Zootopia: The New Wild City [FINALIZADA]

Aquel que Solías Ser

Bueno, no fueron tantas como pensé pero fue divertido responderlas :D no dejen de hacerme preguntas, yo responderé con gusto.

Al final del capítulo les tengo una noticia :3

Disfruten :D

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- ¡¿ES LO MÁS RÁPIDO QUE ESTA CARCACHA PUEDE ANDAR?!- exclamó irritado el zorro rojo. Finnick rodó los ojos y gruñó amargado.

- ¿Quieres callarte? Te recuerdo que tiene el guardafango abollado y le fallan los amortiguadores. Me pregunto por qué será...- Nick alzó la ceja y no volvió a hacer comentario. El fennec lanzó un suspiro- ya casi llegamos a Tundratown, Nick. Te llevaré hasta la colina de Big y me largaré- esbozó apretando las manos en el volante- espero que de verdad sepas lo que estás haciendo, Wilde.

- Tranquilo, Finn. Te aseguro que las cosas son diferentes ahora. No t preocupes, estaré bien- Finnick sonrió malicioso.

- Entonces... si mueres, ¿de verdad puedo quedarme con tu apartamento?- Nick rió

- ¡Eso es todo lo que te importa, perro sarnoso!

- ¡Hey! ¡Sólo estoy cuidando mis intereses!- ambos empezaron a reírse y a jugar como solían hacer cuando eran más jóvenes, pero pronto ese agradable momento terminó cuando vieron en la prudente distancia el portón de la mansión del sicario. Finnick se enserió preocupado y Nick frunció el rostro- bien, zorro. Hasta aquí nos trajo el río- Nick se volvió a verlo y cambió de expresión.

- Descuida. Estaré bien, fennec. Gracias por ayudarme- luego de eso bajó del auto dejando que el frío empezara a apoderarse de su cuerpo. El pelirrojo se dio media vuelta y se fue alejando del vehículo.

- ¡Oye, vulpes!- exclamó el otro llamando su atención- ¿Eso fue un sí?- el hombre negó con la cabeza riendo y siguió su camino- más vale que regresen con vida, inútil...- replicó frunciendo el ceño y dando la media vuelta con la camioneta.

Nick se puso en marcha hacia el pico de la colina, divisaba en la distancia la gran construcción residencial del viejo mafioso, dejó escapar un gruñido inseguro y siguió adelante. Al acercarse lo suficiente a la puerta lo interceptaron dos corpulentos hombres de cabello blanco y orejas de oso, vestidos de negro de la cabeza a los pies. El oficial se detuvo frente a ellos y contuvo la respiración.

Dentro de la mansión, se encontraba el enano mafioso, tomando un martini amargo, sentado en su cómoda silla, mientras revisaba con indiferencia algunos de sus muchos negocios pendientes cuando de pronto escuchó un estruendo viniendo de afuera.

- ¡Big!- oyó gritar desde afuera con una fiereza indescriptible. Los sonidos escandalosos se venían acercando cada vez más a la habitación donde este se encontraba, las cosas de su pasillo estaban cayendo una a una mientras impetuosos rugidos y gruñidos iracundos se aproximaban hacia él.

La musaraña finalmente pudo comprobar lo que causaba tanto alboroto. Tres de sus hombres fueron hacia él con el pelirrojo apresado entre sus garras, pataleando enfadado para que le soltaran. Big dio la orden y los osos lanzaron cruelmente al oficial haciéndolo caer de bruces sobre su brazo herido. Nick soltó un alarido de dolor, levantó la mirada para observar al mafioso de baja estatura mientras lo veía desinteresado sorbiendo su trago.

- Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que vi tu desagradable hocico- esbozó con su típico acento italiano- ¿puedo saber por qué inoportunas mi casa nuevamente?- Nick se puso de pie atendiendo a su reacción.

- No esperaba menos de ti, Big. Tus bienvenidas siempre son tan hogareñas...- bufó el zorro con Malicia- siento haber causado tanto alboroto, pero olvidaste decirle a tus osos que se me permite la entrada- Big bajó la mirada y frunció el ceño no muy contento de verlo.