Capítulo 12

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Cuando sentí aquél impacto en el medio de mí rostro solo fui capaz de parpadear unas cuantas veces intentando recobrar la "consciencia" que había perdido.

— ¡Seokjin, por dios ¿Estas bien?! -Namjoon cerró la puerta tras de él, ¿Por qué había una puerta ahí? Pensé aún algo atontado.

Cuando quise emitir palabra nuevamente (luego de haberme recobrado del todo) pude verlo a él completamente rojo y con los ojos abiertos como platos.

— Huh, si, estoy bien —dije sobando mi cabeza con calma y posteriormente frunciendo el ceño.— ¿Por qué me miras así? —enarque una ceja ciertamente molesto. Él sólo movió su mano y señaló mí cintura. La toalla que cubría mis partes íntimas se había caído.

Mi boca se entreabrio como si estuviera por decir algo pero en cambio me quedé estático, lentamente, como si él no me hubiera analizado completamente, alcé la toalla que yacía sobre mis pies y la gire nuevamente alrededor de mi cintura. Miré hacia otro lado unos segundos y no pude evitar reírme unas cuantas veces, de los nervios, de lo bizarra que era la situación, de todo.

Relamí mis labios mientras daba media vuelta en dirección a la habitación donde él había dejado mi equipaje. Negué mientras para mis adentros pensaba «Ya nada puede hacer esto más incómodo o extraño, ¿Verdad?» suspiré pesadamente y me deje caer en la puerta cerrada tras de mí. Nuevamente estaba en soledad y sin que nadie estuviera apreciando mi miembro en primera plana.

Debía rescatar el hecho de que Namjoon estaba tan completamente nervioso que había pasado por algo dos cosas, una era que mi rostro era un tomate a causa del llanto; la otra, mi nariz estaba sangrando a causa del golpe que había recibido por la puerta.

Me tomé mi tiempo en vestirme y encargarme de parar la hemorragia proveniente de mi nariz. Finalmente luego de algo de veinte minutos salí de la habitación, un poco despeinado y también desorientado hasta que llegué a la sala de estar nuevamente, Namjoon estaba sentado en silencio frente a la televisión aunque no parecía estar prestándole atención. Pronto pude sentir el aire ponerse denso.

— Tú, ¿Realmente viniste por mí?

Sus palabras se sintieron como un puñal, ¿Tan imbécil había sido que ya ni siquiera eso era capaz de creerme? Carraspee y me senté a su lado aunque no nos dirigíamos la mirada.

— Si, yo...

Hice una pausa bajando la mirada y cubriendo mi rostro con las manos.

— ¿Tú?

— Quería disculparme. Por haber sido un imbécil, por haberme y haberte negado mis sentimientos. Es sólo que cada vez que te veo recuerdo la universidad, a mi madre y joder... La extraño tanto.

— ¿Entonces sí me conocías?

— Sabes, mi madre solía hablar mucho de sus estudiantes; siempre me relataba las trastadas que uno de sus alumnos hacia. Uno que era torpe, bastante bruto y algo payaso pero muy humilde y bueno. Decía que él podría ser una gran pareja para mí, que era diferente pero con el mismo corazón que yo solía tener. Que le recordaba a mí por el hecho de que a pesar de sus dificultades siempre se esforzaba por más.
Pronto me intrigó saber quién era ese estudiante y comencé a indagar más hasta que conseguí saber quién era y cuando lo hice, y al fin logre verlo cara a cara, caí rendido ante la belleza que tenía. Pero no podía permitirme estar con él, o mejor dicho algo dentro de mí dolía cada vez que pensaba en él, en que posiblemente mi caracter y mi forma de ser harían que él jamás se interesara en mí. Pronto tuvimos contacto, mi miedo hizo que me comportara como un imbécil aunque siempre me arrepentí y finalmente todo pasó, mi madre murió, yo herede sus restaurantes y finalmente decidí abrir el mío. Pero ese dolor no me dejaba de perseguir así que tome una desición, si amarlo dolía iba a odiarlo, después de todo era muy posible que ya jamás volviera a verlo. ¿Que sentido tenía amar a alguien que jamás iba a verme como alguien digno de él?
Finalmente conocí a Yoon Gi y no te mentiré diciéndote que no lo quise con todo el corazón, porque lo hice, pero aquél vacío seguía aún ahí incluso si lo llenaba con odio. Sabía que pese a que mi corazón le pertenecía a mi esposo mi alma deseaba estar con alguien más.

{Flashback.}

— ¿Diga?

— Buenas noches, ¿Es con Kim Seok Jin con quien me comunico?

— Sí, ¿Quién habla?

— Verá señor Kim, me comunico desde el hospital central de Seúl para comunicarle que una mujer de alrededor de unos 50 años, quien suponemos es su madre, ha sido ingresada de urgencia con heridas de gravedad en todo su cuerpo. Teniendo en cuenta que usted estaba en su lista de contactos recurrentes nos gustaría pedirle que se hiciera presente a la brevedad para poder comunicarle más en profundidad el estado en que se encuentra.

— ¿E-es esto una broma?

— No señor Kim y le rogamos que de ser usted un pariente cercano se presente ahora mismo.

20 minutos después.

— Sus heridas son de arma blanca, al parecer fue un intento de robo, quizá algún ajuste de cuentas. Quizá usted sepa mejor qué sucede. La cuestión ahora mismo es que es muy probable que no sobreviva más de dos días debido a las zonas que tiene lastimadas.

1 día después.

— Lo sentimos por su pérdida, señor Kim.

Luego de haber relatado todo eso hice silencio, sin darme cuenta de nuevo las lágrimas se escapaban de mí involuntariamente. Sentía mucho pesar por mis acciones y en mis palabras se reflejaba. Namjoon sólo permanecía en silencio, se veía completamente confundido, y no lo culpaba.

Sin decir nada se aferró a mí en un cálido abrazo, aquello me sorprendió en sobremanera y me costó reaccionar pero en cuanto lo hice me aferré a él como si mi vida dependiera de ello, y en cierto modo lo hacía, y decidí que si él podía perdonarme todo eso yo comenzaría a esforzarme por ser quien era antes, mejor dicho, por ser alguien mejor para él.

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⏰ Dernière mise à jour : Feb 01, 2018 ⏰

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