capitulo 6

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Estaba todo muy oscuro, demasiado. Zoroark me susurraba por donde ir, pero él tampoco lo sabía, por eso estábamos atrapados desde el momento en el que ya no estaba la luz del sol detrás de nosotros.

-¿Sabes donde estamos?-pregunté yo.

-No es necesario, ya reconozco esta zona.

Zoroark movió una roca que escondía un pasadizo secreto bien iluminado. Lo seguimos y encontramos ni más ni menos que a una veintena de personas yendo y viniendo.

-Ellos nunca se irán...-dijo zoroark

-¿Entonces nos vamos a marchar?-pregunté yo, pikachu.

-No, ni hablar-negó zoroark con convicción.

Entonces todo pareció iluminarse con una luz intermitente roja al mismo tiempo que una alarma sonaba. Todos corrieron y todo quedó completamente vacío.

-¡Claro, puedes crear ilusiones!-exclamé yo, pikachu, impresionado por lo que había hecho zoroark

-Así es.-dijo zoroark.

Anduvimos por muchas salas para investigar, hasta que zoroark encontró una máquina en el interior de un enorme lugar repleto de muestras y tubos de ensayo.

-Esta es...-dijo zoroark en voz baja para si mismo

-¿El que?-pregunté yo, pikachu

Derrepente nos atraparon por las espaldas mediante una especie de redes plastificadas que se encogían cuando intentaba liberarme. Estábamos atrapados por separado, la de el parecía estar más holgada que la mía porque no oponía resistencia, yo estaba apretado hasta cortarme la respiración, pensé que iba a morir asfixiado, pero no podía hacer nada mientras la maldita red me oprimiera. Me hacía cada vez más daño, era inaguantable.

Quedé inconsciente y desperté en el interior de una jaula de la máquina que encontramos zoroark y yo, a mi lado estaba él callado, seguramente pensando en como salvarnos el pellejo.

-Oye zoroark, ¿como salimos de aquí?-pregunte yo, pikachu

-de ninguna manera, es imposible.-respondió zoroark.

sobrevino un tiempo de silencio hasta que empezó a aparecer gente por allí.

-¡Has sido un idiota al venir conmigo!-gritó entonces zoroark.

-Tienes razón, pero gracias a eso no estás solo en un momento como este.-alegué yo, pikachu.

-No lo entiendes, a mi no me harán nada, me llevan buscando de hace tiempo.

No pronuncié palabra y aunque al principio pensé que no era cierto, así fue. Lo metieron en un prototipo de pokeball que impedía que cualquier pokemon pudiera salir hasta que ellos lo decidieran. Yo me quedé solo en aquella jaula unida a esa máquina horrible que rápidamente se puso en marcha. Al minuto noté que perdía fuerzas y que apenas era capaz de moverme. Yo pensaba una y otra vez en como salir de allí inmediatamente pero no había manera.

-¡Basta ya!-gritó alguna chica húmana.

Yo tenía los ojos cerrados y era incapaz de abrirlos, pero aunque la maquina no paró de arrebatarme la vida, sentí un inmenso alivio.

-¿Como osas revelarte?-dijo algún chico

-¡Adelante mightyena!-dijo la chica-¡bola sombra contra la maquina!

Abrí ojos un instante y vi que un pokemon se interponía entre el bola sombra y la maquina, los volví a cerrar.

-Mierda-dijo entre dientes la chica.

-¡Llevaosla ahora mismo y aseguraos de que no vuelva a molestarnos!-dijo el chico de antes, parecía el mandamás.

Ella era mi última esperanza, la máquina seguía en funcionamiento y eso significaba que era el final. Dije una cosa más:

-Zoroark tienes que escapar, ¿Podrás no?...

La Aventura de Pikachu y el Zoroark TristeWhere stories live. Discover now