Capítulo 25.

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Me fui a mi casa sabiendo exactamente lo que quería hacer al día siguiente.
Ya tenía metido en la cabeza ayudar a su padre, no me importa lo que me cueste, si con mi ayuda él puede hacer feliz a su hija voy a hacerlo.
No va a negarse siendo que la felicidad de Mía está en juego, ¿Verdad?.

No pude esperar hasta la mañana así que, siendo más de la 1:00 am, entré al cuarto de Nina sin tocar y me acerqué a su cama.

Solté un pequeño grito cuando vi dos cabezas en la almohada debajo de las cobijas.

–¿¡Qué hacen!?.–Sólo era para despertarlos, ya sabía que no hacían nada más que dormir.

–¿Qué rayos haces en mi cuarto a estas horas de la noche?.–Susurró Nina bajando un poco las cobijas.–No estaba haciendo nada, sólo tenía frío y...

–No quiero saber como mi hermana se quita el frío usando a su novio.–Me cubrí los ojos.–Necesito que me ayudes con algo y no puede esperar.

Mentira, sí podía esperar hasta mañana pero no quería.

Nina se puso en una posición donde abrazaba contra su pecho la cabeza del aún dormido Connor y acariciaba su pelo mientras me escuchaba.

–Duerme como un tronco cuando lo abrazo.–Dijo ella.–¿Qué necesitas que es tan urgente?.

–Necesito el nombre y el número de la decoradora con la que hablaron cuando llegamos a esta casa.

–¿Para qué? Pensé que ya había terminado con todo. ¿No te gustó tu habitación?.

–Si pero no es eso. Quiero darle un regalo a los Gold.–Sonreí con la imagen en la cabeza.–¿Tienes el número?.

–Lo tiene Connor.–Se separó un poco de él y acarició su mejilla.–Nene, despierta.

¿Cuándo fue así de dulce con su hermanito? ¿Eh? ¡Nunca!.

Connor se retorció en la cama mientras Nina le daba besos cortos en la frente.

–Vuelve a dormir, nena, estaba soñando con el pato-panda de nuevo.–Me reí bajo cuando escuché ese nombre.

–¿Tienes el numero de la decoradora?.

–En la billetera, nena.–Bostezó y la abrazó más fuerte para seguir durmiendo.–¿Porqué tienes pico de pato, lindo panda?.

Nina sólo sonrió y me apuntó la chaqueta de Connor que estaba en la silla de su escritorio.
Me levanté del suelo y caminé hasta ella para sacar la billetera del bolsillo y sacar la tarjeta de la decoradora de ella.
Mañana la llamaría y les daría una gran sorpresa a los Gold. Era sábado, así que tenía tiempo de preparar un poco más lo que haré.

Me fui a dormir muy emocionado y, en cuanto sonó la alarma a la mañana siguiente di un salto de mi cama para comenzar a preparar todo. Nada podía salir mal y la sorpresa tenía que encantarles a ambos.

Abrí mi ventana y recorrí las percianas hasta el tope para dejar que toda la luz entrara a mi habitación y además también para ver la ventana de Mía.
Ella sabía que haría eso al despertarme y me dejó una nota.

"Recuerda nuestra primera salida juntos."

Por supuesto que recordaba esa salida y sabía exactamente dónde estaba. Su cama estaba vacía y tendida a la perfección, lo cual significa que se levantó temprano y se tomó el tiempo de dejarme la nota pegada a su ventana.
Debe llevar un par de horas en el edificio abandonado y quiere que la alcance, pero antes de eso debo asegurarme de que la decoradora sepa que hacer y quizá hasta pueda hablar un poco con su padre.

Que seas mi alegría.Where stories live. Discover now