제15장

8.9K 762 61
                                    

»K.Haneul«







—¡Ya llegamos! —grité desde la entrada.

—¿Trajiste lo que te pedí? —preguntó Jin.

—No me pediste nada Jin, solo dijiste; ve por tu campera y luego a la tienda, así que solo traje lo que creí necesario.

—Esta bien, deja las compras en la cocina

—Okey Dokey —sonreí.

—Jin, ¿Te parece que tengo cara de rata? —oí decir a Jungkook tras de mi y reí bajo.

Al llegar a la cocina, dejé las compras sobre la encimera y comencé a sacar la mercadería para guardar todo en su lugar.

—¿Que te sucede?, luces cansada

—Anoche no dormí muy bien, debe ser eso.

—¿Estas segura? —terminé de poner lo último en la despensa y lo miré.

—Si —besé su mejilla y salí de la cocina con dirección a mi habitación.

Me dejé caer de espaldas sobre mi cama con la vista en el techo de mi habitación.

»Aprendamos del amor juntos«

Un pequeño suspiro se escapó de mis labios mientras esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza.

—¿En que piensas? —no era necesario que buscase de quien provenía aquella voz.

—Nada.

—¿Segura? —preguntó dejándose caer a mi lado.

—Mhm —murmuré en respuesta mientras que lentamente cerraba mis ojos.

Lo sentí removerse sobre la cama y cuando abrí mis ojos, su rostro estaba frente al mio. Solo observaba como si intentase de descifrar algo.

—¿Que? —hablé bajo.

—Me gustan tus ojos —respondió bajo también. Su fresco aliento chocó contra mis labios e inconscientemente sonreí.

Sus labios se presionaron sobre los míos recibiendo de inmediato aprobación de mi parte y aunque me ponía algo nerviosa él estar en esta posición, aún así no lo aparté, al contrario, subí mis manos por sus hombros llegando hasta su nuca enredando mis dedos en sus cabellos.

—Gracias al cielo fui yo quien los acaba de ver.

—Taehyung —hablé apartando a Jungkook de mi.

—Jin pregunta en donde tienes los condimentos.

—En la despensa obviamente

—Bien, pueden continuar con lo que hacían —dio media vuelta y abandonó la habitación.

Fue bueno que haya sido el quien entró, pero a la vez malo, porque aunque no diga nada ahora, se que algún día lo soltará sin notarlo.

Jungkook se puso de pie y yo decidí hacerlo también. Ambos acomodamos nuestros cabellos los cuales habían quedado despeinados con lo de hace un momento.

—¿Iremos con los demás?

—No tenemos opción —alcé mis hombros.

—Si la hay —dice alcanzandome por la cintura— quedarnos aquí —chocó su frente con la mía y sonrió.

—¿De verdad te parezco una niña? —pregunté pasando mis brazos sobre sus hombros.

—No del todo —sonrió aún sin romper el contacto visual—¿Y yo?

—¿Tu qué?

—¿De verdad tengo cara de rata? —solté una carcajada separándome de él— Ya no te burles

—No, no —hablé ya calmada— solo lo dije para molestar.

—Estoy curioso.

—¿Sobre que?

—Hace un momento cuando entré en la habitación, parecías realmente pensativa.

—Ah eso... Solo estaba cansada nada más.

—¿Estas segura?

—Si, si, muy segura —Sonreí recibiendo un beso en mi mejilla.                                       



🍵




—¿Sabes?

—¿Mm?

—Lleva tiempo que no tomo tus deliciosos cafés —quité mi vista de la televisión para prestarle atención a Jungkook.

—Puedo prepararte uno si quieres.

—¿Lo harías por mi?

—Claro, solo espera —Sonreí y me levanté de la cama.

22:35 marcaba el reloj en la pared de la sala.

Los chicos se habían ido ya hace un par de horas y nosotros  dedicamos a dejar en orden la sala para luego acabar como lo estábamos hace un momento. Mirando películas sobre mi cama.

Al llegar a la cocina tomé todo lo necesario y preparé el café de Jungkook. También tomé un emparedado y cuando acabé lo llevé a la habitación.

—Aquí tienes —puse la charola sobre la cama.

—Gracias Ángel —se inclinó hacia mi y besó mis labios.

Continuamos viendo la película, la cual era animada. Lo se, es extraño pero nunca dejaron de gustarme ese tipo de películas.

—Ya debo irme, Ángel.

—Bueno —me levanté de la cama—  ¿Iras a la cafetería mañana?

—Mhm —respondió asintiendo mientras se acercaba— Espero verte ahí.

—Obviamente que estaré allí idiota —alcé mis brazos sobre sus hombros.

—Eso espero —susurró antes de unir nuestros labios— No quiero irme.

—Quedate entonces —Sonreí.

—¿Hablas en serio?

—Si, así tendré excusa para llegar tarde a la cafetería.

—Así que solo soy tu excusa.

—No, no, quedate... Aunque yo no tengo nada para que duermas.

—Iré a mi departamento y vuelvo —solté una risita.

—Esta bien, yo te espero

—Te quiero —besó velozmente mis labios y se esfumó de la habitación.

Coffee; j.kWhere stories live. Discover now