cap 18

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Qué tipo de ayuda?- preguntó el rubio con aprensión.- ¿Qué quiere que hagamos?
- Que se comprometan en matrimonio.
Un golpe seco siguió a aquel estamento puesto que el trasero del rubio que había estado apoyado en el borde de la camilla todo ese tiempo resbaló de alguna manera ocasionando que el chico cayera despatarrado al suelo.
-¿Estás bien?- se preocupo, pero no obtuvo respuesta pues al parecer, a causa de los aturdidos oídos de a Justin, él no estaba escuchándolo.
_______, por su parte, ni siquiera se percató del pequeño accidente, pues sólo se limitaba a mirar a su director con los ojos desorbitados sin dejar de preguntarse la misma interrogación que escapó de su boca.
- ¿Está bromeando?
- ¿Me crees capaz de bromear con algo semejante?
- Sí.- afirmó la chica con seguridad.
El aludido se tomó unos segundos para considerar esa acusación.- Bueno, sí, tal vez...pero no, no es broma.
Recién entonces fue cuando la castaña reaccionó con todo el peso caído sobre sus hombros y tomó asiento en una silla cercana valiéndose de la ayuda como soporte de la mesita dispuesta al lado.
- ¡¡¿Usted está loco?!!- inquirió desconcertado y bastante desesperado el rubio que ya se había puesto de pie con dificultad.
- No, según tengo entendido solamente soy un poco extravagante pero creo que mi salud mental está más que bien. Muchas gracias por preguntar.
- ¡¡Usted nos está vacilando!!
- No, Justin, no les estoy vacilando, ni les tomo por tontos ni nada que ahora esté pasando por tu cabeza. Les estoy pidiendo un favor.
- ¡¡Usted está muy equivocado si piensa que vamos a aceptar algo así!!- gritó el chico.
- Vamos, tampoco es que le estoy pidiendo algo descabellado, han hecho cosas más difíciles para la Escuela. Además, he sido testigo de que ustedes no se llevan tan mal últimamente.- Ni falta hacía su sonrisa pícara para entender de qué hablaba el anciano.
- Mire, si piensa que yo me casaré con una mujer únicamente porque estuve a punto de foll...- Sin embargo, el rubio no pudo concluir su frase porque tuvo que zambullirse para evitar que un cuchillo terminara clavado entre una de sus cejas y la otra. Se dio vuelta para notar que el utensilio se había insertado en la almohada de su camilla y luego miró a la desquiciada que había apuntado hacia él.
- ¡¡¿Qué te pasa, demente?!!- vociferó
- ¡¡¡Aprende a cerrar tu bocaza, Justin!!! Tú y yo no estuvimos a punto de hacer nada.- los ojos marrones centelleaban furia y los instintos asesinos se hacían más que evidentes.
- No le crea, Profesor, está mintiendo.- alegó el aludido.
- ¡¿Qué dices, *beep*?!- _______ se adelantó hacia su colega y éste lo mismo hacia ella, ambos mirándose con odio.
- Bueno, bueno...creo que esto se está desvirtuando- terció el adulto- Por favor, sepárense un poquito.- solicitó viendo que ya estaban a pocos centímetros uno del otro.- ¡Ahora!- Finalmente, la voz autoritaria del director se alzó por la enfermería logrando su cometido: ______ y Justin saltaron alejándose.- Mejor así... No importa qué estuvieron o no a punto de hacer, sólo quiero pedirles este favor y presentarles mis justificados argumentos para que acepten.
- ¡Lo dudo!- dijeron al unísono.
- ¿Ven? Ya nos vamos poniendo de acuerdo- pero la sonrisa juguetona se borró del rostro envejecido cuando recibió dos ceños fruncidos.- Ok, sin bromas, ya entendí. A lo que iba...Creo que tenemos que actuar para afianzar los lazos entre los bandos y, lo más importante, para que desparezcan definitivamente los resentimientos entre familias de gente con dinero y de clase media.

- ¿Y para eso tenemos que casarnos?- preguntó la castaña escéptica, ganándose el asentimiento de cabeza del chico a su lado.
- Claro...es una idea genial que se me ocurrió hace un rato. Miren, si ustedes se casan sería el afianzamiento más poderoso (el matrimonio) entre un joven de una poderosa familia con una señorita que hasta sus 11 años ha estado ajena a todo cuanto al dinero se refiere. Además, cada uno de ustedes son muy conocidos y respetados por la gente de sus bandos que resultan ser las principales rivales.
- Lo de respetados lo dice sólo por mí, ¿verdad?
- No, Justin, la señorita Levine también es respetada.
- Como hagas un comentario más de ese tipo no fallo en el próximo cuchillazo.
El director optó por ignorar esa última amenaza y prosiguió:
- Como verán, si ustedes se casan mataríamos dos pájaros de un tiro de una manera muy sencilla. 
Un silencio se apoderó de la escena hasta que el habló.
- Suponiendo que su...eh...extravagante plan tenga éxito, ¿qué le hace pensar que yo aceptaría algo así? Realmente, no me importa tanto nada de lo que usted dice como para casarme y mucho menos con cierta persona con instintos asesinos.
- ¡¡Mira quién habla de instintos asesinos!!
- ¡¡¡Cierra la boca,  Levine!!!
- ¡¡Ciérrala tú!!
Para ese momento, el profesor ya andaba masajeándose las sienes tratado de aminorar el dolor que comenzaba a agobiarle y preguntándose si en verdad había sido una buena idea acudir a ese par de alumnos.
- ¡Basta! Por favor, también he pensado en mis justificaciones, si me dejaran terminar mi teoría...
Los dos adolescentes, que estaban mirándose enfrentados, hicieron un gesto de mano para indicarle al mayor que continuase sin quitarse los ojos de encima.
- Justin, tú sabes muy bien que después de lo que paso todo lo que ha sido relacionado con los esas familias es gravemente repudiado y entre esas cosas tu apellido.- Con eso, el director se ganó la atención completa de los Premios Anuales.- Por tanto, sabrás que cuando salgas del colegio, tú como varios de tus compañeros tendrán muchos problemas para conseguir trabajo. Tú me podrías decir que no te importa puesto que cuentas con una gran fortuna pero te puedo asegurar que si ésa todavía no se te ha sido arrebata por el Gobierno es por expreso pedido mío, pues les he dicho que tú has tenido una fundamental participación para que nosotros pudiéramos atrapar a tu padre. No obstante, los políticos siempre buscan nuevas fortunas para solventar sus campañas y demás acciones así que no dudarán en quitarte tu fortuna con la escueta excusa de tu maldecido apellido, pero...si pudieras limpiar tu nombre casándote con una chica de ese origen les demostrarías que tú ya no compartes las mismas intenciones que tus familiares y ya no tendrían por qué quitarte nada ya que tampoco pueden probar ninguna actuación directa tuya en lo que paso porque no la has tenido.
El blondo tragó saliva. ¿Cuánta razón tenía el viejote en lo que exponía? ¡¡Toda!! ¿Tendría que aceptar? ¡¡Por Dios!! 
_______ miró a su compañero desconcertada. El director tenía mucha razón en lo que decía, pero...
- Al parecer, Justin tiene varios motivos por los que debería casarse conmigo, pero ¿yo? Creo que no tengo ni un sólo motivo para aceptar o ¿si?
- ¿Porque me quieres y me respetas?- tanteó el barbudo poniendo cara de niño bueno. Aunque el ceño fruncido de la aludida le hizo rebuscar en su inteligente mente un argumento más valedero.- Vamos, ________, tú más que nadie ha sufrido los estragos de esto y toda la discriminación que la misma ha conllevado. ¿Realmente quieres que todo se repita, que un grupo de resentidos vuelva a surgir para destruir la tan añorada paz que hemos conseguido? Esto podría ser un ejemplo a seguir, algo que ciertamente haga reflexionar a la comunidad para que todos y cada uno de los que todavía no se convencen de que la igualdad entre todos es certera y real, lo hagan.
La castaña tragó saliva. Verdaderamente ella había sufrido mucho la discriminación. ¿Cuántas veces tuvo que exigirse al máximo para demostrarse a ella y a los demás que era tan apta como cualquier otro? Si podía evitar que algo parecido a lo vivido volviera a ocurrir haría lo que fuese, aunque... ¿casarse?... ¡y con Bieber!
- Pero estamos hablando de matrimonio, Profesor. Es algo sagrado, destinado al amor y sería un sacrilegio cometer algo de ese estilo.
- En el caso de que no se amasen...
- ¡¡No nos amamos!!- interrumpieron los dos chicos al mismo tiempo. 
El director sonrió significativamente.- Bueno, en ese caso, yo los puedo casar, puesto que tengo el permiso, y luego de unos meses de actuación y habiendo logrado el efecto deseado podría anularse el matrimonio sin mayores inconvenientes como si ninguno haya estado casado antes. ¿Qué dicen? 
Los aludidos se miraron y un rubor intenso se apoderó de las mejillas de los dos. El anciano sonrió desde su lugar.
- ¿Tenemos otra opción?
- No, la verdad que no.
- Está bien- volvieron a repetir al unísono.
- ¡Perfecto!- exclamó el estratega.- Mañana al despertarse vengan a mi despacho para entregarles los anillos y lo anunciaremos en público.
- ¡¡Mis amigos!!- profirió la castaña.- ¡¿Qué dirán cuando les cuente del plan?! ¡Mis padres!
- No, no, _______. Nadie debe saber que esto es una farsa. ¡Nadie! Ni siquiera sus padres, debemos saber la verdad nosotros tres únicamente, sino nada tendría sentido. Todos deben creer que ustedes se casan porque se aman profundamente.- Los chicos volvieron a mirarse y un nuevo rojo coloreó sus mejillas.- ¿Estamos de acuerdo?
- Sí- mascullaron los jóvenes.
- ¡Genial! Ahora me voy para planear la boda.- Sin más, el director salió canturreando de la enfermería, dejando a dos chicos sumamente avergonzados el uno con el otro.
- ¿Puedes creer lo que acaba de pasar?
- No mucho.- contestó la aludida.
- Yo tampoco.- Hubo un nuevo silencio en el que las mentes de ambos corrieron en diferentes direcciones. Una mueca de disgusto se formó en el rostro de la castaña contrastando con la mueca de satisfacción del rubio.- ¡Oye! ¡Vamos a tener que consumar el matrimonio!
- Ni pensarlo, Justin. ¡Jamás! Es un matrimonio completamente falso.
- Eso dices ahora pero después...
- ¡Calla! Debo pensar cómo decirles a Mike y a Jade antes del desayuno de mañana. ¿Cuál sería la mejor forma?- se preguntó a ella misma.
- Si quieres yo te puedo ayudar- una sonrisa maliciosa curvó los labios finos de Justin.
- ¡Ja! ¡¡Ni en tus sueños!!
- Ya veremos...
- ¡¡NO!! Si llegas a intervenir en esto...
- Ya veremos...- repitió el chico antes de abandonar a su futura esposa en la enfermería.

un plaser ser tu esclava(justin bieber y tu HOT)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora