- Ya te dije que intentaré comportarme.

- Pues hasta entonces no volverá a pasar nada… No caeré en el mismo error de anticiparme a los hechos porque tratándose de vos es dudoso que alguna vez vaya a tener motivos para recompensarte.

- ¡¡¿Recompensarme?!! ¡Ja! ¡Cómo si no desearas esto más allá de un supuesto premio! 

- No volveré a discutir esto contigo. ¡Saca tus manos de mí!

- Eres un fastidio.- sentenció Justin.- Pero no irás a tu dormitorio, dormirás aquí.

- Te dije que no me dieras órdenes.

- Lo siento, linda, soy así y no pienso cambiar.

- ¡Te odio!

- No me obligues a repetirte lo mal que mientes.

Ella bufó y alzó su cabeza de la almohada para morderle el labio a su marido que era la parte más cercana que tenía de él. El joven chilló de dolor al sentir el mordisco pero cuando ________ se apartó esbozando una sonrisa de satisfacción él volvió a buscar su boca para someterla a un beso tosco. La castaña forcejeó para rescatarse pero la presión era tal que después de varios segundos no tuvo otra opción que abrir la boca para respirar, lo cual él aprovechó para adentrarse en ella. Al cabo de unos instantes, ella dejó de luchar contra ese forzoso beso deseado y comenzó a revolver el cabello de su esposo a cambio. 

- Te odio tanto.- jadeó la castaña cuando los labios del blondo descendieron hasta su cuello.

- Y yo a ti.

- Eres un maldito imbécil.- opinó acariciando ávidamente la espalda de su marido.

- Y tú una insufrible sabelotodo.- replicó el chico liberándola de la parte superior de su pijama. 

- Eres un pervertido.- juzgó la castaña desatando los cordones que ajustaban el pantalón de su esposo a sus caderas.

- Y tú una reprimida sexual no muy buena.

- Eso parece.

- ¿Quieres que siga?- inquirió él dudando si bajarse sus pantalones o no.

- ¿Te importa?

- Estoy preguntando, ¿no?

- ¿Eso quiere decir que sí te importa?

- ¡¡________!!- se exasperó el rubio.- ¿Quieres que siga o no? Te lo estoy preguntando ahora que más o menos me puedo contener.- Aunque al mirar los pechos desnudos de su mujer tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para no abalanzarse sobre ellos.

La castaña contempló el rostro y el torso descubierto del chico y experimentó unos deseos irrefrenables de contestar que sí pero su mente seguía activada, lo cual provocaba que sus dudas y sospechas rondaran convirtiendo a su cabeza en un caldero de pensamientos encontrados e imposibles de descifrar. No obstante, ante la vacilación siempre es mejor precaver así que negó en silencio cerrando los ojos para evitar toparse con los de Justin de manera que su mirada no la hiciera arrepentirse de su rechazo.

- Está bien.- dijo él al tiempo que se ubicaba a un lado de su mujer entregándole la prenda que le había quitado durante el ajetreo.- ¿Ves que no soy tan malo?

- Gracias.- respondió ella sin saber qué otra cosa decir.

- No me lo agradezcas, en parte lo hice por mí porque mañana seguramente me echarías la culpa de haberte timado, manipulado o sabe Dios qué más.- La castaña frunció el entrecejo ante aquella confesión y luego se cubrió nuevamente.- ¿Estás segura que no quieres cambiarte el pijama? Ya ves que no haré nada mientras tú no lo quieras.

un plaser ser tu esclava(justin bieber y tu HOT)Where stories live. Discover now