GENGAR

94 3 2
                                    

Narra zoroark

Pikachu estaba dormido de hacía rato, posiblemente para siempre. Gengar utilizaba una y otra vez Hipnosis contra mi y yo nada podía hacer por protejer a pikachu que estaba tendido en el suelo de aquel palacio perdido en aquella montaña. Yo aguantaba despierto, tambaleandome y con los ojos medio cerrados. Estaba a punto de caer.

-Lo siento pikachu-dije antes de caer rendido.

Todo aquello sucedió una tarde, cuando todavía no había anochecido...

La mañana de aquel mismo día fue tranquila, pero pikachu, como siempre, estaba muy extraño: hablaba solo, y decía cosas sin sentido.

-Aquel dibujo, era de mí...-decía para sí-¿que hacía en su cuarto?

-Pikachu, pasa algo?-pregunté yo.

-¿Que?-preguntó pikachu.

-Preguntaba que si te pasa algo.-dije yo zoroark.

-No.

Seguimos con nuestro camino.

-Oye, zoroark. Me mareo, creo que voy a vomitar.

-¡Pikachu!, ¡¿Estás bien?!

Pikachu me sonrió y asintió moviendo la cabeza, pero yo estaba preocupado. No pasó mucho tiempo hasta que pikachu vomitó.

-Lo siento...-dijo pikachu avergonzado-Es solo que no soporto esto, el suelo que piso no es real, tú no eres real, yo no soy real...quiero desaparecer. ¡Me quiero morir!

-¡Serás idiota!...-grité yo.

-Lo siento, por ti voy a seguir viviendo...-dijo pikachu, y vomitó otra vez.

Pensé que necesitaba ayuda, porque tenía fiebre. Lo cogí en brazos y busqué lo más rápido que pude algún lugar donde pudieran ayudarnos. En lo alto de una montaña había un palacio y fui velozmente hacia allí.

-Te vas a poner bien-le dije en un susurro y con una sonrisa.

Allí no había nadie, estaba completamente abandonado y no sabía que hacer. Pikachu estaba volviendome loco.

-¿Estas mejor?-pregunté

-No sé, ¿Tu como estás de bien?

No dije nada, lo dejé en el suelo y gritó.

-¡No me dejes en el suelo!-gritó-Quiero estar contigo.

Le hice caso y me adentré en el palacio esperando encontrar a algún humano, y al mismo tiempo esperando que no apareciera ningún pokemon, porque parecía que todos se habían vuelto locos. Me comencé a deprimir porque no sabía que hacer, como no había nadie que nos pudiera ayudar decidí salir de allí y buscar otro sitio, pero la máldita puerta estaba completamente cerrada. Intenté salir por una ventana, pero era imposible porque estas tenían rejas.

-Escucha zoroark, ya me encuentro mejor.-dijo pikachu.

Yo entendí que no había nada que hacer, y pronto llegó el medio día. Me acomodé con pikachu y lo vi vulnerable, me dio pena. Nos rugían las tripas porque todavía no habíamos desayunado

-¿Tienes hambre?-preguntó pikachu, llegando a mi su alíento maloliente por el vomito.

-No hay nada para llevarse al estomago, así que eso da igual.-dije

-¿Y cuando saldremos de aquí?-preguntó

-Cuando sea.

Casi sin darnos cuenta, la temperatura bajó considerablemente, era muy extraño.

La Aventura de Pikachu y el Zoroark TristeWhere stories live. Discover now