Capítulo 2

1.5K 251 88
                                    

— La pregunta, Seokjin, es que haces tú aquí. -Namjoon rió como si le hubiera contado el mejor chiste de su vida. Aunque cuando vio la mano de Yoongi tomando la mía carraspeo nerviosamente. — Lo siento, este restaurante pertenece a mí familia, a veces me gusta visitarlo. Aunque es una extraña coincidencia que tú hagas venido el mismo día -una sonrisa ladina se hizo presente y rascó su nuca. Normal que estuviera nervioso con la ahora fulminante mirada de Min sobre él.

— Perdonen que interrumpa su entretenida charla, ¿No? Pero ¿Tú eres? -Una de las cejas de Yoongi se había arqueado y él estaba completamente serio. Yo miré a Namjoon y mis ojos le decían que se vaya pero él parecía no captar la maldita indirecta. Tarado.

Cuando todo parecía no poder empeorar más, la mesera llegó con nuestra comida. Dejo el plato de waffles con frutas y un capuchino en frente de mí y el café de Yoongi para posteriormente retirarse. Yo suspiré y relami mis labios.

— Ya veo qué hacen aquí. Perdóname por haberte obligado a comer aquí fuera, Seokjin, te lo compensaré en la cena. Lo prometo -Namjoon sonreía inocentemente, parecía no haberse dado cuenta de todo lo que estaba causando. Yoongi alzó ambas cejas ahora e intentó ponerse de pie. El agarre de mi mano se lo impidió.

— Perdón, déjame ver si entiendo, Jin. ¿Ustedes durmieron juntos?

— No, no, no. No -tartamudee y reí unas cuantas veces mientras negaba. — Creo que te llaman desde la cocina Namjoon... -gruñi entre dientes. Él me miró desconcertado.

— ¿Qué? Pero si ¡Aaaauuu...! Oh -rió unas cuantas veces nerviosamente mientras miraba como mi pie había impactado directamente con su pierna. — Si, eso creo. Nos vemos más tarde Jin. ¡Adiós! -hizo una reverencia y mientras se sobaba la pierna se alejó de nosotros. Vaya tipo.

— No llegamos a... -uno de mis dedos se poso sobre los labios de Yoongi callandolo.

— Yo hablaré. Aunque no te debo explicaciones lo haré. -suspire pesadamente y comencé a relatar mientras pensaba qué tan raro se escucharía. — Él es Kim Namjoon, crítico de comida. Vino a mi restaurante ayer para hacer una reseña, la última vez que lo había hecho ésta había sido mala y sabes cuánto me molesta esto. Nuevamente fue mala y yo lo rete a que convivieramos, sólo durante las 4 comidas de día y, además, dirigieramos juntos la cocina de Ksj's. Es eso.

El rostro de Min se veía sorprendido, parpadeó unas cuantas veces y pude notar cómo intentaba con todas sus fuerzas no reírse, yo no le hallaba el chiste a la situación pero bueno.

— ¿Te has inventado toda esa excusa sólo para no admitir que te acostaste con él siendo que aún seguimos casados? Que bajo has caído Seokjin. -él rió con ganas, realmente se lo había tomado con humor. Yo cerré los ojos frustrado, después de todo era bastante normal que fuera así.

— ¡No seas idiota Yoongi, sabes que yo no haría algo así! -me quejé. — No soy como tú -murmuré ahora sin siquiera mirarlo.

— ¿Entonces qué sucedió con tu anillo? -una sonrisa ladina se formó envío sus labios y posteriormente mordió el inferior negando. — Solías ser mejor mentirosos, Jin. -habló en in suspiro mientras se ponía de pie, no podía irse. — Será mejor que los abogados se encarguen de esto. Veo que haga lo que haga ya no habrá vuelta atrás. -acto seguido se prendió el traje y dejó un par de billetes sobre la mesa antes de salir.

Mis ojos se cerraron y yo oculté mi rostro entre mis manos. ¿Acaso nada iba a salirme bien? Apenas llevaba un día con él, menos de eso, unas horas y ya había quemado un omelette, comido otro dulce y encima hecho enojar a mi aún esposo. ¡Que desastre!
Oí un carraspeo en frente mío y pude ver a Namjoon sentado con ambas manos sobre la mesa y sus dedos jugueteando sobre ella. Soltó un suave suspiro y cuando quiso hablar lo interrumpí.

— No digas nada, sólo cállate.

— ¿Por qué no dijiste que estabas casado? -arremetio sin importar mis palabras. Niño terco.

— ¿Debía hacerlo? Se supone que nosotros estamos haciendo algo en relación a la cocina, no a nuestras vidas personales.

— Pero él se veía molesto, ¿No te parece que pudo haberle dolido? Además tú no traigas sortija, ¿Por qué te la quitaste?

— Porque vamos a divorciarnos, ¿Esta bien? -gruñi viéndolo a los ojos y mordí mí labio inferior. — ¿Era eso lo que querías saber? Por eso no llevo sortija ni vivo con él. Joder Namjoon que entrometido resultaste ser, ¿Eres psicólogo o crítico? -me quejé mientras me ponía de pie y abrochaba el botón de mi saco saliendo de ahí hecho una fiera.

— Ni siquiera sabía que eras gay... -murmuró él riéndose por lo bajo. Preferí ignorarlo.

Las horas habían pasado, el almuerzo había llegado y mi restaurante estaba que explotaba. Pero todo estaba tranquilo, todo bajo control a excepción de una cosa; Namjoon no había aparecido.

— Se ve molesto... -Jungkook le susurró a Taehyung mientras él reía.

— Desde que tuvo esa tonta idea de invitar a Namjoon a convivir está así. Creo que incluso tuvo problemas con Yoongi.

— Y no nos olvidemos de nuestro querido amigo Hoseok. Cómo olvidar cuando lo descubrió ayer.

Taehyung comenzó a relatar mientras imitaba la voz de Jin de una forma fina y cómica;

El mantel se alzó dejando ver a Hoseok cubriéndose con ambos brazos y poniendo en practica el “si yo no te veo tú no me vez” ojalá hubiera sido así.

— ¿Qué estás haciendo ahí? ¿Tienes complejo de rata o qué? -murmuró Jin con una ceja arqueada mientras Hobi salía de ahí abajo. — Qué fue lo que oíste.

— T-todo -tartamudeo Hoseok. De fondo se escucharon las voces provenir desde el teléfono y bum. Seokjin explotó como una olla a presión.

— PERO QUÉ ESTÁN HACIENDO ESPIANDOME, VUELVAN A COCINAR VAGOS, LOS VOY A ECHAR, LES JURO POR DIOS QUE LOS ECHARÉ

Pude oír unas risas desde mi puesto y supe automáticamente de donde venían. Taehyung continuaba imitandome mientras que Jungkook moría de risa hasta que él me vió y calló.

— ¿Aún sigues aquí, hermanito? -comenté con una sonrisa que denotaba un claro mensaje “morirás”

— Yo... Ehm, hermano mío -rió el nerviosamente hasta que alguien lo salvó.

— Ya llegué~ -comentó Namjoon llevándose ahora toda mi atención. Estaba un poco mojado y mientras se sacaba el saco acomodaba su cabello hacia un lado. — está lloviendo -rió un poco. Y ante mi cara de asesino guardó silencio mirando a Tae y Kook quienes le advertían de mi humor.

— Tú...

Cooking Lovers ¡En Edición!Where stories live. Discover now