó a mí, hasta entrar de la nada, cerré mis ojos fuertemente al sentir el dolor, el maldito dolor qué inundo todo mi cuerpo. — Mírame. Estoy aquí. — Abrí los ojos, y Justin tenía su mirada fija en mí.

Empezó a moverse lentamente, y el dolor aún estaba allí, mordía mi labio tratando de no cerrar mis ojos. Justin lo hacía lento, y agradecía a Dios, porqué era cómo si fuera una muñeca de porcelana qué estaba a punto de romperse.

A pesar de todo, sentirlo por primera vez dentro de mí era indescriptible. Mi primera vez, con Justin, con él, con alguien qué ha estado protegiéndome, y queriéndome, con alguien leal, con mi real.

El dolor ya no estaba, y con cada movimiento qué Justin hacía gemía en respuesta, mis pezones estaban erectos, y podía sentirme muy mojada abajo. De un momento a otro, los movimientos se volvieron más frenéticos, salvajes. — ¡Emma! — Gimió Justin, cerrando sus ojos moviéndose cómo un diablo en mí, acariciaba mis brazos, y se qué él al igual qué yo estaba completamente excitado. — No te cierres. — Dijo entrecortado, sentía todo mi cuerpo sudado, y Justin igual, estábamos llegando a nuestro punto.

— ¡Oh Dios! — Gemí fuertemente, ya estaba apunto de terminar, y Justin igual. Su mano se poso en mi cuello agarrándolo fuertemente, mis piernas estaban apretando su cintura, y mis uñas se enterraban en su espalda.

Justin se movía rápido, rápido, rápido, y conté hasta tres., ya sentía qué estaba en las nubes. — ¡Justin! — Gemí su nombre viniéndome en él, y él grito mi nombre haciendo lo mismo. Me sentía llena, nueva, me sentía brillante.

— Eres hermosa Emma Reed. — Sonreía perfectamente. Mis mejillas ardían completamente, y aún las escenas de hace segundos se repetían en mi mente. — Eres mía. Hoy, mañana, y siempre. — Salió de mi lentamente, y se dirigió al baño corriendo. Vi las cobijas de la cama, con algo de sangre, y sonreí interiormente, había tenido mi primera vez. Ya era una mujer completa.

Ya era su mujer. Hice un movimiento para levantarme, pero fue un error, me senté de nuevo, con un horrible dolor en el medio de piernas. — Ush. — Exclame del dolor, creo qué jamás había sentido algo igual a esto.

La puerta del baño se abrió revelando a un Justin con el cabello totalmente despeinado, y en bóxer. — ¿Estás bien, mí princesa? — Asentí lentamente, Justin se acerco para darme unos besos en mis piernas, sabía el dolor qué tenía, y me ayudo a ponerme mis bragas y un camisón de él qué me llegaba hasta las rodillas.

Justin cambió las cobijas por otras de un color carmesí, luego se tumbó en la cama, junto a mí, y mi mirada estaba fija en el techo. ¿Cómo había pasado todo tan rápido? Justin entrelazó mi mano con la suya y la apretó fuertemente. — Me encantas, me encanta la manera en la qué me haces sentir, me encanta la manera en la qué nada más parece importarme cuándo estoy contigo, me encantas porqué eres más de lo qué pensé tener. —Se giro buscando mi mirada, Justin tenía los ojos vidriosos a punto de llorar, y mi corazón se encogió. — Por eso voy a luchar por ti, así me cueste la vida, porqué tú eres mi salvación. Tú eres el amor de mi vida. — Beso tiernamente mis labios a pesar de las lágrimas qué inundaban mi cara.

— Te amo Justin, siempre.. — Respondí, estaba enamorada, estaba enamorada de Justin, mi primer amor, y siento qué el único.

...

Simplemente es mucho para mí este capítulo.
Estoy tan triste porqué sólo falta poco para qué acabe la novela, pero les prometo un final qué realmente quedarán con ganas de una segunda temporada, de verdad.
¡Disfruten mucho este capítulo! Voten y comenten.

Se les quiere un montón.

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Maggiex.