20장

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»K.Haneul«







—Buenos días, Ángel —miré a Jungkook entrar en la habitación.

—Buenos días —sonreí— ¿Y esto?

—Tu desayuno —se sentó al borde de la cama y dejó la charola sobre esta.

—¿Has despertado hace mucho?

—No, solo unos minutos, ahora termina para que vallamos a casa de los chicos.

—Oh cierto.


        

                                 
🍵




Bajé del coche con mucho cuidado para que el pastel no cayese al suelo.

—Dame eso —Jungkook quitó el pastel de mis manos.

—Gracias —Sonreí.

Entramos en el edificio y nos dirigimos al elevador.

—¿Crees que Jimin se enfade si nos vamos antes?

—Hablaré con él —sonreí.

—Te amo —dijo luego de besar mi mejilla.

—También yo —respondí sonrojada.

Las puertas del elevador se abrieron y ambos salimos de este para comenzar a caminar por el corredor. 

—Jimin enfermó —fue lo primero que dijo Nam al vernos frente a el.

—¿Que?

—Atrapó un resfriado y no se ha podido levantar de la cama

—¿Puedo verlo?

—Claro, adelante

Entré en el departamento directo a la habitación de Jimin.

—Hola —saludé entrando en su cuarto.

—Viniste —sonrió sentándose sobre la cama.

—Es tu cumpleaños idiota, porque no vendría —me senté al borde de la cama— Te traje pastel.

—¿Lo preparaste tu?

—Mhm —asentí.

—Eso es bueno —sonrió— no se si los chicos te dijeron, pero, no celebraré mi cumpleaños hoy, ya ves, estoy enfermo y no me siento con ánimos

—Esta bien, es bueno que descanses

—Lamento hacerte venir

—No te preocupes —Sonreí y lo abracé.— Feliz cumpleaños, te quiero y Cuidate ¿Si?

—Gracias fea —rompímos el abrazo y me acerqué a la puerta.— adiós

—Adiós

Salí de su habitación y volví a la entrada con Jungkook.

—¿Que sucedió? —preguntó Jungkook.

—Vendremos otro día —Sonreí.

—¿Y los chicos?

—Solo vámonos

—Está bien —sonrió y tomó mi mano.

Salimos del edificio y de inmediato nos subimos al coche.

—¿Donde iremos?  —pregunté rompiendo el silencio dentro del coche.

—¿Donde quieres ir?

—No lo se.

—Dejame pensar... —reí bajo al ver como fruncía su ceño al estar concentrado— Tengo algo en mente, pero...

—¿Pero?

—Necesitaría raptarte más de un día

—¿A que te refieres?

—Acampar. Que salgamos fuera de la ciudad para acampar

—¿Hoy?

—Cuando tu quieras, Ángel

—Mmm... Si, suena genial

—Entonces iremos a la tienda primero y luego a preparar nuestras cosas

—Está bien, pero... ¿En que dormiremos?

—En una tienda de camping, carpa o como quieras llamarle Ángel, ¿Estas bien con eso?... O ¿Prefieres alguna cabaña?

—No, no, solo preguntaba... Nunca he acampado, así que solo quería saber

—¿Nunca? —preguntó sorprendido.

—No, nunca. Esta ciudad está llena de edificios y jamás he salido ya que solo me dediqué a la cafetería.

—Entiendo, no tienes que preocuparte por nada, esto será genial

—Ya lo creo —Sonreí.

»j.jungkook«







Al estar en la tienda ella y yo nos dividimos para que así terminásemos más rápido con las compras, así que ella debía encargarse de la comida y yo de los refrescos.

—¿Jungkook? —oí a mis espaldas.

—Oh... Haeri —hablé claramente disgustado.

—¿Que haces aquí?

—No se si lo has notado, pero... Es una tienda y obviamente he venido a comprar —seguí con lo que hacía.

—¿Estás saliendo con Haneul?

—No quiero ser grosero, pero eso es algo que no debería importarte

—Como digas, finalmente terminarás aburriendote de ella.

—¿Crees que iré tras de ti también? —Sonreí con ironía— por favor, Haeri mirate, no se que clase de mujer eres, ni siquiera sabes respetarte. Dime... ¿Porque querría yo ir tras de ti? Porque lo haría si luego iras en busca de otros hombres, ni que fueras la única mujer en el mundo.

—Haneul jamás te dará lo que yo te daría, la conozco.

—Tienes razón... Ella me da mucho más de lo que tu serías capaz. NUNCA estarás a su altura.

—¿Porque tu odio hacia mi?

— No te odio Haeri, odiar es un sentimiento y yo no siento absolutamente nada por ti. Ahora con tu permiso, me retiro, adiós

Comencé el camino hacia donde se encontraba la cajera y minutos después llegó Haneul.

—Estas bien? —preguntó al verme.

—Luego te explico Ángel —besé rápidamente sus labios y nos concentramos en las compras.

No podía creer que Haeri le tuviera tanto odio y envidia a Haneul. Con solo escuchar un par de palabras me quedó todo claro. La forma en que hablaba de ella, en como escupía sus palabras.

¡Dugh!

Cuando subimos al coche, Hani subió en completo silencio y claramente esperaba a que yo hablase.

—Vi a Haeri —finalmente ella rompió el silencio— Hablaste con ella ¿verdad?

—Mhm —respondí poniendo el coche en marcha— Sobre eso quiero hablarte. Ella se me acercó y... Solo dijo estupideces de ti —la miré rápidamente para luego volver mi vista al camino— pero no te preocupes, Ángel —dije de inmediato al ver su rostro.— supongo que le ha quedado todo claro —sonreí.

—Gracias por... Amarme.

—No es algo que debas agradecer, creo que... Soy yo quien deba darte las gracias —solté una mano del volante y tomé la de ella— Así que gracias —sonreí— por dejarme amarte.

Coffee; j.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora