Capítulo XXXV: Emergencia.

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Hola a todos!!!

Gracias por sus votos y comentarios en el capítulo anterior =).

Este arco lo considero el más obscuro de la historia, ya que trato temas un tanto delicados, pero al final habrá una pequeña moraleja.

La canción para este capítulo es Déjame gritar de Kudai (la verdad quedó como anillo al dedo), aunque también sigue la de Morir de amor del capítulo anterior.

Espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten por favor =)

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo XXXV: Emergencia.

Dipper inmediatamente se negó y dio un paso atrás.

-¡Nunca haré eso! ¡No puedo robarle a Bill! –Norman lo jaló de un brazo bruscamente, generando una mueva de dolor en el castaño, debido al moretón que tenía.

-¡No te lo estoy preguntando! ¡O lo haces o él se enterará de lo tuyo con su hermano! –Dipper cerró los ojos con fuerza debido a que su brazo le dolía mucho, pero él pensaba que no iba a traicinar a Bill, no otra vez.

Volvió a negar con la cabeza, cosa que enojó a Norman, entonces lo arrastró dentro de la casa. Dipper intentaba zafarse del agarre, pero le dolía más debido a los moretones y no podía hacer mucho. Al entrar, Norman lo arrojó bruscamente al suelo y comenzó a golpearlo, primero con los puños y luego a patadas.

En un principio Dipper trató de defenderse, arañaba a Norman, trataba de devolverle las patadas, a veces lo golpeaba, pero el otro era más fuerte y llegó un momento en que el castaño ya no podía defenderse, pero pensó que era mejor. Prefería esa golpiza a robarle a alguien a quien quería mucho, y quería pensar en eso como su castigo por besar a Will.

Cerraba los ojos tratando de pensar en sus padres, en Mabel, sus tíos, el grupo y Bill. Pedía perdón intertamente, pues no sabía si sobreviviría, ya incluso no sentía su cuerpo y sentía que sus párpados se cerraban.

Se dejó caer en la inconsciencia.

...

Cuando despertó, sintió adolorido todo el cuerpo. Había un gran olor a desinfectante y alcohol en el lugar. Abrió los ojos y vio que estaba en una habitación blanca. Miró a su costado y vio una puerta abierta, por donde una enfermera iba pasando, y al ver que él estaba despierto, llamó al doctor y se acercó.

-Hola, Dipper. ¿Cómo estás? –El castaño enarcó una ceja, ¿Cómo sabía su nombre? La enferma pareció leer su pensamiento. –El doctor vendrá en un momento. No te levantes o te dolerá. Tu tío te acompañó en la ambulancia, le diré que pase en cuanto el doctor te revise. –Un doctor entró por el umbral con unos papeles en las manos. Miró a Dipper con preocupación.

-¿Cómo te sientes, Dipper? ¿Puedes hablar? –El fotógrafo abrió la boca y emitió un par de sonidos para corroborar que sí, luego le dijo al doctor que eso creía. –Bueno, creo que no hay daño cerebral, pero llegaste en muy mal estado. ¿Puedes explicarme qué pasó? Tu tío me dijo algo pero quiero escucharlo de tu boca.

¿Qué tanto sabía Ford? Se preguntaba Dipper, el doctor al ver su expresión preocupada, incluso cómo abrió los ojos como platos. –No te preocupes, lo que me digas no saldrá de aquí, pero cuando hay signos de violencia debo investigar las causas. –Dipper asintió, ya conociendo algunos métodos médicos. Se quiso incorporar un poco pero le dolió moverse, hizo un gesto. El doctor se sentó junto a la cama. –Te recomiendo que no te muevas mucho. Traes varios moretones, hematomas, heridas, signos de quemaduras y un esguince.

El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora