Por Debajo del Agua (JiKook)

02

"Tal vez, él no acaricie como yo tu linda piel. Tal vez en mucho peligro estoy poniendo tu relación."

Eran las 10:17 de la mañana, de un día domingo. Hace unos minutos me desperté y ahora me encontraba recostado de lado, apoyándome de mi brazo izquierdo, estaba contemplando el más bello rostro que jamás había visto, con mis nudillos comencé a acariciar sus increíblemente suaves y grandes mejillas, para después con las yemas de mis dedos tocar sus labios, rojos de los besos tan desenfrenados que compartimos anoche.

Anoche... Nuestra primera noche juntos, la noche donde conocí y acaricie todo su cuerpo, cuando conocí sus excitantes y dulces gemidos, cuando me uní a él en cuerpo y alma.

Seguí acariciando su piel, baje a su quijada, después a su mandíbula, para seguir bajando hasta su torso, su piel, era tan suave, subí mi mirada hacia él, se encontraba con los ojos cerrados, su pelo estaba todo despeinado, sin duda se veía hermoso, sin apartar mi mirada de su cara, mi mano seguía con su recorrido, acariciando su espalda baja para después poner toda mi mano sobre su nalga izquierda, comenzando a amasar ese algodón.

Al parecer mi tacto lo despertó, porque comenzó abrir sus ojos lentamente, mientras bostezaba.

-Buenos días, Jungkookie- Susurre con una sonrisa para después dejar un pequeño beso sobre su nariz y otro en sus labios.

-Buenos días Jiminie- Sonrió, con su tan característica y tierna sonrisa, mientras abría sus grandes ojos.

Pase la mano que aún se encontraba sobre su trasero a su espalda baja, para acercarlo más a mí. El rápidamente se acurrucó lo más que pudo en mi pecho. Me hacía sentir grande, lo que me daba risa dado que él era unos insignificantes centímetros más alto que yo.

-Quisiera poder estar así para siempre.- Me sonrió, antes de esconder su cabeza en mi cuello.

-Yo también... es lo que más deseo.- Sonreí débilmente. –Duerme un poco más- Besé su frente y lo abrace aún más fuerte.

...

Han pasado cuatro meses desde el funeral de Hoseok, desde que conocí a Jungkook. Es tan raro, como encontré mi más grande felicidad, en un lugar que estaba invadido de tristeza.

Desde el momento que vi a Jungkook, quede impresionado por su persona, lamentablemente para mí, y ahora para el también, lo conocí como el novio y prometido de Yoongi. Aun así siendo la personas más horrible y desgraciada que puede haber en este mundo me enamore de Jungkook y lo pretendí.

Jungkook y yo llevamos un mes saliendo a escondidas de mi mejor amigo. Un mes desde que le es infiel a su prometido.

Yoongi es mi mejor amigo, Jungkook siempre lo ha querido, más nunca lo ha amado y Yoongi lo sabe. Sin embargo, es lo único valioso que le queda, Jungkook y yo no podemos permitir que Yoongi siga perdiendo personas importantes para él. Primero sus padres a los 2 años, su abuela a los 5 y su hermano a los 20, sería demasiado horrible que yo le quitara la última persona que el aprecia; claro también cuenta conmigo, pero es diferente, el necesita algo más que apoyo de un amigo, necesita amor, y eso Jungkook y yo no estamos dispuestos a privárselo. El necesita a Jungkook tanto como yo. Lo ama, pero aun así decide acurrucarse en su trabajo y algunas veces en el alcohol.

El sonido de una llamada entrante me saca de mis pensamientos, volteo a la mesa de noche y miro el celular de Jungkook encendido.

-Amor, te llaman.- Le hable calmado, él se sentó con molestia en la cama, para después agarrar el celular.

-Es Yoongi- El tono nervioso se sentía en su voz. –Sí, no te preocupes, había salido a la tienda, por algo para desayunar. Si, Nos vemos en unos minutos.- Volteo a verme con tristeza.

-Tengo que irme.- Susurró con una mueca, intentando sonreír.

-Te amo.- Lo mire a los ojos.

-Te amo.- Me devolvió con una sonrisa, para después besarme, tomar sus cosas e irse.