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"Yo sé bien que es un pecado, que me encuentre contigo, pero dime como hacer, si te llevo conmigo, en la mirada que nos dimos cuando nos conocimos; nuestros corazones unimos."


El ambiente era serio, todas las personas que me rodeaban vestían de negro. Sus rostros expresaban tristeza, unas más que otras, otros rostros simplemente se veían serios y algunos otros parecían ni siquiera estar presentes, perdidos en sus pensamientos. Pero que puedes esperar ver, si en el lugar en donde te encuentras se está llevando a cabo un entierro. El entierro del hermano de mi mejor amigo.

He vivido en Busan desde que tengo memoria, ahí he pasado mis mejores años, haciendo locuras, viviendo mis días uno a uno, pero no lo hice solo, siempre me ha acompañado mi mejor amigo Yoongi, lo conocí en el orfanato que estaba a espaldas de mi casa, cuando ambos teníamos 7 años, desde entonces nos encargamos de ser el tema que siempre se mencionara donde sea; colegio, vecindario, donde sea, así hasta que cumplimos 18 años y nos hicimos mayores para la ley. Yoongi no estaba solo en el orfanato, lo acompañaba su hermano Hoseok, la persona que más ha amado Yoongi y su única familia. Al cumplir la mayoría de edad, como Yoongi ya tenía planeado desde que tenía 11, salió del orfanato para ir a Seúl en busca de un buen empleo, regresó al mes, adoptó a su hermano. Sabíamos que esa sería nuestra despedida, pero era lo mejor para ellos, allá Yoongi podría darle una mejor vida a Hoseok. Con la promesa de que eso no era un "adiós", sino un "hasta pronto" Yoongi se marchó de Busan rumbo a Seúl.

Y cumpliendo con esa promesa, luego de 2 años, estoy aquí en Seúl. Buscando a mi amigo para darle mi más sentido pésame, ya que su única y amada familia acaba de fallecer hace unos días, en un choque automovilístico a causa de que su hermano, junto unos amigos del mismo, se encontraban ebrios.

De lejos pude divisar el ataúd, aun abierto, dejando ver, el que supongo es el cuerpo de un gran amigo de infancia, Min Hoseok.

Unos pasos más y note como un chico lloraba tratando de contener sus sollozos solo para él, el chico se enderezo, con las mangas de su gran suéter intentaba limpiar las lágrimas que escurrían por sus rosadas mejillas. Me acerque un poco, lo suficiente para ver mejor el rostro de tan bello chico.

Unos segundo y me sobresalte al percatarme de su mirada sobre la mía; labios rojos e hinchados, ojos grandes y de un negro profundo, pero que ahora se bañaban de un rojo intenso, producto de haber llorado, su piel se veía tan blanca, limpia y tersa. Sumergido en su mirada doy un par de pasos más hasta que un cuerpo corpulento me lo impide.

-Jimin- Mi mejor amigo, ese que no he visto desde 2 años, pero que no deja de hablarme al celular cada sábado por la noche sin falta. Ese que ahora se encuentra mojando mi hombro, con lágrimas que parecieran nunca acabar. Lentamente le devolví el abrazo, apretándolo a mi cuerpo, trasmitiéndole, todo lo que no soy capaz de trasmitirle en palabras.

Después de unos minutos reconfortándolo y de mucho otros hablando un poco de lo ocurrido, mientras yo inevitablemente miraba de a ratos al chico pelinegro, que ya se encontraba más tranquilo al lado del ataúd.

-Te quiero presentar a alguien muy importante- Yoongi me tomo del brazo comenzando a caminar lentamente hacia el ataúd. –Jungkook, ven por favor.- El chico pelinegro, levanto la vista mirando unos segundos a Yoongi, para después mantener su vista pegada en mí.

-Jimin, te presento a Jeon Jungkook, mi novio y futuro esposo.- Seguido el chico pelinegro hizo una leve reverencia, a la cual yo correspondí, aun si quitar mi mirada de la suya. –Jungkook, él es mi mejor amigo, Park Jimin.

Por Debajo del Agua (JiKook)Where stories live. Discover now