26.- Todo bien... O no.

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(En multimedia: Nancy)

Los días y las semanas fueron pasando rápidamente. Sin darme cuenta, ya habían pasado tres meses desde que el noviazgo entre Michelle y Nick se hizo official. O como solía decir Nancy "desde que Nichelle se confirmó." Nichelle. Así estaba nombrada su relación, al menos entre nosotros -lo que me parecía ridículo-.

Nick y yo ahora éramos buenos amigos... o algo así. Su personalidad no había cambiado casi en nada, pero su actitud sí. Hablábamos todas las noches, por mensaje o por llamada, me contaba todo acerca de su relación con Michi o cualquier anécdota de su vida, me pedía consejos y me escuchaba muy bien, pero todo eso ocurría solo en las noches, ya que en el Palmen no nos dirigíamos la palabra a no ser que fuera absolutamente necesario; por lo que ni Michelle, ni Jace, ni ninguno de los otros tenía idea de los cercanos que nos habíamos vuelto. Era mejor así, ya que sentía que nadie podría entender bien la rara "amistad" que tenemos ese chico y yo.

Con respecto a Jace, las cosas entre nosotros iban cada vez mejor. En los almuerzos y descansos estábamos juntos, al salir de la preparatoria -si no teníamos muchos deberes- nos íbamos juntos a su casa o a la mía, veíamos películas, jugábamos y nos entreteníamos con cualquier tontería, pues con estar juntos bastaba. La mayoría de los fines de semana salíamos a algún lugar a divertirnos (como el cine, algún parque, bosques, playas... etc.) Mi madre ya sabía que éramos novios, y como quería a Jace -casi más que yo- me daba más libertad para estar con él. Siempre la pasábamos bien. Incluso esa vez que intentamos hacer paracaidismo pero no pudimos ya que necesitábamos ser mayores de edad o tener un permiso firmado por algún representante. Como ni mi mamá ni la suya era permisiva para eso, no llevamos ningún permiso. Pero Jace insistía en que sí podríamos cumplir nuestro deseo de saltar en paracaídas ya que el conocía a alguien que trabajaba allí así que no habría problema. Fuimos y... ¡sorpresa! el sujeto estaba de reposo, por lo que tuvimos que regresar a casa desilusionados y aún con ganas de habernos arrojado del avión.

Idiota.

Aún así fue un buen día.

En fin, aunque casi siempre estábamos juntos, también nos dábamos nuestro espacio de vez en cuando para ponernos en día con nuestros amigos y nuestros asuntos personales, cosa que me encantaba, ya que siempre he pensado que todos necesitamos nuestro propio espacio. En momentos como ese me reunía con Josh, Ariana o alguna de las chicas.

–¡Isaaa! –Hablando del Rey de Roma.

–¡Josh! –Lo abracé con una mano, pues la otra la tenía ocupada llevando mi libro de Historia. Clase que seguía compartiendo con Nick ya que el muy tonto aún no la aprobaba–. ¿Por qué tan feliz hoy?

Caminamos hacia su casillero, que lamentablemente quedaba algo lejos del mío.

– ¿Ah? no es nada. –Sonrió inocentemente mientras sacaba unos libros.

–Bien, dime que tramas. –Exigí.

– Nada, nada.

- Jooosh... –Alargué–. ¿En serio no vas a decirme?

Abrió los labios para decir algo pero el sonido de la campana indicando que ya era hora de ir a la siguiente clase lo interrumpió, me besó la mejilla y empezó a alejarse.

– ¡Ven a mi casa hoy!

– ¡No puedo! – se giró.– ¡Planes con mi novia! –Se excusó.

Ah.

Esperen... ¡¿Qué?!

¿ACASO DIJO... "NOVIA"?

Mi boca se abrió en forma de 'O'

Two Ellipses.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon