»j.jungkook«
H
a transcurrido un mes, solo un mes desde aquella noche, luego ya se hizo costumbre y casi siempre estoy quedandome en su departamento o ella en el mio y eso no es lo más importante. Hoy es nuestro aniversario. Suena cursi lo se, pero bueno que puedo hacer.
Se supone que Haneul esta en la cafetería en estos momentos y pues no hemos hablado desde la noche anterior, ni siquiera le he enviado mensaje de texto o algo así que seguramente esta enfadada.
Detuve el coche frente a la cafetería y me bajé de este no sin antes tomar el obsequio.
Al entrar en la cafetería lo único que recibí de su parte fue; una mirada asesina. Sonreí divertido y solo me instalé en una de las últimas mesas.
—Quieres tu americano, ¿no? —evité soltar una risa al ver como mordía su labio inferior. Seguramente quería gritarme mil cosas.
—Si, por favor —sonreí— Ah y también... ¿Puedo tenerte a ti?
—Idiota —murmuró.
—Conozco a la dueña y si tratas así a tus clientes, quedarás sin empleo.
—Por lo que veo, estas de muy buen humor hoy.
—Si —sonreí.
—Bien —suspiró— solo espere —dio media vuelta y se fue.
La cafetería ya comenzaba a quedar vacía y los clientes que quedaban comenzaban a despedirse.
—Aquí tienes —llegó Haneul con mi americano— luego puede irse. En un momento comenzaremos a cerrar —y con eso dio media vuelta para hacer el intento de irse.
—Ángel —tomé su muñeca y me puse de pie. No importaba mucho ya que ahora si, la cafetería estaba vacía, bueno, solo nosotros— Feliz primer mes —dije con una sonrisa que seguramente me hacía ver como idiota.
—Estúpido, creí que lo habías olvidado. Todo el día esperé tu mensaje o alguna llamada.
—Lo vengo recordando desde hace una semana —admití— Ahora ve por tus cosas mientras tomo mi americano —besé su mejilla.
—Esta bien —sonrió y corrió dentro de él lugar de empleados.
Terminé rápidamente mi americano y esperé a que Haneul volviera.
—Ya estoy lista.
—¿Que hago con esto? —señalé sobre la mesa.
—Los demás se ocuparan —sonrió.
—Bueno, entonces, ya vámonos —tomé su mano y salimos fuera de la cafetería.
🍵
P
rimero decidí invitarla a cenar, algo que realmente disfrutamos ambos. Charlamos, reímos y finalmente salimos de aquel lugar. Segundo; al principio no sabía que podía hacer, pero finalmente me decidí por ir a un mirador que se encontraba a las afueras de la ciudad y ahí lanzar algunos fuegos artificiales.
Realmente no se que tengo en la cabeza o que hizo Haneul conmigo, pero jamás había hecho algo como esto.
—¿Que hacemos aquí?
—Pues... —tomé la bolsa en la que traía los fuegos artificiales y se la extendí.
—¡Woah!, esto será fantástico
—No pensé que te gustase tanto, al principio estuve confundido y no sabía si hacerlo o no.
—Has hecho bien —besó velozmente mis labios y bajó del coche.
Copié su acto bajandome del coche también, para ir con ella.
—¿Podemos comenzar?
—Claro, hazlo —sonreí.
Ella comenzó con los fuegos mientras que yo solo me dediqué a observar.
Era mucho más grande mi sentimiento hacia ella, lo había notado hace algunos días,en los cuales viaje a Busan para ver a mis padres y Haneul no quiso ir, no la obligué, tampoco me enfade, en fin, esos días si me sentí vacío al no poder verla y me sentía aliviado cuando escuchaba su voz a través del teléfono.
Estuvimos varios minutos esperando a que acabasen los fuegos y en cuanto Haneul lanzó el último, solo nos quedamos mirando la ciudad.
—¿Tienes frío verdad? —pregunté al verla abrazarse asi misma.
—Mhm... Creo que iré por mi abrigo al coche.
—No te molestes —la detuve— Ven aquí —la acerqué a mi y puse mi campera sobre sus hombros.
—Tsk —sonrió— es cursi, pero debo admitir que me gusta que seas atento —besó mi mejilla.
—¿No crees que me merezco algo más que un beso en la mejilla? —posé ambas manos en su cintura.
—Hoy me has hecho sufrir, así que no lo mereces.
—¿No basta con lo que ya he hecho?
—No.
—Bien, haré mi último intento —me miró.
—¿A que te refieres? —Sonreí y acerqué mis labios a su oído.
—Tengo algo más para ti.
—¿Estas bromeando? —negué.
—Busca en el bolsillo de mi campera —se apartó unos centímetros de mi y comenzó a buscar en ambos bolsillos de la campera, hasta que al fin dio con el objetivo.
—Jungkook...
—Anda, abrelo —sonreí. Volvió la vista a la pequeña caja rosa en sus manos y abrió esta lentamente.— Ese es mi verdadero obsequio, Ángel.
—¿Es en serio?... Jungkook yo...
—Dejame ayudarte —quité el colgante de sus manos y me posicioné tras de ella— sostén tu cabello.
—Esta bien —tomó su cabello llevándolo a un lado y yo pude terminar de atar el colgante.
—Ya esta —sonreí— ¿Te gusta?
—Me encanta.
—¿Ahora merezco algo más?
—Si, si, si —se abalanzó hacia mi— de verdad te has lucido hoy —terminó de decir para luego besar mis labios— Te quiero... —susurró apartándose centímetros de mi— Te quiero mucho.
—También yo Ángel, más de lo que te imaginas
🍵
—Cierra los ojos —ordenó Haneul.
—¿Es... Necesario?
—Si, solo hazlo.
—Está bien.
Habíamos llegado hace algunos minutos a su departamento ya que dijo que también tenía algo para mi.
—Ya puedes abrirlos —abrí lentamente mis ojos y ella estaba frente a mi con una caja en sus manos— Espero que te guste —sonrió.
—¿Puedo abrirlo?
—Adelante, hazlo —comencé tirando de la cinta que había alrededor de la caja y finalmente la abrí.
—Preciosa no debiste hacerlo —dije tomando la campera en mis manos.
—La querías, así que... —alzó sus hombros.
—Ángel —dejé la campera a un lado y me acerqué a Haneul.— Te quiero demasiado bonita, creo que es algo mucho más que un te quiero.
—Igual yo bebé —sonrió avergonzada.
—Gracias —susurré acercándome a sus labios.
—Gracias a ti —terminó por juntar nuestros labios en un largo beso.
