Capitulo 2

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Jugué con mis manos, el nerviosismo me atacaba sin aviso haciendo que sintiera ganas de vomitar. Mire a mi hermano parecía ido en su mundo, mire a mi hermana la cual estaba igual que él. Solté un suspiro y sentí la mirada de ambos haciendo que me encoja en mi lugar.

-Todo estará bien Elizabeth- Mi hermano me sonrió intentando calmarme a lo cual le tuve que responder que una sonrisa fingida. 

Recordaba a todo momento las palabras de mi hermano "Piensa en la familia, pero también en ti misma", estoy agotada de pensar tanto en eso.

-Caleb Prior- Marcus pronunció el nombre de mi hermano haciendo que el baje.

Lo mire cortarse la mano, mi corazón se estrujo al ver su decisión, de todas las personas yo jamás creí que fuera esa su facción. Los eruditos aplaudieron y lo recibieron, mire a mi hermana y a mis padres... estaban muy sorprendidos por la decisión de mi hermano

-Beatrice Prior- Noté a mi hermana tensarse, sabía que ella aún no estaba segura de su elección y ¿quien lo estaría? te hacen alejarte de tu familia, de tus amigos, de todos los que quieres por ir a una estúpida estúpida facción y si eliges quedarte aunque tú no seas de esa facción serias infeliz. Era bastante cruel.

Mi hermana había tomado su decisión, la vi quitarse un peso de encima. Me miró con intensidad, sabía lo que significaba aquella miraba, ella sabía que también me iría. Abrí la boca intentado tomar aire.

-Elizabeth Prior- Suspire levantándome del asiento. Mire a mis padres y les susurre un débil "Los amo, fueron los mejores padres" a pesar que en Abnegación las muestras de afecto casi nunca eran vistas, si embargo tenia la necesidad de decirlo, sabía que ya no los vería y quería que supieran mi cariño. Me dolía en el alma lo que haría pero era necesario y es lo que debía hacerse. Mis ojos se llenaron de lagrimas al verlos por la ultima vez, ellos sabían lo que pasaría.

Baje las escaleras con cuidado de no caer y pude sentir todas las miradas, algo bastante incomodo, al llegar enfrente de Marcus me sonrió, era una sonrisa que transmitía suerte. Tome la daga y me hice un corte pequeño en la mano, mire la facción de osadía y deje caer mi sangre en el carbón ardiente sin pensar más de lo que debía porque sabia que si lo pensaba dos vece yo no me iría con mi hermana. Escuché a los osados gritar y aplaudir, me dirigí a ellos con una sonrisa enorme en mi cara. Mire a mis padres mientras caminaba a mi lugar, mi corazón se estrujo al ver sus caras... sus tres hijos los habían abandonado sin mas.

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Corrí sin siquiera pensarlo, el tren me estaba dejando atrás, mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho y mis pies se estaban agotando. Salte agarrando la mano de mi hermana para no caerme y fue ahí donde me permití descansar.

-Soy Elizabeth.- Le tendí la mano a la chica veraz que estaba a mi lado. Era guapa, de cabello negro y pequeña.

Mire a mi hermana y me susurro unas palabras.

-Lo hicimos Eli, lo logramos.- Me dijo notablemente feliz.

-Aún no cantes victoria, tenemos que ser fuertes.- Le sonreí para tranquilizarla.

Asintió sabiendo a lo que me refería, a partir de ahora debíamos dar el 100% a todo. Sin poder tomar siquiera otro respiro escuché como dijeron que nos vayamos alistando para saltar, en ese momento mis manos temblaron y me levanté como un rayo sin creer lo que decían.

Me acerqué a ver lo que sucedía y solo me limite a decir "me lleva la...", mi hermana me miro algo frustrada y nos preparamos. Junto con la veraz, mi hermana y yo saltamos de aquel tren. Sentí las piedras incrustarse en mi cuerpo y golpearme el brazo izquierdo al caer haciendo que mi chaleco quede destrozado de esa parte y sea prácticamente inservible.

Me reí junto con las chicas sin saber si era por felicidad, nervios o temor por haber casi muerto. Me levanté alegre de no haberme matado en ese primer intento, mis ojos observaron como todos se acercaban a alguien así que por instinto hice lo mismo.

-Muy bien, escuchen.- Di un par de pasos hasta poder ver a la persona que hablaba.- Soy Eric, uno de sus líderes. Si quieren entrar a osadía esta es la manera, si no tienen las agalla para saltar no tendrían que estar en osadía.-

Mientras seguían hablando yo me limité a observar al líder, sus facciones eran preciosas y era muy atractivo, sin embargo todo mi cuerpo gritaba que sería alguien de quien cuidarse. Estaba tan hundida en cómo era el chico que no noté cuando mi hermana empezó a avanzar hasta que estuvo arriba, me acerqué al principio disimuladamente solo para poder estar segura que ella estaría bien, aunque no creo que los de osadía maten a iniciados ¿verdad?

Escuché como un ex-erudito se reía de mi hermana haciendo que mi sangre hierva, me limité a suspirar para calmar mis nervios y mis ganas de ponerle un golpe en la cara a ese tipo que para mi suerte era el mismo del anterior día.

-Mejor pontelo.- No me pude contener y dijo bastante alto.

-Sería mejor que hicieras silencio, una persona que tuvo más agallas que tú o cualquier otro se lanzara de un edificio.- El líder se giró para verme y me analizó en un movimiento rápido de ojos haciendo que me quede como estaca en el suelo.

-Que sea hoy iniciada- Brinqué del sustito cuando Eric habló.

Mire a mi hermana con precaución y antes que pueda hacer un movimiento ella se lanzó. Los que estaban más cerca de la orilla intentaron ver sin ningún éxito. Me mordí el labio y antes que el líder hable ya me había acercado para subir. Al igual que mi hermana me quité el chaleco pues era estorboso y estaba roto.

-Las estiradas nos apantallan hoy.- Volvió a decir con "gracia" el tipo.

-Es verdad que los veraces no se callan pero oye, estás en osadía ahora así que cierra la boca.-  Dije mirándolo y lanzando mi chaleco al suelo, era estorboso tenerlo.

Me subí y mira hacia abajo para luego mirar a las personas y al líder, sonreí con poca gracia y me lancé.  Dejé de respirar al estar en el aire, sentí como el viento chocaba con mi espalda deshaciendo mi peinando y dejando mi cabellos en la cara. Choqué con algo que no me hizo ningún daño y me di cuenta que era una red. Reí tranquila al saber que ni mi hermana ni yo habíamos muerto en el primer día que decidimos ser osadas.

Alguien hizo que la red se hiciera hacia un lado pues mi cuerpo se giró violentamente hacia alguien, hice un gesto al verle y su rostro se me hizo familiar. Era bastante guapo pero me gustaba mas el anterior líder.

-¿A ti te empujaron?- Me ofendí un poco.

-No- Limite a contestar para después él me baje.

-Dime tu nombre, puedes cambiarlo pero que sea bueno.- No tuve que pensarlo dos veces y salió por mis labios el nuevo nombre.

-Soy Beth.-  Dije sin más.

-Segunda saltadora, Beth.- Alzó la voz para que los demás lo escuchen y me señaló a donde debía ir.

Una nueva vida comenzaba.

Danger (Eric) DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora