Esto es la historia de tn (tu nombre) sakamaki, ha pasado toda su vida en un mánicomio ya que, su padre cree que esta igual que su madre. Sus hermanos nunca supieron de su existencia hasta ahora.
Después de hablar con los chicos y aclarar algunas dudas el joven reiji nos enseña nuestras habitaciones a mi y ah akira, estoy un poco asustada por lo que sentí al tocar a subaru, aunque su sembraste se vea relajado y tranquilo no lo es, el podría destruirnos a todos pero lo que me sorprende que con toda esa oscuridad que lleva dentro no haiga hecho nada.
-aquí está tu habitación señorita suu y la de su hermana está al lado- comenta reiji
-muchas gracias- el aciente y se iba a retirar pero lo tomo del brazo- ammm, disculpe pero si tiene tiempo más tarde me gustaría hablar con usted
-está bien, en una hora vendré por usted- asiento y desaparece
-¿para que quieres hablar con él estirado?- dise akira
-aki~cha, te he dicho muchas veces que no le pongas apodos a las personas- se encoje los hombros restándole importancia y suspiro- y lo que hablare con el del asunto de los pescados adema el que el señor sakamaki me dijo que aquí hay una inmensa biblioteca y me encantaría verla y solo tal vez encuentre algo más acerca del tema y también quiero hablar del nuevo instituto al que asistiremos- ella frunce el ceño
-no se por qué tenemos que ir- dice enojada
-te lo explicaré así- me observa con indiferencia- primero, estamos en su mansión, segundo, venimos a ayudarlos, tercero, tenemos que acatarnos a sus reglas, cuarto y el más importante, quiero que tengas una buena educación y aquí lo conseguirás- me acerco y acaricio su cabello- eres muy importante para mí akira y todo lo que hago es por tú bien - suspira y asiente - se que estás cansada, puedes ir a tú habitación- beso su frente y se va, yo hago lo mismo, organizó algunas cosas y me toca esperar
Narra yui
Después de que las chicas se retiraran a su habitación sali a tomar un poco de aire, los últimos días me eh sentido un poco mal, tal vez sea por falta de sangre y aún no me eh acostumbro a ella, el que me ah estado alimentando es ayato, y a sido un poco más amable conmigo, y estoy muy enamorada de él pero creo que no sentimos lo mismo
-oí, chinchinachi ¿por que estas afuera?- me sobresaltó al escuchar su voz y me giro rápidamente
-s..solo quería un poco de aire fresco- asiente y se pone a mi lado - y ¿como te sientes, después de aquella aclaración que izo suu~cha?- se encoge de hombros
-me da igual, ya sabia que el gran ore~sama era importante y ahora más que sabe que su pecado es el orgullo- dice con una sonrisa y su mirada de superioridad
- yo pienso que te queda bien- y le sonrió
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Nos quedamos viendo unos minutos pero yo desvié la mirada ya con solo sonreírme en mis mejillas apárese un gran sonrojo
-c..creo que es tiempo que me retire- susurró y me doy la vuelta para irme pero el agarra mi muñeca y ase que gire para volver estar a su frente
