capítulo 3

254 7 0
                                    

Aquella noche fue agotadora, caminé varias horas en una interminable subida y acabé dormido al lado de una piedra de mi tamaño. Al día siguiente desperté y proseguí con un cansancio insoportable. Después de mucho, llegué a un teleférico del que subía y bajaba gente, no me lo pensé dos veces en utilizarlo. Al terminar la subida en el teleférico me encontré en un lugar lleno de personas esquiando, pokemon y también de nieve, pensé que era muy fría. Salí rápidamente de aquel cúmulo de personas y pokemon (sobretodo personas) y seguí la subida velozmente, cada vez aminoraba más el paso y hacía más frío. "¡Ay! mis patitas..." pensaba yo, que cada vez me fallaban más, hasta que ya no me respondían. Habían muchas ramas enterradas en la nieve que saqué y acumulé y luego, utilicé mi rayo para encender el fuego. Descanse hasta que se hizo de noche y vinieron un weavile y dos sneasels

-¡oye tú! ¿Esque no sabes que este es nuestro territorio?-dijo weavile, y apagó mi fuego echándole nieve

Yo no quería problemas, así que traté de abandonar el lugar pacíficamente sin decir nada.

-¿A dónde crees que vas? Nadie se cruza en nuestro camino y se va de rositas.-dijo weavile

Tuve claro que buscaban pelea, pero yo no estaba dispuesto a dársela tan fácilmente.

-Yo no quería molestar-dije yo, pikachu, con mi mejor sonrisa

-Pues lo has hecho y ahora vas a pagar por ello.-dijo uno de los sneasel

Tres contra uno no era una lucha equilibrada, primero intenté huir y luego comencé a huir de ellos mientras utilizaba rayo sin ton ni son. Cuando me di cuenta estaban fritos en lugares separados, me dieron un poco de pena, sobre todo weavile, que estaba paralizado en una postura aparentemente dolorosa y con un rastro de humillación en su rostro. En aquel momento no se veía nada y me negué a quedarme allí pasando frío, así que continué con la subida a la cima y una vez allí encontraría a zoroark, aunque en realidad no sabía ni si estaba allí. Era duro subir con la luz del día, pero lo era mas completamente a ciegas, era realmente claustrofóbico estar rodeado de una absoluta oscuridad y toparse con obstáculos constantemente. Habría sido agradable tener una cueva y un fuego, pero necesitando descansar me dejé caer en el suelo helado y me dormí esperando que pudiera despertar cuando llegara el día. Horas después desperté medio enterrado en la nieve y vi que había una tormenta, aun no era de día pero algo se veía. Casi no podía moverme pero intenté seguir caminando, el viento y la nieve que caía hacían que entornara los ojos y que tuviera todavía menos visibilidad, pero avancé unos pocos metros más antes de caer otra vez y dormirme una vez más.

No sabía si desperté, seguía dormido o si desfallecí ante el frío, el viento y la nieve, pero estaba rodeado de oscuridad; me puse en lo peor. Pronto comencé a escuchar un murmullo suave que pensé que era un río, sin embargo lo descarté porque no había ríos donde yo estaba, a no ser que..., fuera de nieve. Reaccioné, era una avalancha que bajaba rápidamente, yo estaría entonces sepultado en la nieve o cubierto por una capa de nieve sin que la avalancha llegara a pasar por encima de mi. Esperanzado comencé a cavar hacia el exterior con desespero y no tardé en salir al exterior, donde la luz era mortecina y aun persistía la tormenta de nieve. Desde lo alto vi, como había imaginado, una avalancha que bajaba hacia mi posición. Corrí hacia abajo como si no estuviera destrozado e intenté sobrevivir, me decía a mi mismo "pikachu, puedes hacerlo". Mas abajo vislumbre la figura de un pokemon grande y otro mas pequeño y fui corriendo hacia ellos; eran un mamoswine y un piloswine que parecían madre e hija.

-Mi mamá va a detener la avalancha con su fuerza.-dijo piloswine

-¡Pero eso es imposible!-dije yo, pikachu.

La madre esperaba de frente la nieve que venia deprisa e inexorable, parecía preocupada. Piloswine se sentó a un metro de distancia de la madre y se puso de espaldas a a avalancha y yo me puse delante de piloswine, casi pegado a su tripa, y noté cierta calidez que hizo que me tranquilizara.

-Mamá es muy fuerte, lo conseguirá, ya lo verás-dijo piloswine

Yo estaba seguro de que la nieve nos llevaría a todos por delante, pero no. desde la tripa cálida de piloswine veía como la nieve pasaba por los lados, miré detrás de nosotros y un articuno batía enérgicamente las alas evitando que la nieve nos alcance. La madre dio un rugido de agradecimiento, estaba temblorosa.

-¡Vaya!... ¡Esto es increíble!-exclamé yo, pikachu

-Ni que lo digas...-dijo ella, piloswine

Era algo increíble, tenía ganas de contárselo a zoroark, aunque seguramente no lo creería. Articuno se fue inmediatamente de allí una vez salvados y nos quedamos los tres mirándonos entre nosotros con complicidad.

-¿Por cierto, que hace un pikachu como tu por aquí?-preguntó mamoswine

-Busco a un pokemon amigo mío que creo que ha ido por aquí-respondí yo, pikachu

-Vaya, pareces cansado.-dijo Mamoswine.

-pues sí, llevo dos días de viaje y no he comido nada.-dije yo, pikachu.

-Ya veo. Piloswine, hija, llevale a comer algo donde vamos siempre.-ordenó mamoswine a su hija, con tono de cansancio.

-Sí mamá.-respondió piloswine sin rechistar.

Me llevó a un lugar lleno de pequeños árboles donde había montones de vayas, pero estaban congeladas y no me apetecieron en absoluto, aun así comí unas cuantas. Pasamos allí bastante tiempo en silencio, sin embargo la compañía era grata. Luego nos soltamos un poco.

-¿Como es tu amigo?-preguntó piloswine

-Creo que es un poco serio, no, lo que pasa es que está triste.-respondí yo, pikachu

-¿Por qué?- preguntó piloswine

-Pues no sé, porque no me lo quiere contar-respondí yo, pikachu.

-Pero los amigos se lo dicen todo entre ellos-dijo piloswine.

-Además hay gente mala que le persigue-dije yo, pikachu

-Vaya...¿Por qué?-preguntó piloswine

-Porque es pokemon más especial que existe-dije yo, pukachu, convencido.

-¿Por qué?-preguntó piloswine

-porque para mí lo es, no se el porqué, pero quiero que me considere su amigo. Es increíble, en serio, algún día deberías conocerlo.-expliqué yo, pikachu.

-¿Vas a la cima?-preguntó piloswine

-Si-respondí yo, pikachu

-Te podemos llevar, esta muy lejos y llegaremos de noche, pero conocemos bien el lugar.-dijo piloswine

-Os lo agradecería mucho, la verdad-dije yo, pikachu, sonriendo

Yo fui en el lomo de mamoswine y aproveché para descansar un poco. El viaje se me hizo hasta corto, pero si que llegamos de noche.

-¿Te dejamos aquí?-preguntó mamoswine

-Si, gracias-dije yo,pikachu, sonriente y agradecido

Cuando bajé del lomo de mamoswine ambos vimos que piloswine estaba llorando.

-¿Por que lloras?-preguntó mamoswine a su hija.

-Porque hoy me lo he pasado muy bien, y voy a hechar de menos a pikachu...-respondió piloswine

Yo, me acerqué con una sonrisa de pikachu y la abracé muy fuerte, la madre no pudo evitar llorar, ni yo tampoco, ni piloswine.

-Te prometo que voveré para verte y jugaremos juntos-dije yo, pikachu, muy cerca de sus orejas caídas y me quedé un rato más abrazado a ella.

Durante los últimos pasos para llegar a la dichosa cima imaginé que zoroark estaría allí, sentado en silencio en un precipicio, mirando el terreno en miniatura de allí abajo, y que yo simplemente me sentaría a su lado con una sonrisa de pikachu. Pero no había nadie. Busqué durante horas y no apareció, aquel paisaje nevado me deprimía, y terminé por lanzar rayos sin ton ni son, como hice con los sneasels y el weavile. Estuve furioso hasta que me que quedé sin energías para continuar y como siempre me dormí sobre la nieve deseando no despertar. No pasó mucho rato cuando alguien me despertó.

-Pikachu, pikachu...despierta-decía alguien

Era zoroark, que me había encontrado por fin...

La Aventura de Pikachu y el Zoroark TristeWhere stories live. Discover now