Capítulo IX: Autógrafos.

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Hola a todos!!!

Muchas gracias por sus votos y comentarios, realmente me alientan a seguir.

Bueno, este capítulo es largo y prácticamente son dos partes (es decir, éste capítulo es la primer parte del que sigue).

Espero les guste, y si es así, voten y comenten por favor =)

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo IX: Autógrafos.

Y ahí estaba Dipper... sin saber si moverse a la izquierda o a la derecha... mejor dicho: ¡Sin saber cómo moverse! Ambos artistas lo tenían pero bien aferrado, ni siquiera podía sentarse. Pensó en despertarlos pero muy aparte de que eso traería un momento sumamente incómodo, sabía que ambos estaban agotados por el concierto de anoche, y todavía ese día tendrían firma de autógrafos.

¡LA FIRMA DE AUTÓGRAFOS! ¡¿Qué hora era?! Con lo que Bill tardaba en arreglarse... Odiaba que las habitaciones de hotel no tuviesen un triste reloj... mejor les colgaban el cuadro de una puerta con flores alrededor...

Después de debatirse mentalmente las cosas por un rato, Dipper decidió mover ligeramente el brazo de Bill para despertarlo.

-Bill... -Llamó suavemente. -Bill...

-Mmm... -El rubio se removió. -¿Qué quieres, pino? -Estaba tan dormido que ni se daba cuenta de que él y su gemelo abrazaban al castaño.

-La firma. Ya es de día y debemos levantarnos. -El tono de Dipper aún era suave y tranquilo. No quería asustar al cantante. -Vamos, levántate.

Bill quitó su brazo de la cintura de Dipper sin darse cuenta de que lo que había pasado y comenzó a estirarse. Se sentó tallándose los ojos y el castaño aprovechó para escabullirse de la cama, ya que le fue más sencillo soltarse de Will que dormía como tronco.

Un fuerte ruido de la puerta perturbó la paz. -¡Bill! ¡Will! ¡Ya levántense! ¡Tienen hora y media para arreglarse! ¡Y lo digo por ti pelo rubio teñido! -No era que Ford estuviese enojado, simplemente si no se traía cortos a los integrantes de la banda, éstos se volverían unos perezosos.

-¡Yo soy rubio natural! -Grito Bill despabilándose. Ford no contestó y Dipper creyó que su tío ya se había ido. Haciéndose la diva ofendida, Bill tomó una toalla, ropa y se metió al baño. Will seguía dormido, ni todo el ruidero lo despertó.

Dipper comenzó a revisar su facebook en su celular cuando Bill lo llamó.

-¡Pino! ¡Pino! -Gritó desde el baño.

-¿Qué quieres? -Dipper estaba tranquilo leyendo un chisme de sus amigos.

-¡Se acabó el shampoo! -Bill parecía alterado pero Dipper no hizo mucho caso.

-Pues usa el del hotel. Vi como tres botellitas en el baño.

-¡Claro que no! ¡Mi pelo es muy delicado y no puedo ponerle cualquier cosa! -Dipper rodó los ojos. -Mi estilista dice que es el cabello más fino y delicado con el que ha trabajado.

-Con esos miles que seguramente le pagas no me extrañaría que te dijera que el mismo sol te dio a luz. -Susurró Dipper. -¿Y qué quieres que haga? -Habló más fuerte para que Bill lo escuchara.

-En mi maleta hay una botella de shampoo. Pásamela. ¡Y no esculques más que para buscar el shampoo! -Gritó Bill como advirtiéndole al castaño.

Dipper con pereza se levantó de la cama y abrió la maleta de Bill para buscar lo que necesitaba. Comenzó a revolver la maleta de Bill y se sorprendió al ver una caja de tinte rubio, otra de tinte negro, una de tinte de fantasía blanco, maquillaje, unos calcetines gruesos de color morado con puntos verdes, una faja (¿el rubio era delgado y aún así usaba faja?), crema para bebé y salió el dichoso shampoo. Cerró la maleta y fue al baño. Tocó la puerta.

El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora