La más odiada 2

Una dosis de mi propia medicina

¡¡Hoy día de rubias!!

Las chicas rubias por ser las mejores del mundo tendrán un 40% de descuento en todas las tiendas de este shopping.

Ese era el letrero en la entrada del shopping. Me sentía consternada, no podía creerlo. Estaba de acuerdo que las rubias tenían estilo y elegancia, pero yo era Sophia Laurent, nunca se me había rechazado de esa manera.

—Perdón chica "no rubia" por favor apártate de la entrada, ¿ves este pelo amarillo? Tengo prioridad... —dijo una muchacha que parecía una muñeca.

De pronto entró Dayana Lords y todas comenzaron a aplaudirla, era la reina de las rubias.

—¿Qué haces en mí shopping con ese color de pelo? ¿Viniste a trapear? —Esbozó Dayana. Tenía que aparecer la muy idiota.

Todas rieron.

—Las morochas ya deberían ser enseñadas desde chicas que su destino será el balde y el trapeador... —agregó otra.

Las risas continuaron. «Me estaban haciendo bullying a mí ¡A mí!»

Salí llorando. El shopping mall, mi sitio mágico, mi lugar en el mundo me estaba traicionando y discriminando a mí. Esto era una pesadilla. Digo, había tiendas en la ciudad, pero aquí estaban todas juntas.

Me paré frente a la entrada.

—¡¿Por qué me haces esto?! Yo siempre te he sido fiel. Cuando fue mi cumpleaños, tuve la oportunidad de hacer una gran fiesta... y ¿qué hice? Vine aquí, a pasarla en estas tiendas maravillosas llenas de marcas que la gente pobre no puede comprar. Cuando estuve desanimada ¿A dónde fui a gastar mi dinero? ¿Acaso fui a un psicólogo perdedor? No, vine aquí, compré hasta que agoté mi tarjeta y luego me sentí mejor... y ahora me haces esto... no sé lo que vas a hacer para que te perdone...

«Louis, maldito idiota ¿dónde estás cuando te necesito?»

Brandon me cruzó al salir.

—¡Quiero mi pack! —Reclamó.

—Brandon, eres el chico más idiota y sexópata del mundo, pero dime la verdad: ¿no soy más hermosa yo que todas estas patas sucias? Míralas bien y dime: si tuvieras que elegir tener un pack de cualquiera aquí ¿de quién elegirías?

—Creo que el de cualquiera de estas preciosuras me vendría bien... pero el tuyo sin duda sería uno de los mejores packs del mundo... tienes agua en tus ojos.

—Voy a hacer algo que nunca he hecho...

—¿Darme las gracias? —Preguntó.

—Eso nunca... pero te voy a dar esto:

Apoyé mis labios sobre la mejilla de Brandon.

—Te amo —dijo el retardado tomándose el pecho.

—Por supuesto que lo haces...

Al menos este infeliz servía para algo. No es que necesitara a ese payaso para sentirme mejor, pero si eres una líder sin seguidores, entonces solo estás dando un paseo y si te sientas en un trono y no tienes lacayos, no eres una reina, solo estás ocupando una silla.

Conduje hasta la casa de Louis.

—No sé qué hacer... si me tiño de rubia dirán que soy una oxigenada, una teñida, morocha arrepentida... y todas esas... —comenté preocupada.

—Todas esas cosas que tú te has cansado de decirle a las demás —remarcó Louis.

—¡Pero cuando yo lo digo está bien!