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Clarke se despertó al escuchar la alarma del celular de Lexa que se encontraba en la mesita de noche, se apresuró para apagarlo antes de que hiciera más ruido.

Sintió a Lexa acercándola a su cuerpo y con su voz de sueño le dijo:

- Buenos días Clarke.

- Mmmhmmmm.- se negaba a iniciar su día.

- ¿Te encuentras bien?

La rubia se volteó para encarar a su esposa y se dio cuenta que esta seguía aún con los ojos cerrados.

- Un poco de dolor de cabeza pero nada grave.

- Debe ser por las cervezas de anoche...

- Seguramente, pero con una pastilla estaré bien.- se acercó para unir sus labios, fue un pequeño beso nada mas.

Lexa abrió los ojos al momento que la doctora se separaba de ella.

El azul profundo y el verde esmeralda se encontraron esa mañana.

- Extrañe mucho despertar a tu lado.

- Yo también.- dijo sonriendo antes de inclinarse y besarla nuevamente.

- Quédate en la cama.- y le besó la frente.- Yo llevaré a Alex a la escuela.- finalizó antes de empezar a moverse para salir de la cama.

- No.- respondió la rubia tomándole del brazo para detenerla.- Le prometí que yo la llevaría.

- Podríamos llevarla juntas.- propuso Lexa sentándose.

- Pediste el día libre para estar conmigo y te haz encargado de ella durante estas dos semanas, quédate aquí y descansa.- dijo saliendo de la cama.- Te lo haz ganado.- dijo de manera insinuante y le guiño el ojo antes de salir del cuarto.

Lexa sonrió y se dejó caer nuevamente al colchón, sonrió al pensar en el día que le esperaba apenas regresará Clarke.

...

Como la teniente lo había predicho, fue un martirio levantar a Alex, meterla a bañar y hacer que estuviera lista para desayunar a tiempo.

- Esos huevos con jamón no se acabarán solos Alex.

- Pero es que no quiero ir a la escuela, tengo sueño mami.

- Pero debes ir a la escuela o te retrasaras.

- No me importa, esperare a los del otro grado.

La rubia se rió ante la ocurrencia, en si no era una mala idea de parte de su pequeña.

- No.-dijo levantándose.- Le llevare a Lexa el desayuno al cuarto y cuando regresé quiero ver al menos la parte de la fruta vacía y tu con los dientes cepillados.

- Esta bieeeeeeeeeen.

La doctora tomo la bandeja y se dirigió a su recamara.

- ¿Lexa?.- preguntó al entrar.

La teniente se había quedado nuevamente dormida.

"¿Qué hice para tener tanta suerte?" se preguntó al observar la belleza de su esposa antes de ir a dejar la bandeja en el tocador.

Se inclinó en la cama para acercarse a la morena.

- Amor.-dijo pasando su mano sobre los cabellos de Lexa.- Ya nos vamos.

- Mmmm.

- Te he dejado el desayuno en la mesa, que no se te enfríe.

- Uhhumm.

Take my body (Clexa)Where stories live. Discover now