Capítulo 5: En el bosque.

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—Ya pasó una hora, creo que deberíamos volver.—Le dije y el asintió, se levantó de la cama y yo también, nos pusimos zapatos y salimos de la cabaña.

—Son las cuatro, parece más tarde.

—No tengo ganas de hacer ninguna de las estupideces que seguramente nos pondrán a hacer.—Bostecé.

Llegamos al centro y como supuse todos estaban ahí reunidos, Nathaniel nos miró fijamente antes de empezar a hablar.

—Dentro de una hora empezará la primer actividad del día, la hora que falta es para que se preparen y tengan listo todo lo que puedan necesitar, mapas, agua, cualquier cosa, y también para que calienten un poco y si gustan pueden ir a investigar un poco el bosque SIN PERDERSE, para que se les haga más fácil.

—¿Y qué haremos?—Preguntó aparentemente fastidiado Armin, el hermano gemelo de mi mejor amigo.
Supongo que su actitud es lógica tomando en cuenta que él odia la naturaleza y sobre todo odia no tener señal ni internet para jugar sus videojuegos.

—Una carrera.

Nathaniel sonrió y luego bajó del tronco de madera que se había convertido en su escenario, aunque viéndolo bien si parecía uno, uno muy rústico.

—Una carrera es algo que definitivamente no quiero hacer.—Me quejé.

—Yo tampoco, iré a traer agua y esas estupideces, ahora regreso.—Me dijo.—No te metas en problemas.

—Yo tendría que decirte eso a ti.—Me sonrió de lado y luego empezó a alejarse.

Me quedé parada viendo como todos formaban grupos para hablar, otros jugaban algo, comían o solamente estaban sentados viendo la naturaleza, otros se tomaban fotos, parecían pasarla bien.
Es una lástima que ninguno de ellos sea conocido para mí, excepto Armin, pero Armin aprovecha la poca señal que tiene para jugar sus videojuegos.

Me senté en una de las bancas libres para esperar a Castiel en total tranquilidad, y como si fuera un imán de problemas de nuevo llegaron a mí sin necesidad de buscarlos.

—¿Dónde está Castiel?—Me preguntó Nathaniel.—Se supone que no deban separarse por mucho, deben asegurarse de mantenerse cerca y a salvo.

—Que manera más creativa tuvieron para no tener que contratar seguridad de algún tipo.—Le dije sin verlo.—Está en la cabaña, trayendo las cosas que  necesitaremos.

—Más vale que se apresure porque la carrera casi comenzará.—Nathaniel se dio la vuelta y empezó a alejarse, imbécil Castiel y ahora porqué tarda tanto.

Justo cuando empezaba a molestarme logré distinguir su roja melena a lo lejos, por lo que me relajé y volví a sentarme, él se acercó a mí, traía puesta su mochila.

—Listo.—Asentí. Todos empezaron a reunirse de nuevo.

—Todos tienen un mapa claro y específico que tienen que seguir para llegar a la meta, está totalmente prohibido tratar de tomar atajos o salirse del camino, todos tienen un camino similar, gana quién sea más rápido, cada cierta distancia del camino deberán tomar una bandera con el número de su equipo, en total serán tres, aproximadamente son máximo dos horas de camino, tómenlo con calma y buena suerte.

—¿Cuál es el premio?—Preguntó Castiel, todos voltearon a ver a Nathaniel.

—Los primeros dos equipos en llegar tendrán la ventaja de tener ganados la mitad de los puntos para el proyecto final y una semana de vacaciones.—Todos se vieron entre sí sorprendidos.

—Tenemos que ganar.—Me susurró, lo miré, veía fijamente a Nathaniel.

Castiel es por mucho más alto que yo y debo ver un poco hacia arriba si quiero ver su cara, y parado de esa forma la vista es increíble, su mandíbula está definida, su tes es blanca y resalta aún más por su rojo y despeinado cabello, y sus ojos grises son simplemente hermosos.

La Suerte De Tenerte | CastielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora