La más odiada 2

Dos horas de terapia

Dedicado a @Jessy082000

La psicóloga estaba sentada frente a mí. Luego de la muerte de mi padre, la jueza había designado que asistiera dos veces por semana a verla. Era una mujer estirada, pero agradable, al mejor modo de las psicólogas que cualquiera imagina. ¿La imaginan con anteojos? Pues, tenía anteojos. ¿La imaginan con el cabello apretado y peinado hacia atrás? Pues así lo tenía. Era también, un poco minuciosa en sus formas, pero bastante detallista a la hora de vestir, eso me agradaba. La gente que deja al azar su vestimenta tanto como su figura me suena a descuidada.

—No entiendo cómo funciona esto realmente, una mujer habla, en promedio, veinte mil palabras por día. Mientras más estúpida o más mentirosa es, más habla. Si sentarnos aquí a hablar nos ayudaría en algo, hace siglos que todas estaríamos curadas.

—Me da la sensación de que tienes un cierto un problema con las mujeres... ¿una mujer misógina? No hay muchas como tú.

—Son idiotas.

—Pero tú no.

—Por supuesto que yo no.

—Y ¿no crees que existan otras mujeres como tú con las que te puedas llevar bien?

—¿Otra como yo? Es un chiste...

Crucé mis piernas.

—¿Cómo te llevas con la tutora? —Preguntó en tono de yo-soy-una-adulta-sabelotodo-infeliz.

—Magnifico, solo un retardado se disgustaría de pasar tiempo conmigo ¿por qué lo preguntas?

—No me refería a como se lleva ella contigo sino a cómo te llevas tú con ella. Supe que te estabas quedando en casa de un amigo...

—Es verdad... ir a lo de Louis y vivir con una familia, por un lado, hace que no me sienta tan sola... aunque por otro lado todo el asunto de vivir en la parte pobre de la ciudad me hace sentir como esos reporteros del National Geographic que sacan fotos a los negritos de África, pero jamás los tocan...

—Louis es tu amigo, pero jamás le has expresado que lo aprecias.

—Louis es como una mascota y las mascotas solo necesitan saber que deben obedecer a su amo —le expliqué. «Diablos ¿por qué a la gente le costaba tanto entender?»

—¿La amistad para ti es eso? —Preguntó.

—¿Qué es lo que espera, señora? ¿Que le diga cuanto quiero a Louis porque es lo más parecido a un hermano que he tenido? ¿Que me ponga a llorar en sus hombros porque he quedado sola en el mundo? ¿Por qué quieren ver todo el tiempo a la gente vulnerable y débil? ¿Cree que eso solucionará mágicamente sus problemas? Pues nunca he visto como ser una idiota sentimental le ha solucionado la vida a nadie... entiendo perfectamente el problema que tienen todos conmigo: no soportan que sea el espejo de lo que les gustaría ser si tuvieran el valor para serlo, si tuvieran el coraje de asumir las consecuencias, entiendo que es fácil decir lo que todos esperan oír, comportarse esperando la aprobación de los demás, de esa manera le agradas a todo el mundo. No le caigo bien a nadie porque soy distinta, pues a mí no me cae bien nadie porque son todos iguales...

—Al fin estamos siendo sinceros. Bien esto es lo que quería... —confesó la psicóloga.

—¿Cuándo acabaremos con estas sesiones? Es decir, no voy a suicidarme, estoy llevando el ser huérfana de la mejor manera posible...

—Apenas han pasado tres días Sophia, y solo hemos tenido dos horas de terapia. Has estado presa, tienes problemas de conducta en la escuela, te llevas mal con tus compañeros... evidentemente no lo estás sobrellevando de la mejor manera.