J.jungkook
—Mi bebé hermoso como ha crecido —decía mi madre mientras jugaba con Ji Hoon.
— Lo sé mamá, pero ya no soy tú bebé —bromeé.
— Pequeño —le llamó mi padre— ven aquí, que él abuelo tiene un regalo para ti.
— ¿Regalo? —preguntó mientras caminaba hacia mi padre.
— Me alegra que hayan venido —habló mi madre— Aún no puedo creer que haya crecido tan rápido —los tres miramos en dirección a Ji Hoon y mi padre.
— Él ha preguntado mucho por ustedes —habló Haneul.
— Eso es cierto —dije yo— no dejaba de hablar de ustedes e incluso causó berrinches por querer verlos
— Pequeño eso no —nuevamente volvimos a observar en la dirección de Ji Hoon. Mis ojos se abrieron al ver aquella escena y mentalmente maldije a Yoon Gi por esto. Ji Hoon, mi pequeño y adorable hijo estaba mostrando su dedo de en medio hacia mi padre.
»Estas muerto Yoon Gi. Muerto«
— Ji Hoon ven aquí —le llamó Hani — ¿Quién te ha enseñado eso?
—Tío Yoon Gi —respondió tranquilo.
— Hijo, lo que acabas de hacer está mal. No quiero verlo de nuevo ¿Entendido? —hablé firme. Asintió obediente y continuó jugando con su abuelo.
— Siento mucho eso Cho Hee —se disculpó Haneul.
—No te preocupes, es un niño, no sabía lo que hacía —dijo mi madre en respuesta—
— Mamá nosotros iremos a pasear —hablé— También aprovecharé de traer algo para la cena
— Oh claro, si quieren pueden dejar al niño, así tendrán tiempo para ustedes —miré a Haneul.
— ¿Que dices? —pregunté.
— Si, me parece —sonrió.
🍵
—El cumpleaños de Ji Hoon se acerca. ¿Que piensas regalarle? —habló Hani rompiendo el silencio.
— Los coches que le faltan para completar la colección —respondí mientras tomaba su mano.
— Aquellos que vio en el centro comercial ¿no?
— Esos mismos —sonreí— ¿Y tú?
— Una bicicleta—respondió con su vista al frente.
Llevabamos ya casi media hora en el centro de la ciudad. Solo observando, charlando y riendo. No es como si no lo hubiésemos hecho antes, pero desde que Ji Hoon llegó a nuestras vidas, solo nos dedicamos a él.
— Es increíble que Yoon Gi siga enseñándole esas cosas a Ji Hoon. Sabe perfectamente que es un niño
— Pronto hablaremos con el, por ahora solo disfrutemos esta salida.
— Como quieras cariño —besé su mejilla.
— Últimamente he estado pensando en algo
— ¿Que cosa?
— Podríamos ir a visitar a la señora Choi, ¿no crees?. Ella ni siquiera sabe que ocurrió con nosotros y me gustaría verla
— Podemos hacerlo en cuanto volvamos a Seúl, ¿Te parece?
— Perfecto —detuvo el paso causando que yo también lo hiciera y pasó sus brazos sobre mis hombros— Gracias por todo
— No agradezcas Ángel —besé su frente y seguido sus labios— soy yo quién tiene que darte las gracias por permitirme ser feliz junto a ti y por darme tan hermoso regalo