Capítulo 10

1.1K 215 52
                                    

»There are moments in life in which you have to take a decision,
A decision that could change everything,
You might feel the fear, but, are you going to give up?«

3 días después de la noticia.

Había dejado todo listo. El restaurante estaba ahora en manos de Hoseok y todo el resto de personas que trabajan ahí. Confiaba ciegamente en ellos.
Sólo me quedaba resolver algo y aún no sabía exactamente cómo iba a hacerlo y si resultaría.

— Hoseok. Necesito pedirte un último favor, ¿Crees que puedas ayudarme?

— Bueno, Jin, la verdad es que estoy tan sorprendido por este viaje repentino que es lo menos que puedo hacer. Dime, ¿Qué necesitas?

— Quiero que vigiles a Yoongi. Por favor. Sabes que él es una persona importante para mí pero no puedo dejar este viaje de lado, ni siquiera por él.

— Me parece genial, SeokJin. Yo me encargaré de que vaya y vuelva de la clínica de rehabilitación sobrio.

— Muchas gracias, hermano.

Ya sólo quedaba un detalle más. Hablarlo con Min.

— ¿Quién es? -su voz se escuchó desde el parlante de las afueras de su apartamento. — ¿Eres tú SeokJin?

— Sí, Min, ¿No deberías estar yendo a trabajar ya? Suenas adormilado.

— Tenía una hora más. Como sea. Pasa.

Una vez dentro logré ver aún restos de botellas y alguna que otra copa por ahí con alcohol, era normal pues apenas llevaba días en ese grupo y ellos bien nos habían advertido de lo que pasaría. Por eso ahora teníamos a una persona que se encargaba de vigilar bastante de cerca sus pasos — y además limpiar sus desastres.— pero aún así quería que Hoseok estuviera cerca suyo, de cualquier forma siempre se habían llevado bien.

— Bien, sólo vine a corroborar que esté todo bien antes de irme.

— ¿Irte? -las facciones de Yoon Gi habían pasado de somnolencia a sorpresa, quizá había sido demasiado brusco.

— Sí, viajare a París por unos días. Es por eso que estoy aquí. Hoseok se encargará de vigilar lo que haces hasta que vuelva ¿Me oíste?

— No seas idiota Kim, ¿Te crees que tengo dos malditos años o que? Sólo vete. Estaré bien.

— No te pregunté si querías, te pregunté si te había quedado claro cómo sería todo de ahora en más. Más te vale tratar bien a Hoseok, Min. Él no tiene porqué aguantarte y sin embargo lo hará.

— Tú tampoco tienes porqué hacerlo, sinceramente no me sorprendería que ahora mismo estuvieras por correr detrás del crítico ese que tan loco te trae. Por favor SeokJin ¿Crees que soy ciego?

No debiste decir eso, Yoongi.

Cerré los ojos, ¿Qué más podía hacer si desde hacía días no sabía nada de él? Necesitaba respuestas y haría todo a mi alcance para conseguirlas. Debía pedirle perdón.

— Tu silencio no hace más que confirmar todo, SeokJin -él rió amargamente y yo sacudí mí cabeza volviendo a la realidad

— Cállate.

No supe que más decir, no era capaz de seguir mintiendole en la cara, aún no era tan descarado para hacerle tal cosa.

Las horas habían pasado y un vuelo esperaba por mí para ir a la ciudad del amor, París.

“— Pasajeros del vuelo 8728 con destino a la ciudad de París favor de abordar por la zona izquierda.”

Me sentía nervioso, ¿Qué haría ahí? ¿Iba a buscarlo? ¿Como planeaba encontrarlo entre toda esa gente? ¿Y si realmente era uno de los desaparecidos del accidente? No, no. Debía dejar de hacerme esas preguntas porque sólo acabaría peor. Iba a aferrarme a pensar que estaba enojado y por eso no me respondía, que me odiaba y que había eliminado mí número con tal de no hablar más conmigo. Sinceramente en amabas opciones yo me sentía como una mierda pero prefería más sentirme así a sabiendas de que él estaba vivo, dolería menos.

El avión había despegado.

Eran unas horas de viaje, horas que como nunca se hicieron eternas. Pero finalmente llegué.

No había tomado demasiada ropa, sólo prendas que sabía usaría y además algunas otras de reserva, pero nada comparación de lo que solía llevar cuando viajaba. Lo que hacía por él.

— Reservación para Kim -murmuré cuando llegue al lobby del hotel donde debía quedarme. El hombre me miró extrañado.

— No tenemos ninguna reservación a ese nombre señor, lo lamentamos. -él se encogió de hombros.

— No es posible. -suspiré pesadamente, apenas llegaba y ya comenzaba a salir toro mal. Mordí mi labio inferior, estaba anocheciendo ya y yo realmente necesitaba hospedaje. — Está bien, no importa, ¿Tiene cuartos para una sola persona?

El hombre negó y acto seguido explicó que al estar en temporada alta no habría nada probablemente. Y así era, no había nada.
Eran las 7 PM, la vida en las calles no había cesado si no que aumentado pero yo sin embargo sólo deseaba a una cosa, dejar mi equipaje y descansar.
Llevaba ya mucho tiempo caminando y no era falta de ejercicio lo que me hacía estar agotado si no el andar cargando con todo.

¿En qué estaba pensando cuando vine?

Y de repente me sentí mal, muy mal. Tanto así que me vi en la necesidad de sentarme en el frenete de una casa, como si fuera un vagabundo a pensar.

¿Por qué había venido hasta aquí realmente? ¿De nuevo la culpa me había movilizado? No, no era eso. Definitivamente había algo más, está vez era diferente, esta vez...

— ¿SeokJin? -una voz me saco de mis pensamientos y arrastró de nuevo a la realidad, y como nunca; tuve un golpe de suerte.

Verlo ahí me dejó estático, estaba perfectamente bien y hasta más lindo que antes. Tenía una mueca de confusión pero bien podía recordar sus hoyuelos y cómo sus ojos se cerraban al sonreír.

Y no lo dude, no dude ni un segundo antes de lanzarme a él y unir nuestros labios como si mi vida dependiera de ello, como si fuera lo que hubiera estado deseando desde siempre.

¿Y, acaso lo era?

Cooking Lovers ¡En Edición!Where stories live. Discover now