Mis palabras quedaron atrapadas en mi garganta, porque, en el fondo, sabía que tenía razón. No podía ignorar las consecuencias potenciales de mis acciones, y sus palabras resonaron como un recordatorio de que, incluso cuando intentaba hacer lo correcto, debía tener en cuenta las reglas establecidas.

- Akari, te queremos y solo estamos preocupados por ti. No puedes dejarte llevar solo por tus instintos sin considerar las consecuencias. Como ninja, debes aprender a equilibrar el deber con la responsabilidad -intervino mi madre con tono más suave, pero su mirada seguía siendo firme.

- Debes aprender que toda acción lleva sus consecuencias. En este caso, has desobedecido no solo las reglas de esta casa, sino también las de la aldea. Como ninja, debes entender la importancia de la disciplina y la obediencia a las normas establecidas. Por lo tanto, habrá un castigo.

Mi corazón se hundió ante sus palabras, sabiendo que el castigo impuesto por papá era merecido, pero aun así, me sentí abrumada por la tristeza y la frustración. Solo era una niña que quería apoyar a su amigo en su dolor, no quería defraudar a mis padres ni a la aldea y, sin embargo, había cometido un error que tendría consecuencias.

- Estás castigada. No podrás salir de casa hasta la orientación en la academia para Genin. Y también pondremos candado en tu balcón. Queremos que reflexiones sobre tus acciones y comprendas la gravedad de lo que has hecho -añadió papá.

Asentí en silencio, aceptando la decisión y reconociendo que debía aprender de esta experiencia. Mis padres solo buscaban guiarme por el camino correcto, aunque a veces eso implicara enfrentar las lecciones de la vida de la manera más dura posible.

- Akari, cariño, sabes que a veces las reglas si deben romperse para lograr algo más importante. Pero también debes comprender que incluso en esas situaciones, hay consecuencias. Este castigo no es solo por desobedecer, es para recordarte que las acciones, incluso las que consideramos justificadas, siempre llevan consigo un precio -explicó mamá oyéndose más tranquila y comprensiva.

Las palabras de mi madre resonaron en mi mente, recordándome la complejidad de las decisiones que tomamos como ninjas. Aunque mi corazón estuviera aliviado por haber ayudado a Naruto y detenido a Mizuki, comprendí que cada elección tenía sus repercusiones, y el castigo era un recordatorio necesario de esa realidad.



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Pasaron un par de días desde que me impusieron el castigo. El momento de la foto para la hoja de identificación ninja llegó, y esa vez, papá decidió acompañarme. Su presencia limitó mi libertad de moverme, así que, después de la rápida sesión de fotos, regresé a casa con la sensación de que mi mundo seguía siendo pequeño y vigilado. Shoto-nii también había sido persuadido para asegurarse de que no escapara a ninguna parte.

HARD TO LOVE - Sasuke Uchiha-Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon