Capítulo 24: Pesadillas.

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|Narra ____|

Nenita, despierta, hoy es un nuevo día. -esa voz.

—Por favor, no me hagas más daño. -supliqué.

Acá no puedes ser una débil, eres una Dixon carajo. -dijo él, golpeándome con un cinturón.

No aguantaba más sus golpes, sus maltratos, sus palabras, sus penetraciones.
Me dolía todo el cuerpo, una y otra vez siempre con lo mismo.
Es horrible cuando te pasa esto.
A nadie hay que desearselo, ni a tu mayor enemigo.

—¿Dixon? -pregunté sorprendida, que yo sepa me llamaba ____ Bonham.

—Pues claro, ¿piensas que no tienes papá? -me dijo burlandosé. 
—Pequeña ingenua.

Me alejé del señor, me levanté de la cama como un rayo y corrí lo más que pude hacia la puerta.
Era mi oportunidad. 
¿Podría escapar?

Pusé un pie afuera y miré hacia atrás.
Él señor venía corriendo, estaba demasiado asustada.

—No debiste hacer eso. -me dijo con su repugnante voz.

—¡Sueltame! -grité forcejeando, me tenía agarrada bien fuerte del brazo, creo que me va a dejar una marca.

—Que te calles, perra. -me escupió en la cara.

Oh no, ahora veía lo peor.
No tuve que haberlo hecho enojar.

Empecé a llorar mientras él me ataba a la cama.
Por favor no, no de nuevo.
Empezó a usarme como un saco de boxeo.
Me golpeaba en todas partes.

—No debiste intentar escapar. -me dijo riendo cínicamente.


¡NO!- grité, despertándome.

Me levanté toda sudada, miré a mi alrededor, estaban todos durmiendo.
Había sido solo una pesadilla.
La peor de todas.

Pasé una mano por mi frente, para poder secar el sudor.
Hace bastante tiempo no había tenido una pesadilla.
Me senté con los brazos rodeando mis piernas y mi cabeza metida en un hueco.

—¿____? -escuché susurrar a alguien.

¿Lo habría despertado?

Levanté la cabeza y noté que era Carl.

¿Te desperté? -dije susurrando, no quería que todos se despierten.

—No, estaba despierto. -dijo mirándome. —¿Que te ocurrió? -me preguntó.

Lo miré.
¿Le contaba o no le contaba?

—Tuve una...-dejé entrecortada la frase, miré como sus ojos azulados me miraban esperando que prosiguiera- Pesadilla.

—¿Quieres hablar sobre ello? -me preguntó.

Carl en el fondo parecía un chico bueno, habíamos empezado con el pie izquierdo.
Además necesitaba compañia, aunque lo niegue.

—No, puedo sola.

Él negó con la cabeza.

—Sabes que me necesitas. -dijo con cierto ego.

—Si tu novia se despierta, me mataría, o ambos.-dije amenazándolo.

—Los amigos se apoyan. -me contraataco y sin decirle nada él se levantó.

Perdí la batalla, estaba cansada y no quería seguir peleando.

Miré como Carl se levantaba de su lugar y se acercaba al lado mio.
Se sentó y me rodeó con un brazo en mi cuello.

—¿Que soñaste? -me preguntó.

De un acto involuntario, mi cabeza cayó en su pecho.
Necesitaba que alguien me apoye en un  momento así.
Siempre que me pasaba estaba mi mamá, pero ahora no hay nadie.

—La pesadilla, trataba de Merle. -intercambiamos miradas —Él que me violó. -le expliqué mejor.

—¿Merle Dixon? -preguntó dudando.

Asentí volviendo a poner mi cabeza en el hueco de su pecho.
Sentí como unas manos pasaban por mi cabello.
¿Me estaba acariciando?

—Tranquila, no te pasará nada malo,mientras yo este aquí. 

Sonreí débilmente, definitivamente Carl no era mala persona, solo quería aparentar serlo.
Levanté la cabeza, él estaba demasiado cerca.

—Gracias. -le dije besando su mejilla, noté como el sonreía.

Volví al mismo lugar de antes y seguí sintiendo las caricias de mi cabello.
Escuché como una melodía -horrible- salía de su voz.

—¿Estas cantando? -dije riendo levemente.

—¿Yo? Claro que no. -dijo haciéndose el desentendido.

Siguió cantando y la verdad, lo hacía demasiado mal.
No es que yo sea profesional, pero su voz daba risa.

Empecé a reírme, no exagerado, una risa débil.
Carl lo hacía a propósito, para ayudarme a levantar el animo.

—No puedo dormir si sigues así. -dije agarrando mi panza por tanta risa, me dolía.

Él dejo de cantar y me miró.

—Duérme. -dijo apoyando su cabeza sobre la mía.

Nose como, ni cuando, pero caí en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente.

Me levanté por culpa del sol.
¿No se puede apagar?

Suspirando, intenté levantarme, cosa que resulto difícil.
No podía salir del agarre de Carl.
Esperen. ¿había dormido con él? ¿Abrazados?

Espero que nadie lo haya notado, o Hana.

Rápidamente miré hacia los lados, había varios durmiendo, los únicos que no se encontraban -y seguro nos vieron- eran Rick y Michonne.
Mierda, espero que no me llegue una avalancha de preguntas.

Visualicé a Hana, estaba mirándonos y estaba enfadada.
Se notaba en su cara, tenía un color rojo.
Tragué saliva nerviosa y empujé lejos de mi a Carl.

—¡Oh dios mio! Carl Grimes, me engañaste con la bicha. -empezó a reclamar Hana, gritandolé cuando ya se levantó.

—No me llamo bicha. -expliqué, tociendo falsamente.

Ambos me miraron.
¿Que? Tengo derecho hablar.

—No Hana, amor, no es lo que tu crees. -dijo Carl acercándose a ella.

Hana se alejó de él.

—Si es lo que creo, dormiste con esa bicha. -volvió a subir la voz, iba a despertar a alguien si sigue así.

—No soy una bicha.-volví a explicar.

—Hana relájate -intentó calmarla Carl, mientras se acercaba a ella.

—¡Que me relaje!  Eres un idiota. -siguió gritando y se largó.

—Upa, a la mierda, la cosa se puso seria. -dije intentando calmar el lugar.

Carl me miró enojado.

—No vuelvas a decir eso, ¡fue tu culpa! -me gritó, genial ahora el otro gritaba.

—¿Mi culpa? Claro que no, ¿quien te mando a dormir conmigo? Yo te dije que no quería. -le contraataqué recordando lo de anoche.

—Si pero eres mi amiga, se supone que tengo que ayudarte.

—Pero no es mi culpa.

¿Ahora metía esas excusas de "ser amigos"?
Que bajo cayó.

—Tu tuviste la pesadilla. -me contraatacó él.

¿En serio? Me echaras la culpa de eso. 

—Te toca ayudarme, como tu eres mi amiga ahora. -siguió poniendo excusas.

Excusas, Excusas Everywhere.

No quería más reclamos, ni más quejas, ni más peleas.
Asentí y lo miré.

—Esta bien, pero lo haremos a mi manera. -dije mirándolo amenazadoramente.

Carl asintió, vencido y le sonreí triunfalmente. 
Había ganado este combate.

La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora