capítulo seis

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Tomen asiento y disfruten de la lectura

Narra Dariya

Me pongo una bata y comienzo a secar mi pelo con la secadora, me peino. Después de probarme muchos posibles peinados me hice un recojido, de maquillaje me empareje la piel con una base que totalmente cubriera mis imperfecciones, porque lamentablemente no soy perfecta, tengo unas ojeras hoy que no se las deseo a nadie, es tan buena la base que ni siquiera acudí al corrector de ojeras.
Después me hice un difuminado natural con delineado de cola de gato, unas capas de rimel y labial rojo. Después un contouring y lista. Las cejas no me pinte, nunca me gusto,  a mi me quedaba como si fuera Frida Kahlo.

Me coloque unos aros rojos y un collar con el árbol de la vida delicado, de plata. Sólo un anillo que funciona como rastreador para mi familia por si algo me sucede, también era de color rojo.
Ahora me faltaba colocarme el vestido que me dio mi hermano. Me lo puse, era hermoso y contrastaba a la perfección con mis ojos verdes. Me puse los zapatos, agarré mi cartera de mano y la invitación para irme. Cerré con llave y pedí nuevamente un taxi, pero del hotel porque ahí había. Era genial no tener que esperar el ascensor ni bajar las escaleras. Además de no escuchar a los demás huéspedes abriendo sus puertas, discutiendo o acomodando sus cosas.

Llegue al lugar, la verdad es que estaba bastante nerviosa, no quería estar ahí para ver a mi hermano golpeando y siendo golpeado por alguien.
Menos un mafioso francés. Me influenciaron desde siempre el odio hacia ellos, repito, desde siempre, y estoy segura de que a ellos también con respecto a nosotros.

La música elegante típica de los lugares de gala se hacía presente en mi audición, Ingrese al lugar, muchos bailaban de manera fina, sofisticada y sensual.

Vestidos y trajes elegantes había por doquier.

Me dirijo hacia el hombre que recibía las invitaciones, se la doy y ríe al ver el nombre escrito. Que suerte que no es el mío (sólo por esta noche)
Se aclara la garganta al ver que lo observo con gracia.

-señorita Barraquita puede ingresar al palco 7, en minutos iniciará el simulacro.

Así le decían a los "enfrentamientos"

-gracias, y puede decirme Juliana- le sonrió amable, él asiente en respuesta y me voy

Me dio el palco 7, aislada de los invitados, con buena vista pero no la mejor.

Jamás vine a estos lugares. Sólo los conocía por fotos. Tengo que estar al tanto de absolutamente todo.

A lo lejos, en el palco principal veo a mis padres. Y del otro lado, un palco al lado igual de principal donde estaban los padres del francés que va a pelear contra mi hermano.

Mis padres eran realmente una envidia, ambos eran atractivos, mi mamá tenía ojos verdes (los heredé de ella) pelo castaño y unos labios carnosos, mi papá era rubio, ojos celestes, ellos juntos eran la pareja de mafiosos.

Los franceses los veía por primera vez. Tampoco se quedaban atrás, la mujer era pelirroja de ojos azules y el marido ojos verdes y algo rubio con una barba apenas visible.

Estaban todos sentados como si fueran Reyes y Reinas, con el mentón en alto viendo a sus súbditos bailar conforme a sus reglas.

Me mezclo entre la gente, mis papás me dan una mirada rápida muy sutil y la vuelven a la gente haciendo una panorámica con sus miradas.

-la verdad es que llamas mucho la atención con ese vestido rojo sangre. Contrasta con tu piel pálida- sonrío y me doy vuelta, era Castiel. Era amigo desde siempre de nosotros. Dejó de verse en público con Alexander porque él (o sea Castiel) debía cuidarme a mi también. Entrenamos juntos.

MARCADOS POR SANGRE #2 [Completa Y En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora