Capítulo 5

1.3K 252 44
                                    

La cercanía entre nosotros era cada vez mayor y Namjoon parecía no estar dispuesto a separarse, ¿Qué le pasaba? Su semblante ahora era calmado y él permanecía en silencio con los ojos fijos sobre los míos que no podían mantener la mirada sobre él.
Atenté a alejarme pero poco a poco me acostumbré a eso, a tenerlo cerca, tanto así que yo también lo miré fijo.
Todo parecía que iba a tomar un rumbo específico, uno del cual probablemente iba a arrepentirme después, pero algo apareció en mi mente. Mejor dicho alguien que me hizo alejarlo de un sólo golpe haciéndolo casi caer.

— Oh -se quejó él buscando recuperar el aire y yo reaccioné.

— Di-disculpame, estabas incomodandome -murmuré ahora apenado y relami mis labios.

— Si, seguro -susurro incorporándose a la vez que hacía tronar su cuello. — como decía, no tienes absolutamente nada para decir, por eso guardaste silencio.

— Como te dije, soy respetuoso. Muy respetuoso. -sonreí ampliamente. — ¿Pero realmente quieres saber qué pienso de ti? -alcé ambas cejas.

— Muero por saberlo -comentó él con una sonrisa bastante falsa mientras abría la nevera y sacaba un vino tinto que posteriormente sirvió en dos copas.

— Pienso que eres irritante, arrogante, maleducado, desconciderado, increíblemente impuntual e impulsivo además de caprichoso y bastante egoísta -hablé con calma mientras tomaba la copa que él me entregaba. Su sonrisa se desvaneció. — ah, si, también pienso que si eres crítico es porque definitivamente no tendrías futuro como cocinero

Él relamio sus labios y asintió con calma alejándose de mí. Bebió un poco de su vino y antes de hablar dejo la copa sobre la mesada detrás de él.

— ¿Tú realmente crees eso? -enarco una ceja, yo asentí. — es irónico, sabes, pensé que estabas describiendote a ti mismo. Ha de ser por eso que te gusto, ¿No? Porque somos parecidos

— ¿Y quién dijo que me gustas?

— Tú, en el momento en que iniciaste esto

— ¿Es decir que aceptaste porque te gusto? De cualquier forma lo hice para que esa estúpida reseña tuya, cuya veracidad dudo fervientemente, cambiara, Namjoon. -cuando terminé de hablar acerqué la copa para beber un poco.

— Sí, Seokjin, acepté porque me gustas -En ese momento casi escupí el vino sobre su cara.

— ¿Qué acabas de decir?

— Lo que oíste, no lo repetiré. Además creo que fui bastante obvio, incluso en la primer reseña. De todas formas a medida que te voy conociendo me convenzo más de que definitivamente nada entre tú y yo funcionaria, ah sí, por si te lo preguntabas las reseñas no tienen nada que ver con mis sentimientos. Realmente no me gustó la comida

Aquello me había dejado helado, completamente tieso en mi lugar y sin posibilidad de emitir palabras, primero Yoongi, ahora él. ¿Qué mierda pasaba y porqué me sentía confundido? Se suponía que entre Min y Namjoon no debería haber competencia, porque supuestamente no siento nada por ninguno de los dos, sin embargo las palabras de mi esposo y ahora las de Nam habían logrado hacerme pensar.
Namjoon definitivamente no me gustaba, bueno, apenas ahora comenzaba a conocerlo y todo lo que me sucedía respecto a él era molestias, sin embargo aquella cercanía y sus palabras horas antes me habían hecho "sentir" algo nuevo.
Y Yoongi, a él lo amaba, lo había amado todo este tiempo pero la relación se había deteriorado. Él siempre estaba enfocado en su trabajo y cuando no se la pasaba bebiendo, era doloroso verlo llegar completamente borracho, ver cómo prefería una copa con sus amigos a una comida conmigo. Hacía un tiempo me había enterado que me engañaba con alguien que trabajaba para mí, según él había sido algo fugaz pero eso había sido el detonante que yo necesite para pedirle el divorcio y darme cuenta que había tirado más de 3 años a la basura.

— Seokjin ¡SEOKJIN! -un chasquido y un pellizcon me hicieron bajar abruptamente a la realidad y parpadee unas cuantas veces viendo a Namjoon nuevamente. — ¿Estas bien? -cuestiono con una ceja alzada, yo me encogí de hombros restándole importancia. — ¿He herido tanto tu pobre orgullo? -bromeó él riéndose por lo bajo. Maldito.

— Ya cállate quieres, nada de lo que dijiste me importó. Además, tú mismo dijiste que mientras más me conoces más te arrepientes de sentir algo por mí así que no debo esforzarme -sonreí falsamente y me acerqué a las cocina. — déjame hacerte la cena así podré irme.

— Yo nunca dije eso, Seokjin -respondió él en un suspiro. — Sabes, tú y yo nos conocemos desde antes. Tú no eras así y lo sabes, tú no eras arrogante ni soberbio y mucho menos menospreciabas a la gente.

— ¿Y qué se supone que sabes de mí? -reí viéndolo mientras entre mis manos sostenía unos vegetales.

— Tú y yo fuimos a la misma escuela de cocina, la diferencia es que cuando estabas a punto de terminar yo apenas comenzaba. Solía verte siempre, eras el mejor, siempre fuiste muy talentoso y principalmente eras modesto. Le agradecidas todo a...

— Cállate -hablé impulsivamente mientras mis ojos se movían frenéticamente viéndolo e intentando contener el ahora llanto que quería invadirme.

— Lo siento, no sabía que

— ¡CALLATE! No la nombres, simplemente no... -deje aquellas verduras que sostenía anteriormente entre mis manos sobre la mesa y relami mis labios antes de volver a hablar. — no sé qué viste, qué te contaron o qué crees saber de mí pero ten por seguro que ese Seokjin se murió con ella. -gruñi por lo bajo y caminé en dirección a la puerta — Ábreme -exigi.

— SeokJin yo no quería que tú te pusieras así, perdóname -su voz ahora se escuchaba baja, avergonzada y tímida.

— Namjoon quiero irme, ¿No fue suficiente con todo lo que dijiste por hoy? Apenas es el primer día y ya... Sólo déjame irme -volvi a exigir más calmado y en un suspiro. Él simplemente abrió la puerta. — Nos vemos mañana -murmuré.

Corrí a mí auto, hacía frío y llovía, la noche ya había caído y yo sentía que lo había lugar a donde pudiera ir, que no tenía un hogar.
Si llegaba a mí departamento los recuerdos de Yoongi me invadían y ya no quería volver ahí dentro después de lo que Namjoon había dicho.

¿Acaso se habían puesto de acuerdo para hacerme sentir miserable?

Cooking Lovers ¡En Edición!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora