¿QUIEN ES PIKACHU REALMENTE?

70 5 2
                                    

Narra zoroark

Por la mañana me quedé allí sentado, Kit estaba todavía dormido y no supe bien que hacer y comencé a crear mis propios entretenimientos,  que eran inusitados. Me ricé el pelaje de mi brazo derecho, o practiqué a mover mis orejas a destiempo, o me transformé en otro pokemon, ilusitoriamente hablando, ¿Existirá esa palabra?, en fin…

Todos me decían que no era más que parte de una invención para una novela, yo pensaba preguntárselo a pikachu de todas formas, aunque con lo que dijo Ralo ya lo tenía medio claro. No sé qué creerme, la verdad es que en aquel momento me sentía bien, después de toda la noche convencido de que todo desaparecería en cualquier momento, o si de verdad pikachu me quiere tal vez me perdone la vida ¿No? Pero si ya acabó conmigo, es que tiene que tener la sangre muy fría. No entendía nada, pero es que me comencé a sentir cómodo con todo, será que alguien lo ha decidido por mí, porque es algo que yo no hubiera conseguido por mi voluntad. Todo estaba aún mojado de anoche, el cielo estaba despejado y el sol era moderadamente intenso; más o menos cómo una mañana de otoño, pues igual, aunque era verano. Pikachu, que era un pokemon generalmente cuadrúpedo caminaba a dos patas más que yo, que prefería utilizar las cuatro patas en determinados momentos, eso me hizo pensar que pikachu realmente era extraño y mequiavelico, acabaría conmigo. Por lo menos, logró caerme bien, ya se sabe que si es algún ser querido quien te mata, la muerte es mucho más entretenida que si mueres solamente porque te atragantastes por el almuerzo o te caíste por un precipicio, aunque en realidad esa última me parecía interesante, puesto que me permitía tener la sensación de volar durante unos valiosos segundos. Estuve durante mucho rato convertido en pikachu, a partir de aquel momento prefería ser como él, un pokemon amarillo con detalles marrones, unas mejillas rojas, dos orejas alargadas y una cola que hacía un zigzag. Desde luego lo prefería a mi siniestra apariencia, que era normal porque yo soy un pokemon de tipo siniestro, ya sabeis.

Cuando despertó mi querido amigo Kit, le sugerí que saliéramos a tomar el aire, mas no me escuchó a la primera y tuve que repetir varias veces lo mismo, cuando porfin me escuchó negó. Me salí yo solo porque él, a pesar de estar despierto, le gustaba disfrutar de la cama durante unos minutos más. Me di cuenta de que la gente no está por labor de aprovechar el poco tiempo que vivimos, me di prisa en recorrer todos los lugares y encontré muchos chinches que me mortificaron de una manera incontrolada; malditos. Fui a todas partes viviendo de la ilusión de ser pikachu y hacer lo que me daba la gana, y dominar todo y decidir lo que le pasa a la gente, ojalá fuese yo pikachu y no el zoroark con el que acaban sin la más mínima compasión; un pokemon increíblemente detestado por la gente. Aguante a la gente que decía “que pikachu tan mono” y luego comencé a gruñirles y decían “tiene la rabia, no le toqueis.”  Una mañana llena de los olores de los desayunos en cada uno de los restaurantes y casas, toda un delicia, pero como yo no puedo porque soy pokemon y Tami y Kit no se querían levantar me tocaba apencar con mi hambre y aburrimiento.

Al final, creí que era más prudente que me fuera y buscara por mis propios medios, antes tenía que hablar con lucario sobre un asunto, así que esperé un largo rato hasta que todo el mundo estara levantado y desayunando. Lucario y yo nos apartamos de todos y le pregunté dónde estaba pikachu, él pensó la pregunta detenidamente.

-Él sabrá, acabó con gengar y se fue por su propia voluntad, así que solo él puede saberlo.-dijo él

-Parece mentira, cuando lo vi, era tan débil. No sé qué pretendía recibiendo ataques y siendo debilitado hasta que yo me dormí.-dije

-Fingir, ¿Tanto te extraña?-preguntó él.

-Sinceramente sí, y mucho, nunca imaginé que pasaría algo así cuando le conocí, la verdad es que me resultó hasta emocionante…

-Porque eres tonto.

-Ya, eso ya lo sé, aun de todas maneras me alegro de destacar ante pikachu y no ser un simple pokemon de relleno en su historia.-dije-En fín, si no sabes dónde está me las piro yo solo, ¿Me quieres acompañar?

-Lo siento, formo parte del equipo de la campeona de la liga.-no puedo irme ahora mismo.

-Um…vale, no pasa nada.-dije-me voy yo solo, así creo que tengo más posibilidades de llegar a un acuerdo con él.

Disimuladamente, mientras todos hablaban y riendo tranquilamente mientras se llevaban de vez en cuando un pedazo de su tostada a la boca y lo pasaban después con un trago de leche, yo me fui para no volver en mucho tiempo, ya no me importaba nada más que saber si todo lo que había dicho es Ralo, era cierto. Precisamente lo encontré muy cerca de aquel lugar, me estaba esperando, yo me oculté bajo la apariencia de otro pikachu normal y corriente, pero él debía tener el poder de leerme la mente o realmente lo sabía todo...

-Hola zoroark, ¿Sabes ya la verdad sobre mí?-preguntó pikachu en las afueras de la ciudad.

-¿Sabías que estas bajo una ilusión mía, ¿Cómo has sabido que era yo?

-¿Sabes ya quién soy en realidad o no?-preguntó recurrentemente pikachu.

-Sí, pero me gustaría conocer mucho más sobre ti, si no te importa , claro

-No por supuesto que no me importa, es más, me agrada que te intereses por mí.-dijo pikachu con una sonrisa de pikachu, nunca peor dicho.

-Primero dime, ¿existimos los que estamos aquí?-pregunté.

-Si claro, solo en la ficción, pero en cierto modo sí.-respondió pikachu a mi pregunta, no me solucionó nada lo de existir en la ficción, pero lo tomé por bueno.-Pero esa pregunta no era sobre mí.

-Claro que no, ahora empezamos contigo, sentémonos que tengo la sensación va a ser larga la conversación.-dije

No acomodamos bajo un árbol lejos de allí, en un lugar vacío y silencioso, pero con muchos árboles y sombra, era por una parte un buen lugar para hablar. Intenté preguntar algo interesante al empezar:

-¿En realidad quién eres?-pregunté bostezando enérgicamente

-Ummm…soy una persona a la que le gusta escribir, pero muchas veces no estoy contento con lo que escribo pero no sé, me gustaría ser reconocido.

-Eso ya lo sabía, ¿pero en realidad quién eres?-volví a preguntar

-Pues, mi nombre es Eduardo, y bueno no sé quién soy realmente.-dijo, me pareció una respuesta sincera.

-Vale, nos vamos entendiendo.-dije- ¿Por qué te pones nervioso si todo esto pasa por qué tú quieres y cómo quieres?

-Realmente no lo sé…

-No me aclaras nada, me aburres, me aburre hablar contigo, porque eres incapaz de decir algo sobre ti mismo.

¿Sería verdad que él era el creador de todo lo que me rodea?, no podía creerlo, se estaba achicando conmigo, yo que soy vulnerable y prácticamente me puede hacer desaparecer cuando le venga en gana. Cuando pasó un rato de aquella especie de “entrevista” que le hice, no resistió más las lágrimas, estaba completamente destrozado, era el individuo más penoso que había conocido jamás en mi vida irreal o imaginada, sentí verdadera pena por él, pero aun así lo temía, lo que iba a pasar a continuación dependía de lo que yo hiciera en aquel momento, así que a pesar de que él era un llorica me puse en lo peor…

La Aventura de Pikachu y el Zoroark TristeWhere stories live. Discover now