Capítulo 27: Bienvenida.

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|Narra ____|

Sentía como unas manos estaban moviéndome de un lado al otro, para tratar de despertarme, yo era muy floja y la verdad no me gustaba levantarme temprano, pero todo lo que ocurrió con el Apocalipsis Zombie, creo que me cambió totalmente, no de si soy una buena persona o mala, si no que de las formas en como me expresó, de como soy ahora. Por ejemplo, en este momento no me hubiera levantado, pero al estar sabiendo el peligro que puede pasar en este tiempo me levanté sin protestar, aunque lo único que sigo teniendo aún es mi mal humor mañanero.

—¿Que quieres, maldita sea? -dije enojada, mientras me sentaba y me frotaba los ojos.

—Ese no es un vocabulario para una dama. -me respondió la persona,-molesta- que quiere despertarme.

—Ya vete, Daryl.

—¿Daryl? Soy tu padre, nada de Daryl. 

—Daryl, Daryl, Daryl. -dije repetidas veces para hacerlo enojar. Era muy mala, y eso me gustaba.

—Cambiate, que nos harán una fiesta de bienvenida. -me ordenó.

—No tengo ganas. -le respondí, volviéndome a tirar sobre la cama y ponerme en una posición cómoda para dormir.

Silencio, bendito silencio.
¿Se habrá ido? ¿Se enojó?
No había escuchado los pasos... 

—¡Más te vale que te levantes ahora, niña rebelde! -dijo mi padre gritándome.

Mierda, lo hice enfadar.
Esa era mi intención, pero no demasiado.

—¡Ahora estas fingiendo ser rebelde! -siguió diciendo.

—¡Ya! ¡Ahora me levanto! -dije, sentándome -nuevamente- en la cama y desafiándolo con la mirada.

—Más te vale. -me amenazó.

Si hubiera sido otra persona, lo hubiera castrado. Si era mujer, le cortaría sus senos.
Así de mala, vengativa, malhumorada, exagerada y muchas otras cualidades más era yo. 
____ Dixon, según mi padre "La pequeña Dixon".
Me gustaba cuando me decía así, porque mi mamá nunca me había puesto un sobrenombre o algún apodo de cariño, solamente ____ o por lo menos la abreviación.
En cambio, mi papá si me dice apodos.

Escuché unos golpes en la puerta, me sacaron de mis pensamientos.
Dirigí mis ojos hacia la puerta y vi como Daryl estaba cruzado de brazos mirándome con los ojo fijos sobre mi.

—¿Y? 

—¡Que ya me levantó! -grité caminando hacia la puerta y cerrándola en sus narices, no le dí fuerte porque seguro se iba a enojar demasiado. Aunque se que en el fondo me ama.

Escuché una risa del otro lado, seguro de mi papá y decidí ignorarlo.
Pero tenía que ir al baño y se encontraba por donde él salió, esperé unos minutos y luego decidí en salir.
Abrí la puerta -deseando que ya no se encuentre más- y saqué mi cabeza para revisar ambos lados, se encontraba vacio.
Sonreí y comencé a caminar hacia el baño, pasando por el largo pasillo de la casa.

—¡Al fin sales! -dijo Daryl agarrándome por detrás, empezándome hacer cosquillas.

¡Demonios! ¿De donde había salido?
Estaba todo vacio, sin nadie, solo el pasillo y yo.
Pero, al parecer, me equivoque.

—¡Ya-a-a deja de ha-cc-cer cosquillas! -dije regañandolo.

Él hizo como si me ignorara y siguió con las cosquillas.
¡Necesitaba ir al baño! Sino, me iba a mear encima.

—¡Daryl Dixon déjame ir al baño! -dije poniendo resistencia, verdaderamente no aguantaba más..

—Solo excusas para dejarte ir.

—¡No! Por favor. -dios, me iba hacer encima. -¡No por favor eso no!

—Esta bien. -escuché y mi sonrisa como el gato de Alicia se hizo presente, ¡Me había dejado ir al baño!

¡Si! ¡Gracias!
Necesitaba ir lo más rápido posible. 
Sentí como sus manos iban deshaciendo el agarré de antes y cuando sentí que era libre, me heche a correr hacia el baño.
Ya saben lo que pasó a continuación.

Me estaba lavando las manos, cuando escuchó que golpean la puerta.
¿Cuando me iba a dejar de molestar?
No tardé nada.

—¡Papá! Deja de joder, ya salgo. -dije gruñiendo y rodando los ojos.

—No soy Daryl.

Abrí la puerta, al escuchar esas tres palabras y le sonreí.

—Hola Maggie. -besé su mejilla. -Buenos días.

—Igualmente para ti, ___. -me devolvió el beso. -Me mandaron a buscarte, ya sabes, la celebración de bienvenida.

Asentí y salí del baño, apagándo las luces y cerrando la puerta detrás de mi.
Estábamos bajando las escaleras para llegar a la planta baja, había varias personas allí, esperándonos.
Glenn, Rosita y Tara.
Bueno no varias, solo tres, me retracto.

—Maggie, estamos en Noviembre. -ella me miró, como los demás-  en Agosto nacerá tu bebé. -dije sonriéndo.

Maggie se le cristalizaron los ojos.
Glenn la abrazó.

—Falta aún. -susurró sonriéndome.

—Ya verás como pasa el tiempo.

Comenzamos a caminar hacia donde se encontraban los demás y Douglas -junto a los otros habitantes- en un círculo.
Cuando llegamos hacia ellos, Douglas nos sonrió, luego empezó a decir unas palabras.

—¡Ellos son los nuevos supervivientes! -los que ya estaban en este lugar, comenzaron aplaudir- Demos les la bienvenida, como se debe. Con una celebración. -se escucharon algunos gritos y luego Douglas hizo una seña con la mano y se quedaron callados. - A continuación, llamaré a parejas y se presentarán, esto lo hacemos siempre. -nos dijo dirigiéndose a nosotros.

¿Tenía que pasar al frente de todos ellos?
No quería, no por vergüenza, sino que no me gustaba llamar demasiado la atención.
Además, como soy tan perfecta, seguramente lo haré. 
___ esto no es momento de ego. 

—Rick y Michonne. -la multitud, de unos treinta personas aplaudió- Bienvenidos.

Ambos recién nombrados se acercaron al mini-escenario, junto a Judith en sus brazos.

—Gracias Douglas. -respondió Rick, teniendo de la mano a Michonne y a Judith. -Esperamos que este sea un buen lugar para vivir.

La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora