¡Luz, cámara, zapatos, carteras y acción!

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—Hola buenas tardes ¿con la superintendencia de la Comisión Anti-Bullying? —Preguntó la voz en el teléfono.

—Sí. Habla el agente Mulderio ¿en qué puedo ayudarle?

—Quiero hacer una denuncia sobre bullying en mi escuela.

—¿Cuál es su escuela? Iremos de inmediato.

—La Low Botton College.

William cortó la comunicación. Estaba interpretando el papel de director de la escuela, mientras el verdadero había accedido a que se tendiera la trampa para la comisión.

—Muy bien, quiero una cámara allí, otra escondida aquí y micrófonos debajo de la mesa —indicó.

*

Empezaba a rodar la serie, sin embargo, lo que ocupaba todos mis pensamientos era desenmascarar a esa comisión de ineptos. Pero la serie era mi arma para desbancar a la estúpida de Dayana y su famo-idiota, influencer del fracaso.

Borré la pizarra donde el director había escrito algunas estupideces innecesarias y me puse a anotar lo que importaba:

Serie: "La más odiada".

Protagonista: ¡YO!

Reparto: una tanda de fracasados.

Director: perdedor 1.

Cámara: perdedor 2.

Éxito: asegurado si estoy yo.

Fracaso: si hay otro protagonista.

Co-guionista: ¡YO, la mejor!

Sí, como lo leyeron, me habían pedido que participara en el guion, no solo para ultimar detalles, sino, además, para tratar de que fuera lo más realista posible. Prácticamente tuve que ayudar a reescribirlo.

—Primer escena, toma uno. ¡Luz, cámara, acción!

—¿Llamar estúpidos a los demás te hace más feliz? —dijo el actor que interpretaba a... bueno no recuerdo. De todas maneras, no debía recordar los nombres, para mí eran: estúpido 1, estúpido 2, infeliz, idiota, retardada 1, retardada 2, muy retardada e imbécil.

—Muy feliz... casi podría decir que llamar estúpidos a los demás me hace más inteligente y más a ese judío pulgoso —dije sentada como una diosa en la cafetería, había dos idiotas abanicándome y una infeliz en el suelo besándome los pies, un chico vestido de pobre comiendo del piso mis sobras y una perdedora tomando nota de toda mi vestimenta para luego copiarla.

—Sophia, no puedes discriminar a un muchacho por ser judío. Aprende de mí y de mis seguidores idiotas, soy muy cool con mi piel reseca y mi reality que no lo mira ni mi madre...

—Oh vamos no puede elegir a un judío... los romanos odiaban a los judíos, los alemanes odiaban a los judíos, los palestinos odian a los judíos... si todo el mundo los odia, ¿por qué tengo que quererlos yo? —respondí pisándole la cabeza a la chica que me besaba los pies.

—Esa pregunta podría ser considerada antisemitismo puro en el 99% de los países del mundo. Debes ser buena como yo que soy un pobre fracasado que vivo en un barrio de la pobreza sin satisfacer las necesidades básicas —dijo el actor que interpretaba a un chico pobre.

—¡Cállate y ve a comer de la basura pordiosero! —Le ordené.

—Sí, mi reina, sus deseos son ordenes...

Tres chicas más se acercaron con ojos contritos.

—Sophia, no podemos creer que seas tan maravillosa, ¿cómo hacemos para ser como tú? —Expresó una de ellas mientras las otras asentían con la cabeza.

La más odiada 2Where stories live. Discover now